Falta de confianza

El juzgado de instrucción número 51 de la Comunidad de Madrid está investigando las posibles responsabilidades del Delegado del Gobierno, José Manuel Franco, por permitir la manifestación del 8M, la concentración de Vox en Vistalegre y una celebración en el Wanda Metropolitano, con 60.000 personas. Si el Gobierno conocía el desarrollo de la enfermedad, y las consecuencias que tendría su laxitud ante las grandes concentraciones sobre la muerte de decenas de miles de personas.

Cuando comienza a expandirse una enfermedad contagiosa, lo hace de forma exponencial. De modo que adelantar o retrasar la actuación para detener el contagio tiene efectos acumulados enormes. Por eso Fedea calcula que si el Gobierno hubiera decretado el confinamiento sólo una semana antes, esto es, el 7 de marzo, se habrían evitado el 60 por ciento de los contagios y, en consecuencia, el de las muertes.

Sabemos que el Gobierno conocía tanto el desarrollo de la enfermedad, como el coste en vidas humanas de cada día que retrasaba su decisión de actuar. Hay múltiples pruebas de ello. La más contundente hasta el momento la ha publicado Libertad Digital: un informe elaborado por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del 10 de febrero, firmado por Fernando Simón, advertía que el coronavirus[contexto id=»460724″] es muy contagioso, y con una alta tasa de letalidad. También advertía de que una tasa alta de contagiados no presentaba síntomas, con las consecuencias que tiene ello para la extensión del contagio.

La juez Rodríguez-Mendel cuenta con un informe elaborado por la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, dirigida por el coronel Diego Pérez de los Cobos. El informe recoge indicios de delito por parte del delegado del Gobierno. Esto ha sido definitivo para el ministro del Interior, que lo ha retirado del cargo por “falta de confianza” en el mando policial.

La confianza que exige el Gobierno, cabe pensar, es la de que las instituciones del Estado no actuarán de forma autónoma para cumplir su cometido. Servirán a los intereses políticos del Gobierno por encima de cualquier otra consideración. Es, exactamente lo que hizo el Gobierno al retrasar, criminosamente, el control de la enfermedad. Sacrificó miles de vidas en la pira de la manifestación del 8M. Y si permitió las concentraciones de Vox y de Wanda es porque tendría que haber alegado las mismas razones que le hubieran obligado a prohibir la manifestación feminista. Falta de confianza es lo que merece el gobierno de Pedro Sánchez.