¿Un bloqueo insuperable?
«Es fundamental que PP, Vox, Ciudadanos y quizá los partidos regionalistas más cabales reconozcan la urgencia del momento y no permitan derivas hacia esa violencia»
La aritmética parlamentaria se convierte en un quebradero de cabeza quizá insuperable cuando se pretende, a mitad de legislatura, asegurar posiciones de cara a unas elecciones aún lejanas, o forzar un adelanto electoral. Hay en la derecha española una obsesión con la primogenitura, con quién tiene derecho a encabezar un futuro Gobierno, y el Partido Popular parece más obsesionado con sus derechos históricos –ahora que el término está de moda- y también con las sospechas legítimas sobre las convicciones democráticas de Vox[contexto id=»381728″], que con la amenaza inminente, inmediata, ya presente, a la integridad política y la viabilidad económica de España.
Este país está, con la pandemia[contexto id=»460724″] peor resuelta que en cualquier otro lugar de Europa, al borde del estallido final. Y una alianza seria, con compromisos mutuos y con el sistema constitucional, de las fuerzas ajenas al marxismo y al separatismo, debería ser el primer paso para evitar ese colapso. Pero el bloqueo, el no ceder ante el posible aliado y también competidor, está atenazando el proceso político y marcando el dramático momento histórico.
No es más noble ni coherente la postura de Vox que la del PP en esta tesitura: ambos están contribuyendo al bloqueo y dando alas a la liquidación de la Constitución y del sistema político de parlamentarismo liberal que a todas luces se persigue desde el extremismo y desde un Partido Socialista cada día más irreconocible, o quizá más parecido al de 1934.
Hasta ahora, el proceso destructivo no ha incluido el elemento que más se puede temer: la aparición de casos generalizados de violencia. Es fundamental que PP, Vox, Ciudadanos y quizá los partidos regionalistas más cabales reconozcan la urgencia del momento y no permitan derivas hacia esa violencia. Hay que buscar una salida legal, constitucional, parlamentaria y ofrecer a la ciudadanía la promesa de una fuerza civil y civilizada, un ‘Más España’ prometedor de cara al próximo futuro, antes de que el deterioro llegue mucho más allá.
Con una recesión grave ya en marcha y más de 50.000 muertos por la pandemia, ¿cómo es posible que no se haya avanzado ya hacia esa unión?