Sí se puede
«Soñar es gratis, y visto lo visto en Estados Unidos, se abre la posibilidad de pensar que, una vez aprobados los presupuestos de la vergüenza, Sánchez se sienta suficientemente fuerte para deshacerse de un socio que no le aporta nada bueno»
Fue slogan de Podemos, aunque no original, ya Obama había utilizado el “Yes, we can” con el que se convirtió en presidente.
Los estadounidenses han demostrado que era posible desalojar de su despacho, en este caso nada menos que el Despacho Oval, a un presidente que les llevaba al abismo y que había echado abajo la imagen de Estados Unidos. Han podido ganar la batalla a un Trump lenguaraz, atrabiliario, despótico, incapaz de tomar medidas adecuadas contra la pandemia y que gobernaba –todavía gobierna hasta el 20 de enero – a golpe de tuit y de cambiar a los colaboradores que le advertían que determinadas decisiones no podía tomarlas porque eran contrarias a la ley … o a lo que debe hacer un buen político.
Los americanos han podido reducir a uno el mandato del presidente, han podido deshacerse de un hombre al que en numerosas ocasiones era difícil guardarle respeto. Estados Unidos no es España, allá hay más capacidad de movilización y de que figuras de todos los ámbitos sociales se mojen para defender a un candidato sin que eso cuestione su profesionalidad, como hay también unos medios de comunicación que se plantan ante el acoso de los gobernantes. Aquí los ha habido, pero a algunos, e importantes, se les nota miedo a enfrentarse con el poder. Callan lo que no callaban con otros gobiernos, permitiendo así que Sánchez haga y deshaga a conveniencia de lo que le impone su socio de gobierno, el que clamaba con el “Sí se puede” … y ha podido. Para desgracia de la mayoría de los españoles, ha podido llegar a La Moncloa sin quitarle el sueño al presidente.
Son de la vergüenza porque están pactados con independentistas y con los sucesores de una banda terrorista, y porque para aprobarlos ha habido que traspasar líneas rojas que no traspasaría jamás un socialista con principios. Por ejemplo, crear un “comité de la verdad” semejante a los de repúblicas bananeras y dictatoriales o anular que el español sea la lengua vehicular de los españoles; tampoco un socialista con principios permitiría que la transparencia en las cuentas de los socios de gobierno, o del propio presidente, brillen por su ausencia. Ni permitiría insistir en unos Presupuestos que Bruselas, el Banco de España y la autoridad Fiscal Airef han calificado como inapropiados.
Si los americanos han podido deshacerse de Trump, ¿quién dice que los españoles no puedan quebrar este gobierno antes de que finalice la legislatura? Por las urnas es difícil, Sánchez no convoca elecciones ni de broma, no vaya a perderlas; pero ¿podrían formarse, tras la aprobación presupuestaria, nuevos pactos parlamentarios que dejasen a Podemos fuera de juego, junto a Bildu y los independentistas? A lo mejor Pedro Sánchez, con otros socios, es capaz de sacarnos del profundo agujero en el que nos ha metido…
Soñar no cuesta dinero y además los milagros existen.