Policías en TikTok
«Esta aplicación china tiene un lenguaje propio y pone al cuerpo en el centro de su narrativa. Su propuesta es la evasión, la diversión»
Una de las fatuas polémicas de la semana ha sido a propósito de si el cuerpo de Policía Nacional debía o no abrirse una cuenta en TikTok, la red social de mayor crecimiento durante la pandemia y especialmente enfocada a los más jóvenes.
Explicaba Jorge Carrión en su artículo en The New York Times –titulado ‘Tik Tok: la banda sonora de la pandemia’– que su crecimiento exponencial la ha convertido en el fenómeno tecnopopular de este año: «Lo ha hecho con la certeza de que los usuarios de las primeras redes sociales, las fundacionales, habíamos envejecido. Y para aprovechar un nuevo mercado: el de los millones de adolescentes que se sentían excluidos de esas estructuras heredadas de sus padres». Esta aplicación china tiene un lenguaje propio y pone al cuerpo en el centro de su narrativa. Su propuesta es la evasión, la diversión y, como dice Carrión, «los ritmos compartidos», pues TikTok es, ante todo, una red corpórea, matérica.
El debate se encendía en el propio TikTok cuando una chica aparecía sentada en una plaza, empezaba a andar hacia la cámara y en un cartel leíamos: «Te voy a enseñar cuál es mi pasión. Es algo nuevo en TikTok». Salta y al caer se ha convertido en una policía nacional junto a un coche patrulla. Ese ha sido el primer vídeo en TikTok en la cuenta de la Policía Nacional. Las reacciones no se han hecho esperar: «(…) critico en general que se gaste un sueldo en una ‘sección’ que se dedica a grabar vídeos para RRSS con la falta que hace gente en la calle» o «Un CM tiene que dar información real y actualizada del trabajo policial, no vídeos insulsos». En nuestra manos y en la de los algoritmos está –lo queramos o no– conocer a los ciudadanos del futuro.