Gorrito de papel albal
«Hay que reconocer que buena conspiración sube mucho la moral: tú sabes que la NASA, los judíos y los jesuitas están conchabados y quieren hacerte creer que la tierra es plana»
En estos tiempos que corren, un fulano aparentemente razonable puede descubrirse, en menos de lo que se persigna un cura loco, como un completo majadero.
El otro día, donde Broncano, la subversiva Alaska dijo que la majarada de Miguel Bosé ni tan mal y que cada cual puede decir lo que quiera. Claro que sí, ¡vivimos en una democracia! Sabemos que la libertad es una mala idea desde el Génesis. Dejas un rato a Adán y Eva con su albedrío y te joden la creación en un santiamén (una semana de trabajo divino a la basura, con sus cotizaciones y todo). Aunque decepcione a mis fans, voy a evitar escribir una alabanza del totalitarismo sensato. Me contentaré con que el derecho de los oligofrénicos de este mundo quede compensado con el mío. Tú di lo de los reptilianos y yo te llamaré gilipollas: todos contentos.
Hasta Taburete (larga vida al punk) ha sacado una cancioncita con alusiones conspiranoicas y denuncias al nuevo orden mundial. Pijazos contra el establishment, lo nunca visto.
Las cosas que salen por la tele tienen mucho peligro, porque cuando te quieres dar cuenta te encuentras a tu padre, que no ha abierto un libro de medicina en su vida, diciendo que las vacunas te comen el cerebro porque lo ha escuchado en el telediario.
Hay que reconocer que buena conspiración sube mucho la moral: tú sabes que la NASA, los judíos y los jesuitas están conchabados y quieren hacerte creer que la tierra es plana. Tú te has dado cuenta, como Alaska y Bosé, porque eres listísimo, no como el resto de necios apesebrados. Qué ratos tan bonitos puedes pasar mirando los chemtrails al atardecer.