La anchura del mundo
«Todos necesitamos personas así: gente que nos descubra cosas, que nos dé opciones y que nos lleve por caminos tan desconocidos que ni siquiera sabemos que existen»
Con total libertad reúne algunos de los ensayos que ha ido escribiendo y publicando en diferentes revistas –más o menos accesibles y más o menos especializadas– Zadie Smith entre 2008 y 2016. El primer bloque del libro, ‘En el mundo’, está dedicado a asuntos que tienen que ver con la política y lo que nos afecta a todos. El ensayo que abre la colección, ‘Blues de NW London’, es un recorrido por el que fuera su barrio de Londres y una constatación del paso del tiempo y de lo que ha cambiado Reino Unido. Su paseo, en el ensayo con su hija, las lleva la librería Willesden, «una librería independiente que ocupa un local alquilado al ayuntamiento y que ofrece –diga lo que diga el ayuntamiento de Brent– un servicio esencial a la comunidad».
Ese servicio esencial que ofrece la librería sobre todo es «darle a la gente lo que no sabe que quiere», que para Smith, está en el «polo opuesto del concepto popularizado por Rupert Murdoch: ‘hay que darle a la gente lo que quiere’». Está también en el polo opuesto de lo que hace un algoritmo: que siempre va a ofrecer más de lo mismo. Smith está hablando de gentrificación y de la prensa, de cómo los medios de Murdoch colaboraron esparciendo las mentiras de la campaña del Brexit, pero está hablando también de populismo, que podría entenderse como decirle a la gente lo que quiere oír, confirmar sesgos, etc. Por seguros que eso nos haga sentir que nos den la razón, no nos hace en realidad ningún favor. Es como la primera vez que un niño va a jugar a la casa de otro niño: todos necesitamos ver que hay otras formas de estar en el mundo.
El espíritu Murdoch, lo de dar a la gente lo que quiere, parece haber inundado todo, no solo las programaciones televisivas: se crean productos a medida para un target concreto, de ofrecen discursos que solo van a convencer a los convencido, hablar para los tuyos. Hasta se presume de ello en los eslóganes publicitarios. La librera del barrio de Zadie Smith es una heroína porque es más fácil darle a los demás lo que sabes que quieren que retarles. Todos necesitamos personas así: gente que nos descubra cosas, que nos dé opciones y que nos lleve por caminos tan desconocidos que ni siquiera sabemos que existen; gente que nos insista para que nos acerquemos a algo que a priori no nos llama o incluso rechazamos. A esa gente les debemos la anchura de nuestro mundo.