Rewind
«Para mí, la cinta era libertad, mientras que la radio (la fenecida Radio 80) era una vía de descubrimiento, y el vinilo la perfección en el sonido»
Siempre pensé que el programa ‘¿Qué apostamos?’ era para gente que se aburría en casa. ¿Cómo descubre alguien que es capaz de identificar la temperatura de un vaso con agua sólo con meter la punta de la nariz en el líquido? ¿Cómo sería la vida del hombre que miraba los surcos de un vinilo e identificaba la melodía? Pero un día yo superé una prueba del programa. Y lo hice desde mi casa. Y tuve que preguntarme qué vida miserable llevaba yo, que también había pasado un qué apostamos.
Un chaval algo mayor que yo dijo que era capaz de identificar canciones con sólo escuchar un cuarto de segundo. Y lo consiguió. El presentador le preguntó cómo había adquirido esa facultad, y dijo que lo debía a que cuando buscaba alguna canción entre sus cassettes, le daba stop y fast forward (o rewind) muy rápido. Y se había acostumbrado a identificar las canciones con una fracción de segundo. Yo tenía la misma costumbre y, menos una que no conocía, identifiqué desde el sillón el resto de temas.
Recuerdo la emoción cuando descubrí que se podían grabar canciones de la radio. Tengo una inclinación al coleccionismo, y llegué a grabar más de 200 cassettes. En ellas, y en mi colección de vinilos, que crecía al pobre ritmo que me permitía mi paga, aprendí a escuchar las canciones con una atención que, en ocasiones, era auténtica veneración. Me gustaba hacer listas de canciones para amigos, o para ocasiones especiales; un viaje al campo en el viejo Golf de Gonzalo, o una fiesta. Entiendo los celos de Iben Hjejle cuando John Cusack le hace una lista de canciones en cinta a Lisa Bonet, en High Fidelity.
Las cassette te daban la oportunidad de elegir tu propia música, y la podías llevar en el coche, o tener la experiencia de andar por la calle y escucharla en un walkman. Para mí, la cinta era libertad, mientras que la radio (la fenecida Radio 80) era una vía de descubrimiento, y el vinilo la perfección en el sonido. El sonido enlatado del CD acabó poco a poco con todo ello. Las canciones pasaron a ocupar las carpetas amarillas de los ordenadores, o la memoria de los iPod. Ahora se alojan en la nube, y aplicaciones como Spotify nos ayudan a escucharlas, ordenarlas, y descubrirlas. Bendita sea la aplicación.
A comienzos de este mes que llega a su fin murió, a los 94 años, el creador de la cassette; Lou Ottens. Nunca había pensado en que detrás de un objeto tan funcional, tan útil, hubiera un nombre y un apellido. Nunca le di las gracias, pero lo hago ahora.