Cataluña, con el respaldo del progresismo internacional
«’The Guardian’ informa de los indultos como una gran victoria y se ahorra informar de que los indultados rechazan la medida, exigen una amnistía total, y proclaman que en cuanto salgan empezarán a organizar un referéndum unilateral»
Los separatistas catalanes pueden haber ganado la batalla del indulto, aun rechazándolo y exigiendo una amnistía que borre el delito. Pero sobre todo, por ahora, van ganando la batalla de la propaganda internacional con una prensa que no esperaba casi nada para volcarse a favor del «coraje» mostrado por Pedro Sánchez al conceder ese indulto.
Aquí intervienen dos factores diferentes que se han unido esta semana para producir un resultado explosivo y que deja a España, como país, como Estado y como sociedad, a los pies de los caballos en las tribunas internacionales. Uno es la larga tarea de relaciones públicas internacionales que lleva realizando el separatismo en Europa, a sabiendas que el lema de «pueblos sometidos por la fuerza» siempre es bien recibido, y frente a la cual la desdeñosa, a perezosa, actitud de los partidos constitucionalistas españoles no ha significado ninguna contramedida. El segundo es el lenguaje melifluo e interesado de Pedro Sánchez y de su cohorte de palmeros políticos y mediáticos respaldando estos indultos como un paso decisivo hacia la paz ciudadana y la normalización política: ¡lo que faltaba!
Bastó la simpatía internacional acumulada para que la prensa «progresista» del mundo se inclinase por los sediciosos, hasta los extremos de la mentira y de la ausencia de datos cruciales en sus informes y reportajes. Así, en 2017 el New York Times clamó contra los «centenares de heridos» por la violencia policial el 1-O… pero luego no encontró tiempo para hacer lo que cualquier buen periodista hace: ir en busca de esos heridos por los hospitales y contar sus historias heroicas. Claro está: esos cientos de heridos no existían. Ahora, el también progresista The Guardian londinense informa de los indultos como una gran victoria y se ahorra informar de que los indultados rechazan la medida, exigen una amnistía total, y proclaman que en cuanto salgan empezarán a organizar un referéndum unilateral si el Gobierno no se aviene a uno pactado. Pequeños detalles sin importancia…
En resumen, la actitud del Gobierno justificando y endulzando su indulto, pese a la radical oposición de la opinión pública española -que apenas se menciona en el mundo exterior- ha reforzado la posición de los separatistas y dado cierta razón a personajes como ese miembro socialista y báltico que ha convencido al Consejo de Europa para que compare a España con Turquía y reclame la libertad para esa nación que jamás existió y que se ha ido desarrollando en cierto imaginario colectivo desde que el racista nacionalismo decimonónico catalán se la inventó.