MyTO

Endeudados hasta el cuello

«Alcanzaremos la madurez democrática cuando exijamos al Gobierno que administre las cuentas públicas como nosotros administramos las nuestras»

Opinión

La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño. | EP

Acaba de publicarse la noticia: la emisión neta de deuda pública que realizará España en el presente 2.021 -importe de las nuevas emisiones menos importe de las amortizaciones- va a ser ‘solo’ de 75.000 millones de euros. Para redondear la ‘buena nueva’ se nos indicaba que dicho importe es un 25% inferior al previsto al iniciarse el año. Extrañamente, la noticia ha pasado por la conciencia de los españoles sin romperla ni mancharla.

Verdaderamente, a la sociedad española no le importa lo endeudado que está el Estado. Y valga Dios que lo está. Y además, por mucho. Nuestra deuda se eleva prácticamente a un billón y medio de euros con ‘b’ de burro, o de Borrell como dijo Fraga. La cifra es tan elevada que parece provocar aquella reacción según la cual «cuando un deudor debe tanto, el problema es del acreedor». Pues no, el problema es nuestro, de España como país y de cada uno de nosotros como persona. Espero que algunos datos y determinadas comparaciones permitan que así se perciba.

Para empezar, lo que debemos es un 123% de nuestro PIB anual, porcentaje desgraciadamente histórico. Basta con recordar que, durante 120 años, el récord de nuestra deuda era el 100% de la citada magnitud, y que semejante catástrofe se había alcanzado a consecuencia del raudal de gasto público provocado por otro desastre: la Guerra de Cuba. Pero este porcentaje de Deuda/PIB -el 123%- es habitualmente publicado y, ciertamente, a los españoles parece no afectarles.

Tampoco parece preocuparles que considerando la deuda per cápita, toquemos cada español a algo más de 30.000 euros. «Yo no tengo que devolverla», me contestó el otro día una periodista de la gauche divine en una tertulia televisiva ¡Cuán atrevida es la ignorancia! Claro que tienes que devolverla querida, pues, aunque no lo vayas a hacer tú directamente, sí lo harás de manera indirecta pagando los impuestos que se te van a exigir para que así la pueda devolver el Estado. Si no debiéramos tanto…

«Si España no tuviera que pagar anualmente esa barbaridad de intereses de la deuda, lo que pagamos cada año por el IRPF podría reducirse en una tercera parte»

En el sentido indicado, bueno es reseñar que el importe de nuestra deuda pública equivale a la cifra que por impuestos recauda la Agencia Tributaria en siete años. ¿Será entonces que una parte relevante de la carga fiscal que se nos obliga a soportar es por culpa de lo que debemos? Pues, efectivamente, así es. Como muestra, otra comparación. Si España no tuviera que pagar anualmente esa barbaridad de intereses de la deuda, lo que pagamos cada año por el IRPF podría reducirse en una tercera parte. O, alternativamente, lo que pagamos cada año por el IVA podrá reducirse a la mitad. Sería bonito ¿A que sí? Si no debiéramos tanto…

Visto desde otra perspectiva, los intereses pagados por España cada año vienen a ser 700 euros por español. Si no hubiera que pagarlos, las pensiones públicas no supondrían el problema que suponen hoy, ni nos recargarían con tantos impuestos cuando llenamos el depósito de nuestro coche, cuando pagamos la factura de la luz, o cuando compramos vino y cava para las fiestas de Navidad. Si no debiéramos tanto…

¿Y por qué debemos tanto? Pues porque durante muchos años, los gobernantes han gastado más de lo que ingresábamos. Tan solo el presidente Aznar fue capaz de entregar la Caja del Estado sin números rojos. Todos los demás ¡todos! se han enfangado en el lodo del déficit público, y ahora debemos lo que debemos.

La madurez democrática del pueblo español se habrá alcanzado el día en el que seamos capaces de exigir a nuestros Gobiernos que administren las cuentas públicas como nosotros administramos las nuestras, porque está claro: Su mala gestión la pagamos nosotros.