MyTO

Djokovic, el Espartaco de los magufos

«Djokovic no está defendiendo ninguna libertad fundamental al intentar colarse en un país que obliga a la vacunación»

Opinión

Novak Djokovic. | José Oliva (EP)

  • Periodista y miembro de la redacción de ‘Letras Libres’ y autor de ‘Mi padre alemán’ (Libros del Asteroide, 2023).

Ir de políticamente incorrecto es muy cansado. No siempre es fácil identificar qué dice en cada momento el establishment para así ponerse uno en contra. A veces hay que construirse hombres de paja contra los que luchar: si no tengo un enemigo mi identidad contrarian desaparece. Hay un tipo de pensador, por llamarlo de alguna manera, que va siempre a la contra por pereza intelectual. El escepticismo absoluto (no te creas nada, no creas a nadie, solo cree en ti mismo) suele ser, paradójicamente, la excusa de quien no quiere pensar. Es algo paradójico porque el escéptico suele pensar que tiene mejor y más información que quienes supuestamente siguen al rebaño. Pero como ha escrito Daniel Gascón, «en ocasiones estar a la contra es una forma de repetir ideas recibidas». 

Un ejemplo claro son los antivacunas. Es incorrecto llamarlos escépticos: un escéptico también tiene que serlo consigo mismo. Los antivacunas están estos días desatados con el caso del tenista Novak Djokovic, al que se le niega la participación en el Open de Australia por no estar vacunado. Quienes defienden su actitud lo dibujan como una especie de Espartaco: convierten su estupidez magufa en una revelación y una prueba de su postura. De alguna manera que se me escapa, el hecho de que Australia exija a los extranjeros un certificado de vacunación demuestra que la vacuna es un fraude. 

Australia es un país que ha sido especialmente estricto en su gestión de la pandemia, hasta un punto que ha rozado el autoritarismo. El año pasado, el gobierno de Australia del Sur, uno de los seis estados del país, obligó a la población a descargarse una app de reconocimiento facial y geolocalización. El gobierno mandaba mensajes de manera aleatoria y los ciudadanos tenían 15 minutos para responder con una foto en la localización donde debían estar. 

Pero, ¿qué tiene que ver esto con la vacuna? Djokovic no está defendiendo ninguna libertad fundamental al intentar colarse en un país que obliga a la vacunación. Su postura no sirve de crítica contra las restricciones radicales del Gobierno australiano. Es una convicción personal. Se niega a vacunarse porque está «en contra de las vacunas» y cree cosas como que «las moléculas en el agua reaccionan a nuestras emociones». No es un libertador escéptico en defensa de la «libertad de elegir», es simplemente gilipollas. Algo parecido le pasa a quienes lo defienden hoy. Consideran sus ocurrencias irracionales, tan falsas que son incomprobables, en un ejemplo de pensamiento crítico. Que la gente te diga que te equivocas no es muestra de lo acertado de tu postura; quizá es que realmente te equivocas. 

Hace 10 años murió Christopher Hitchens. El escritor defendía en Cartas a un joven disidente que «uno debe esforzarse en combinar el máximo de impaciencia con el máximo de escepticismo, el máximo de odio a la injusticia y la irracionalidad con el máximo de autocrítica irónica». Uno tiene todo el derecho del mundo a ser imbécil, pero tiene que saber que si lo defiende muy alto algunos se lo acabarán recordando.

9 comentarios
  1. Dennis

    Vaya mierda de artículo… no pude pasar de esta frase prejuiciosa y condenatoria: «Quienes defienden su actitud lo dibujan como una especie de Espartaco: convierten su estupidez magufa en una revelación y una prueba de su postura»

  2. Jaso

    En el caso de este tenista puede aplicarse eso de que más vale estar callado y parecer tonto que ponerte a hablar y despejar todas las dudas.
    Para su padre, que lo compara con Jesucristo (¿¡¡¡!!!?) lo mismo.
    Otro asunto es la política sanitaria de Australia, que a mi no me afecta y que si lo hiciera a lo mejor se me escapaba algún espumarajo por la boca. Pero en fin, ellos verán.

  3. Xergi

    Soy de los fans de la politica inmigratoria de Australia, y veo con pesar, que los que apoyan esto, son los que se les cae lagrimita con las pateras en el estrecho y se les llena la boca de misión humanitaria. El tenista entra en esta categoria, es pro refugees.
    Apoyaria al gobierno de Australia sin reservas si hubieran sido claro, el no iba, se le dijo desde organismo que tenia posibilidad de entrar por exencion medica, ojito que el tio va con PCR diaria. Pero no, esperamos a que este el tio en vuelo para soltar la bomba.
    Puede que se deba al proceso de elecciones que tiene en Abril y que se este utilizando como arma electoral, dado que penalizaria al que permitiese la entrada.
    Otra, solo hay una exención médica? Los periodistas tampoco indagan la fuente que afirma que hay mas tenistas con exenciones medicas. NO es solo estar vacunado, tienes estarlo con las vacunas que yo diga, es notorio lo de la tenista rusa con viales de Sputnik (Natalia Vikhlyantseva), tampoco puede entrar.
    Para acabar, un gobernador de alguna lander de alli acaba sacar ley que prohibe a los no vacunados salir de casa para hacer ejercicio o ir a currar. Pero claro, las normas son las normas, y hay que cumplirlas. Recuerden que Franco tenia normas y habia que cumplirlas, suerte con las meninges, no os revienten.

Inicia sesión para comentar