Expulsados

El sanchismo está expulsando a los creadores de contenido audiovisual en el sector digital. Ese el caso de Rubius con más de 40 millones de seguidores ha estado pagando más del 50% de sus ingresos en impuestos durante sus 10 años de profesión. Según el propio streamer, durante su último año fiscal en España ingresó dos millones de euros y pagó casi 1,2 millones de euros en impuestos. Esto hizo que el youtuber y empresario se trasladara a Andorra porque el principiado no sólo tiene una fiscalidad baja -IRPF e IS máximo del 10%, y un IVA del 4,5%- sino que además tiene una legislación amable para los negocios digitales.

Este caso no es único ya que otros comunicadores digitales más relevantes en habla hispana también se han tenido que ir de España como son AuronPlay, Vegetta o Willyrex. Exilio que no se limita a grandes canales, sino que aquellos streamers con mayor crecimiento también se han ido a Andorra como es el caso de Víctor; un joven empresario que es conocido por sus canales de YouTube e Instagram denominados WallStreetWolverine.

Además, otros creadores de contenido digital como Sergio, conocido como UTBH – con uno de sus canales con más de 400.000 seguidores y vídeos que superan los 3 millones de visualizaciones – o Isaac, con su canal denominado InfoVlogger – cuyas publicaciones son trending topic a nivel nacional- han expresado la posibilidad de irse a Portugal si España continúa en esta espiral agresiva del estado contra ellos.

Quiero recordar que estos creadores de contenido son autónomos que intentan ganarse la vida con su trabajo pero que tienen un foro donde denuncian todos los días cómo el sanchismo les aumenta los impuestos como la cuota de autónomos que llegará a 1.200 euros al mes. Un impuesto al trabajo sólo por el simplemente hecho de querer trabajar. Además, los streamers ponen de manifiesto los constantes derroches del sanchismo en servicios que no reportan ninguna mejora a la vida de los españoles sino a inflar una ideología sectaria. Y por si fuera poco, los youtubers señalan los desprecios del gobierno como emprendedores y por otro lado como generadores de contenido digital por parte de los medios de comunicación tradicional porque los streamers les están comiendo la tostada en el sector del ocio audiovisual.  Por todo ello, estos empresarios no se van de nuestro país sino que son expulsados porque son maltratado por el Estado.

Desgraciadamente este menosprecio no se circunscribe a los emprendedores digitales, sino que se extiende a todo el sector empresarial español. Los empresarios se sienten como naranjas a exprimir porque el gobierno les aprieta para paguen cada vez más impuestos hasta que no les quede ni un euro para vivir. Sumado a la prioridad de actuación y gasto del gobierno que potencia la ideología que caricaturiza al empresario y que lo retrata como un esclavista del trabajador. Entonces la pregunta es, ¿cuántos autónomos, emprendedores y empresarios desconocidos para el gran público que tienen previsto irse de España debido a la falta de seguridad jurídica, por la insaciable voracidad fiscal del gobierno y el ataque abierto al esfuerzo, la excelencia y la opinión discordante?

Por todo ello, es fundamental recordarles que el sector público no genera riqueza de lo contrario el Estado pagaría impuestos a los ciudadanos, en vez de aumentárselos como hace el gobierno de Sánchez año tras año. Y sin sector privado fuerte, dinámico y libre no hay generación de riqueza. Y para acabar con la pobreza, el paro y la precariedad sólo se consigue generando mayor riqueza.

Sergio Brabezo es economista, Doctor en Ciencias de la Información y diputado en la Asamblea de Madrid.