5G y la movilidad del futuro
La forma en la que interactúa nuestra sociedad está intrínsecamente relacionada con nuestra capacidad para desplazarnos por el medio y transportarnos de un lugar a otro
Exultante por la efeméride respira Barcelona el orgullo de las grandes ocasiones. Como antaño, los días finales de febrero traen consigo el evento tecnológico más importante del mundo, el Mobile World Congress. Tras la edición fallida del 2020, y con el sabor agridulce del 2021, el evento organizado por GSMA espera reunir este año entre 40.000 y 60.000 asistentes. Cifras nada desdeñables, pero muy lejos de los números del 2019 donde más de 100.00 personas se dieron cita en la Fira de Barcelona.
El impacto del congreso se estima en 240M€, según Fira de Barcelona, pero su efecto no es solo económico sino de relevancia y notoriedad internacional. Ejecutivos de las principales empresas tecnológicas del mundo se darán cita en el recinto de la Gran Vía para escuchar, de mano de los mas de 1000 conferenciantes, las últimas tendencias en conectividad, inteligencia artificial, la nube y un largo etc.
En línea con uno de los temas que más expectación levantará esta edición, me he tomado la libertad de escribir sobre el impacto de la aplicación del 5G y la tecnología móvil en el sector más golpeado por la pandemia, la movilidad.
La forma en la que interactúa nuestra sociedad está intrínsecamente relacionada con nuestra capacidad para desplazarnos por el medio y transportarnos de un lugar a otro. A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, los avances en este campo fueron notables. Grandes adelantos como la democratización del automóvil como medio de transporte o la aparición de la aviación comercial, marcaron sin duda el desarrollo de las ciudades y de la gente que en ellas habitaba. Sin embargo, nunca antes habíamos dispuesto de la tecnología necesaria para integrar completamente la movilidad, acabar con su fragmentación, y poder disponer de ella como un ente único, universal y accesible.
A medida que los gobiernos relajan sus restricciones y la sociedad vuelve disfrutar de cierta libertad para viajar, se hace patente que el modelo anterior a la pandemia ha quedado obsoleto. Se avecina un cambio transformacional en la movilidad, impulsado por la conectividad, la sostenibilidad y la digitalización.
El 5G actuará como catalizador, suponiendo un salto exponencial en el intercambio y computación de datos en tiempo real. La «hiperconectividad». En la práctica, tu móvil será capaz de procesar millones de variables para diseñar el itinerario óptimo, integrando todos los medios de transporte disponibles. Lo que se llama movilidad «puerta a puerta». No sólo ayudará a crear una mejor experiencia de usuario, sino que completará la oferta de medios de transporte tradicionales como el avión, el bus o el taxi, con alternativas bajo demanda como e-scooters, patinetes, VTC, etc.
Un reciente estudio del Instituto Noruego de Economía del Transporte indica que la inclusión de alternativas de movilidad urbana sostenible en aplicaciones móviles aumenta su uso, respecto a aplicaciones unimodales, al ofrecer una comparación con otros medios de transporte no sostenibles. Esto nos indica que ciertamente existe un interés por este tipo de movilidad, pero el usuario reclama más información, accesibilidad, y la posibilidad de comparar. La integración de la movilidad es un paso necesario, y el 5G nos ayudará a habilitar estos escenarios, potenciando la transición hacia un sistema más consciente del impacto climático que generan los medios de transporte.
La implementación de la tecnología móvil de quinta generación impulsará nuevos modelos económicos derivados de la utilización de los datos de sus usuarios. La fácil interacción del pasajero con el dispositivo posibilitará el intercambio de información instantáneo, permitiendo una mayor personalización de la oferta y de todos los servicios auxiliares derivados del viaje. En otras palabras, tu móvil será capaz de notificarte los restaurantes que más se adapten a tu gusto según la zona del aeropuerto dónde embarque tu avión, ofrecerte un menú vegano personalizado en el tren, o recomendarte donde comprar un paraguas en destino porque comienza a llover.
La transición hacia la hiperconectividad traerá consigo interesantes debates deontológicos, entre los que destaca la definición de los limites de privacidad del usuario, y la propiedad y el almacenamiento de sus datos. Los gobiernos deberán hacer un ejercicio de actualización constante ante la rápida evolución de la tecnología y su interacción con los paradigmas sociales existentes. Pronostico manifestaciones pro-libertad, largas batallas legales y sanciones millonarias.
El desafío es enorme, pero las posibilidades infinitas. La forma en la que se articule la colaboración entre proveedores de tecnología móvil, aerolíneas, instituciones y distintos proveedores de servicios de movilidad, sin duda cambiará nuestro futuro más cercano. Disponemos de las herramientas, ahora solo queda construir el futuro de la movilidad.