¿Indulto a Griñán?
«Cualquier español medio podría obtener como conclusión que, si eres o has sido un alto dirigente socialista, puedes delinquir sin riesgo a que de pillarte tengas que entrar en la cárcel»
Según reza la historia popular del periodismo, ante una posible noticia deben buscarse entre otras cuestiones su porqué, su para quien, su quien, su para qué … Bueno es intentar responder a preguntas en relación con la ¿proyectada? utilización de la excepcional y extraordinaria medida de gracia por parte del Gobierno de Sánchez a favor de José Antonio Griñán.
¿Por qué indultar a Griñán? Pues porque según la verdad judicial, así reflejada por todas las instancias judiciales que han intervenido, cometió dos graves delitos -prevaricación y malversación- en su etapa de presidente de la Junta de Andalucía cuando ésta era gobernada por los socialistas.
¿Quién es Griñán? Pues como es sabido, además de presidente del Gobierno autonómico andaluz, el posible indultado fue consejero de la propia Junta, dos veces ministro del Gobierno de España -con Felipe González y con Zapatero-, y presidente del Partido Socialista Obrero Español.
¿Quién indultaría a Griñán? Pues según se establece en nuestro Ordenamiento Jurídico, la facultad de indultar es una potestad extraordinaria y excepcional que dispone el Gobierno de la nación, actualmente presidido por Sánchez, hoy secretario general del Partido Socialista. De modo que el indulto supondría que el actual líder socialista favorecería excepcional y extraordinariamente al antiguo presidente de su partido.
¿Para qué indultar a Griñán? Pues para evitar que deba cumplir la condena que le ha sido impuesta por la Justicia impidiendo así su ingreso en prisión. De manera que con el indulto se excepcionaría a Griñán de lo que tienen que cumplir la generalidad de los que son condenados con la pena de privación de libertad.
En resumen, un líder del PSOE -Sánchez- utilizaría las potestades de las que dispone como presidente del Gobierno en favor de otro líder socialista -Griñán- que fue presidente del propio Partido Socialista. Va a resultar inevitable que, de llevarse a cabo el ¿proyectado? indulto, la opinión pública española sospeche que “algo huele a podrido en Dinamarca”, pues a podrido olería que los políticos socialistas se protegieran entre sí provocando una clara discriminación entre los españoles. Cualquier español medio podría obtener como conclusión que, si eres o has sido un alto dirigente socialista, puedes delinquir sin riesgo a que de pillarte tengas que entrar en la cárcel.
Lo expuesto es el riesgo que correría Sánchez si decreta el ¿proyectado? Indulta a Griñán. De ahí los movimientos que se empiezan a observar: críticas a la sentencia condenatoria; petición masiva del indulto; posicionamiento a favor de su concesión por un amplio conjunto de periodistas y de medios de comunicación… No obstante, con esto y con todo, va a ser harto difícil convencer a la opinión pública española de que la Justicia es igual para todos. Más de uno puede pensar que para todos, sí, menos para los que sean o hayan sido dirigentes del PSOE.