THE OBJECTIVE
Koldo Salazar López

Narcoyihadismo parte III: Siria, Balcanes y drogas de diseño

«La Guerra Siria hizo que muchos narcoyihadistas establecieran laboratorios en el país en guerra que corrompe al estado sirio, esta realidad se sintió en los Balcanes, que desde los 90 la cadena narcoterrorista no ha parado»

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Narcoyihadismo parte III: Siria, Balcanes y drogas de diseño

En Líbano y Siria la sombra de la droga está presente también. Según declaraciones, en el año 2013, del coronel Ghassan Chams Edine, se encontró 5,5 millones de unidades de captagon (una droga muy conocida en Oriente Medio y usado por los islamistas para combatir la fatiga, el hambre y perder el miedo durante las operaciones militares llevadas a cabo durante la guerra), es altamente adictivo. Esta droga fue detectada en un calentador de agua industrial construida en Siria y cuyo destino era Dubai. Una semana después seis camiones sirios con destino en Arabia Saudí fueron interceptados en el Líbano, llevaban seis millones de unidades de pastillas de captagon y al día siguiente un ciudadano sirio fue detenido en el aeropuerto de Beirut con esta droga.

Mientras que en Líbano la presencia de traficantes y laboratorios de drogas era una realidad que formaba parte de las realidades sociales del estado, en gran parte un estado fallido, estos narcotraficantes fueron haciéndose especialmente fuertes en las regiones fronterizas con Siria y en la región costera siria, ¿razón?: la zona costera de Siria ha sido siempre una zona de turismo y económicamente más desarrollada que el resto del país, quitando las grandes ciudades. Como comentamos al principio, la droga es un indicador económico y el consumo de drogas como las anfetaminas o el captagon era minoritario antes de la guerra siendo que Siria y Líbano eran lugares de producción hasta que durante la guerra se disparó los laboratorios de drogas de diseño inundando Oriente Medio y corriendo por los Balcanes hasta Europa.

La presencia de Siria en esta ecuación cambió con el inicio de la guerra de Siria. En primer lugar porque antes esta región era solo una zona de paso pero el comienzo de la guerra sumió al país en el caos, lo cual se tradujo en la desaparición de la presencia del estado en amplias regiones del país, lo que provocó (como en Afganistán o en África) la aparición de actores que sustituirían al estado en estas regiones. Estas zonas pasarían a formar parte del territorio administrado por diferentes grupos armados con necesidad de financiación rápida y, por su propia experiencia, la droga era la mejor opción debido a la libertad de actuación dentro del territorio, fronteras débiles y porosas tanto a la hora de recibir como de enviarlas.

Las mafias turcas y eslavas rápidamente se interesaron en esta nueva situación y ya en el 2013 comenzaba a notarse la influencia. Al pasar de ser una zona de paso a una zona de producción se ha producido la creación de un nuevo narcoterritorio fuerte, con una sólida base financiera, con terroristas pagados y por campesinos pagados y protegidos. De ahí el ahínco que hizo Rusia nada más intervenir en Siria a favor de Bashar al Asad de atacar los convoyes cargados de petróleo de contrabando y los convoyes de la droga así como los campos donde se produce la materia prima.

De hecho en las zonas tomadas por el ejército sirio estos campos se han destruido pero en las regiones controladas por Turquía y sus aliados se sigue notando la producción de drogas.

Fuentes de inteligencia dejaron claro que la zona central donde se han instalado los laboratorios está en Homs y Yabroud. Un año después, en 2014, Reuters afirmaba que los traficantes libaneses afincados en el valle de Bekaa declaraban que la producción había abandonado Líbano para afinanzarse en Siria, un territorio mucho más seguro para sus actividades, usando Líbano como puerto.

La UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) afirmó que tanto el Estado Islámico como Al Qaeda en siria (Jabhat al Nusra, ahora HTS) comerciaban y promocionaban el comercio de droga a fin de diversificar sus recursos financieros y reforzarse, sólo así se explica el poder militar de estas dos milicias que pusieron en jaque al gobierno sirio y a decenas de estados de Oriente Medio y otros lugares. Uno de los grandes socios de Estado Islámico es el “Movimiento Islámico de Uzbekistán” dirigido por Usman Ghazi, que otorgó protección y facilitó redes de endose y venta de esta droga en Rusia y China pero también del comercio ilegal de petróleo.

La aparición de narcoyihadistas en Siria sólo pudo retrasar y añadir más inestabilidad a un país colapsado por casi diez años de guerra por varias razones: desde una posible guerra contra el narcotráfico entre el Baaz y los narcotraficantes hasta una connivencia entre traficantes y miembros del estado por el increíble poder corruptor del dinero del narcotráfico o, en su peor escenario, una situación híbrida de guerra-connivencia.

Volviendo atrás en el tiempo, ya en la época de Abu Musab al Zarkawi (líder de Al Qaeda en Irak) este grupo se financiaba de la droga y solicitaba a sus asesores aumentar la dependencia de esta fuente financiera, lo mismo pasó con Usama Bin Laden. En 2003 las fuerzas de Estados Unidos asaltaron un barco en el Golfo pérsico con tres millones de dólares en opio procedente de Afganistán y en el cual se encontraban dos miembros de Al Qaeda.

Tampoco podemos olvidarnos de los grupos islamistas de los Balcanes, cuya financiación provenía en gran parte del cobro de los peajes y la protección de la droga procedente de Oriente Medio y Afganistán. Sobre todo se lucraron la mafia albanesa y los milicianos del UÇK albano-kosovar, cuyo líder Hashim Thaçi ha sido señalado por los servicios secretos alemanes como un capo de la droga así como traficante de personas, órganos, armas y divisas. Ahora Thaçi, ex Presidente de Kosovo, está siendo investigado por Crímenes contra la Humanidad. Informes de la Unión Europea declaran que Kosovo es un narcoestado en el cual la relación mafia-estado es de simbiosis.

Un hecho que pasó desapercibido para la prensa occidental se dio en Bosnia y Herzegovina en el año 2002 cuando este país entregó a Estados Unidos un informe denominado «Golden Chain Link«. Este informe hacía referencia al asalto de un refugio de Al Qaeda en Bosnia y el hallazgo, en un ordenador incautado, de una lista con veinte nombres de donantes de dinero al grupo terrorista, en esa lista se encontraban hombres de negocios multimillonarios de Arabia Saudí y otros lugares.

Los grupos yihadistas una vez se establecen en una región buscan recursos para ser autosuficientes económicamente. En este caso, los islamistas se financiarían del tráfico de drogas controlando la mercancía por parte de los territorios balcánicos.

En todo caso debemos ser capaces de analizar la situación. La droga es un bien de consumo real que mueve millones de dólares al día, es un indicador económico estatal y es un bien demandado que está siendo imposible de aislar de la sociedad y sacar del panorama internacional. Este juego sólo beneficia a los violentos cárteles productores en América Latina y Asia, a las mafias y a los yihadistas que se financian de su producción, distribución y venta. Hoy en día el tráfico de droga, a todos los niveles, y en todas las regiones del mundo, incluso en Europa, tienen el inconfundible sello del terrorismo internacional.

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