Un hombre en busca del ser
(A Antonio Escohotado Espinosa)
Hay un hombre que mira al ocaso,
desde que preguntó de niño
si algún día nosotros
también moriremos;
desde entonces sus noches
y días dedica
a desentrañar las verdades
del mundo en tinieblas,
a descubrir su sustancia.
Hay un hombre que mira al infinito
devenir de los momentos,
desde su atalaya en libertad,
faro junto al riachuelo,
buceando en bibliotecas, realidades y sueños;
viajando hacia la luz,
en alfombras voladoras
con polvos mágicos o el pensamiento.
Hay un hombre que mira de frente,
bueno y valeroso,
ante la injusticia, la mendacidad,
la impostura sufragada,
las prohibiciones sin número;
que mira de lejos
para ver más cerca,
por la rendija entre los mundos
para ir más dentro.
Agustín Luceño Mardones