El Basij, el puño de los Ayatollah
Durante las protestas en Irán se ha hablado del papel de diversas unidades policiales, entre ellas el Basij. ¿Qué es este grupo paramilitar iraní?
En la actual revuelta iraní que ya va para varios meses han ido resonando una serie de nombres de instituciones persas que se dedican a reprimir a los manifestantes. Basij es una de las más mencionadas pero ¿realmente sabemos qué es esta organización?
El Nirouye Moqavemate Basij, normalmente denominado Basij, es una fuerza militar de índole auxiliar fundada en 1979 por Jomeini y cuya función era la de ser una rama de la élite militar del gobierno formado por los Pasdarán (la Guardia Revolucionaria). Estas fuerzas voluntarias han pasado por la Guerra Irán-Irak, realizan labores de seguridad interna y, también, han sido desplegados en Siria o Yemen siendo el germen de la política de “liwas” en Afganistán, Pakistán o Azerbaiyán.
De 1979 hasta 1983 se produce su época embrionaria en el cual se establece este cuerpo voluntario de carácter paramilitar, auxiliar y abierto a toda persona, incluidas las mujeres. Esto convirtió al Basij en una fuerza masiva que rápidamente se expandió por el territorio y llevó a cabo labores de voluntariado interno a nivel militar, religioso y social.
El Basij, se compone de ramas estudiantiles, secciones femeninas y de red de apoyo social aunque sin olvidar su vertiente militar cuya función es instruir al grueso de la población civil iraní que lo desee creando la estructura que, en Occidente, se podría identificar con el reservista voluntario que aunque instruido militarmente tiene un compromiso militar a tiempo parcial.
Muchos de estos voluntarios, curiosamente, no eran iraníes sino afganos refugiados de la guerra que se convirtieron en fuerzas de choque que participaron activamente en la Guerra Irán-Irak, especialmente en las regiones del sur y cuya función era la de desactivación de minas para abrir el campo a las tropas profesionales y, al mismo tiempo, lanzar grandes ofensivas conocidas como oleadas humanas cuyo objetivo es sobrepasar al enemigo y tomar sus posiciones.
Esta táctica genera una gran cantidad de muertos pero es relativamente efectiva y se logran objetivos militares rápidos, aunque la falta de preparación profesional de estas tropas les hace fáciles de derrotar en un contraataque por parte de fuerzas regulares.
En todo caso, el Basij adquirió fama y prestigio en esta guerra y se convirtió en la fuerza más numerosa del país, supeditados a los Pasdarán; su misión es realizar labores de seguridad en el país, en los santuarios y en las regiones desérticas y rurales del país tomando atribuciones parecidas a las de una Gendarmería aunque, también, su presencia es masiva en fronteras calientes como las de Irak, Afganistán o Pakistán y menos numerosa en fronteras tranquilas como Turkmenistán, Armenia o Azerbaiyán.
El despliegue no es exclusivamente para la lucha antiterrorista sino para evitar la entrada ilegal de inmigrantes o el tráfico de drogas que es, tras la guerra contra el terrorismo, la gran guerra de Irán.
El nivel de combatientes llegó a 400.000 miembros activos en los campos de batalla, aunque la cifra descendió notablemente a partir de 1988, cuando acabó la guerra. En ese momento sólo quedaron algunas divisiones para continuar de forma sostenible con sus actividades en un momento de paz aunque durante los años ochenta se estima que lograron dar entrenamiento militar a cerca de veintiún millones de iraníes que se alistaron como voluntario a tiempo parcial.
En 1993, adaptándola a la nueva realidad del país, el Basij vivió una gran reestructuración que organizó la milicia en 5.000 batallones compuestos por 500 miembros cada uno y divididos en dos grandes columnas: los batallones Al Zahra compuestos sólo por mujeres y los batallones Ashura compuestos sólo por hombres, todos con entrenamiento en el uso de armas cortas, ligeras y pesadas, en el manejo de blindados y defensa de ríos a través de patrulleras.
A estas dos fuerzas se unión en 2007 las columnas Karbalá y Zulfikar con quince mil miembros cada una divididos en unidades especializadas con un máximo de veinte miembros. A pesar de sus actividades en la Guerra de Irán-Irak su papel en las protestas de 2009 contra los resultados de las elecciones entre Ahmadineyad y Mir Hussein Musaví les valió un importante desprestigio entre ciertos sectores iraníes.
Sin embargo, más allá de esto, de todas la reforma de 2007 es la más significativa debido a que aplica el nuevo modelo de guerra pasando de grandes batallones apoyados por fuerzas de alto valor añadido en el combate (fuerzas especiales) a invertir la ecuación colocando como columna vertebral a estas pequeñas unidades altamente entrenadas, pequeñas, fáciles de mover y rápidas como vanguardia de ataque asistida por los grandes batallones cuya función es asegurar las posiciones tomadas por estas unidades. A esto contribuyó la experiencia en Irak tras la invasión de Estados Unidos, modelo que fue testado de forma efectiva en Irak, Siria y Yemen.
Esto ha convertido al Basij en uno de los ejércitos voluntarios más especializados del mundo, ya que más allá de sus funciones policiales, de Gendarmería o defensa de frontera, se ha convertido en una unidad con capacidad de defensa pero, también, con un gran valor ofensivo, de hecho el Basij ha sido la columna vertebral de la presencia afgana en Siria y en Yemen.
Al existir entre las filas de estas tropas, veteranos de la Guerra de Afganistán y de la Guerra de Irak-Irán, muchos de estos voluntarios decidieron participar en las misiones iraníes en Siria y Yemen. Al comienzo estas tropas formaron parte de las milicias iraquíes hasta que la llegada de voluntarios del Basij y nuevos reclutas (tanto del Basij como llegados a través de otros banderines del enganche) crearon el Liwa Fatemiyoun que, con 20.000 voluntarios, participaron activamente en Siria.
Ni que decir tiene que los oficiales del Liwa Fatemiyoun son miembros del Basij que, como tal, están supeditados a los Pasdarán y dependen de ellos.
El Basij es, de todas, tal vez el grupo policial y militar más implicado en la defensa del gobierno iraní frente a los manifestantes, ya que la Guardia Revolucionaria ha descargado en ellos su responsabilidad policial y han abrazado exclusivamente atribuciones militares siendo que el ejército regular iraní, el ejército patriota que defiende a la nación ha sido sustituido por estas unidades ideológicas que responden exclusivamente ante mandos ideológicos y no hacia el estado.