MyTO

Ayuso y el Holocausto

«No es lo mismo usar la memoria del Holocausto para avisar de que puede volver a pasar que usarla para ganar un punto en el debate público. Ayuso hizo lo segundo» 

Opinión

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. | Europa Press

  • Periodista y miembro de la redacción de ‘Letras Libres’ y autor de ‘Mi padre alemán’ (Libros del Asteroide, 2023).

El discurso de Isabel Díaz Ayuso en el día de la conmemoración de las víctimas del Holocausto ha pasado relativamente desapercibido en los medios de derechas. Es torpe y malvado. La presidenta de la Comunidad de Madrid dijo: «Todo tiene un origen. La Shoá no comenzó con la Solución Final. Empezó con el señalamiento, la criminalización, la deshumanización y la discriminación. Ejerciendo y fomentando desde el poder público y con los recursos del Estado. Como sigue pasando hoy por todo el mundo, también en España, en escuelas públicas, en entornos vecinales, en algunas calles, plazas». También dijo: «Hoy también en nuestro país se señalan establecimientos, se persiguen a determinados ciudadanos, se fomenta el terror y la turba contra ellos». 

Si no quería comparar el odio y la persecución nazi contra los judíos con la actualidad española, fracasó. Y si quería realmente hacer la comparación, la hizo en el peor contexto posible. Su postura no es simple presentismo o provincianismo histórico, la idea de que nuestra época es terrible y única al mismo tiempo, como ha escrito Santiago Gerchunoff. Es mala fe. Porque si la presidenta de la CAM no tiene ni idea del Holocausto, ni siquiera una idea superficial consecuencia del visionado de El niño del pijama de rayas o La lista de Schindler, al menos debería saber que no es un tema que deba frivolizarse ni contemporizarse. O al menos debe tener alguien a su alrededor que le avise de que tenga cuidado. 

«Uno de los aspectos más estúpidos y dañinos de la polarización es su incapacidad de ver matices»

No estamos ante un adolescente que se hace una foto de mal gusto en Birkenau y la sube a Instagram; estamos ante la presidenta de una de las regiones más importantes de Europa en un homenaje a las víctimas de un genocidio. No es lo mismo usar la memoria del Holocausto para avisar de que puede volver a pasar (como hacían supervivientes como Elie Wiesel o Marian Turski) que usarla para ganar un punto en el debate público. Ayuso hizo claramente lo segundo. 

Hay quienes sostienen que no dijo nada falso, que en Cataluña se persigue a los no independentistas, por ejemplo. Es una observación que solo puede hacer alguien cegado por su dogmatismo. La diferencia entre la violencia política que llevó al Holocausto y la discriminación en Cataluña (qué vergüenza me produce escribir esta frase) es la diferencia que hay entre la muerte y la vida. Uno de los aspectos más estúpidos y dañinos de la polarización es su incapacidad de ver matices. Cuando algo es malo o injusto, lo es absolutamente. Por eso se usan conceptos como «terrorismo machista» o «genocidio cultural». Algo malo es siempre lo más malo

«El recuerdo tiene su propio idioma, textura, arqueología y limitaciones», escribió el escritor y superviviente del Holocausto Elie Wiesel. «También puede dañarse, robarse y avergonzarse; pero depende de nosotros rescatarlo e impedir que se convierta en algo barato, trivial y estéril». Al contemporizar el Holocausto no lo hacemos más cercano a nosotros, lo alejamos y relativizamos. Si el objetivo era la concienciación, conseguimos justo lo contrario.

18 comentarios
  1. Pepecola

    Si lo que quería el columnista don Ricardo Duda es salir a escena para echarle a doña Jezabel Díaz Ayuso, quien en su maldad luciferina no se priva de nada maléfico que se le atribuya, una BRONCA de tres pares de narices a cuenta de su presunta y no demostrada «banalización» del holocausto, y zurrarle la badana a placer, propinarle un par de patadas en la entrepierna, media docena de cogitazos dialécticos paque aprenda lo que vale un peine, y quedarse más satisfecho con su desahogo intelectual abusivo que un maestro ciruelo con su pequeño saltamontes un poco lerdo y no iniciado en los recovecos de la lógica formal y la intertextualidad del tremendo discurso banalizador, que según el mismo autor hubiera pasado bastante desapercibido si no hubiese él (el autor) salido con su espada flamígera textual y con toda la carga de su justa indignación ética y moral contra la réproba presidenta de la CAM, quedándose el autor más ancho que panchez, atribuyéndole maldades a la interfecta que otros menos suspicaces con el enemigo o más contemporizadores con los amiguetes no han sabido, o no han querido ver ni endiñarselas en su debe (del debe y el haber) discursivo, que no están para nada en el discursito de la Sra. Jezabel.

    Un discurso «torpe y malvado» a juicio del columnista, que con esta afirmación tan rotundamente torpe y malvada se une en espíritu a la camada negra de cretinos escracheadores que la llamaron «asesina» a grito pelado con un odio que parece el germen de todo lo que nos pueda ocurrir después, mientras las izquierdas lobunas de Lobato el candidato del PSOE disfrazadas con piel de oveja dice que iba provocando, y ya estamos discutiendo del sexo de los ángeles o de si son churras o son médicas. Idioteces. Por sus hechos los conoceréis y no solo por sus palabras. O sea, como suele decirse a los hechos me remito, y a lo hecho pecho palomo yo me los guiso y yo me los como.

    «Hay quienes sostienen que no dijo nada falso, que en Cataluña se persigue a los no independentistas, por ejemplo. Es una observación que solo puede hacer alguien cegado por su dogmatismo.»
    Obviamente en Cataluña no se persigue a nadie que no esté cegado por el dogmatismo de su españolismo unionista, ni a nadie que sea un buen catalán de los pies a la cabeza, que esté en posesión de la verdad revelada solo al pueblo elegido (derechos patentados) certificado de buena conducta expedido por las autoridades competentes, fe de vida en caso de pensionista o mediopensionista mayor de 60, haber jurado o prometido los principios fundamentales del movimiento nacional propio, y expresarse siempre en todo momento, hasta en sueños por aquello del poeta de es cuando duermo cuando veo claramente que tengo la razón por el mango, en cristiano mandarín por así decirlo, sobre todo en las escuelas en las que te puede caer un puro, o si eres un alumno indefenso ante las autoridades académicas lazis del régimen te puedes quedar sin el helado de cada día, sin el pan con chocolate del loro, o sin el sorbete de limón y el carajillo de ron en mi caso, que me sientan como un tiro en el estómago, o se te puede caer el pelo si eres maestro ciruelo en tu idioma, o una multa gubernativa por rotular en castellano de España aunque rotules también en catalán de España, por chapurrear en un organismo oficial el idioma feroz del imperio austrohúngaro, o para dirigirse uno a su señorito cuando el gachó pide un café amb llet y le traen al pobre un vulgar café con leche bien caliente, un camarero colombiano, un suponer, que sólo habla en austrohúngaro y de puritito milagro. Bestias en cuya dentadura postiza se adivina el moho del antinacionalismo más desfachatado, y el verdín de las acelgas con chorizo que se ha metido el interfecto entre pecho y espalda. Hombres, las mujeres son otra cosa, más bien homúnculos a medio hacer que vienen aqui a mearse río arriba en el Besos o en el Llobregat y a arrimarle la cebolleta a nuestras mujeres en nuestras demostraciones sindicales y patrióticas del onze de setembre (estírame dels membres)violar la integridad nacional de nuestras señoras engatusandolas con zalamerias o mientiendoles descaradamente con respecto a la profesión de maderos de muchos al servicio del estado opresor, y otros miembros que no digo que el tiempo habrá de arrugar y se comerán los gusanos. Una pena, pero así es. Es una cuestión de fe y de to be or no to be catalán.

    A estas alturas ya creía que había perdido el hilo de mis cogitaciones pero lo acabo de recuperar milagrosamente de milagro gracias a San Cucufato. A lo que iba, que hay que contemporizar bien contemporizado el Holocausto porque si no estamos perdidos y puedo ocurrirnos lo que dice el contemporizador que lo descontemporice buen descontemporizador será: «Al contemporizar el Holocausto no lo hacemos más cercano a nosotros, lo alejamos y relativizamos. Si el objetivo era la concienciación, conseguimos justo lo contrario.» Queda súper claro, o no.
    Como ha escrito Ricardo Duda sin duda alguna lo de Ayuso es mala fe, ojo al parche que tiran al codillo, y eso es una afirmación rotunda que no admite ningún atisbo de duda por parte de los sufridos lectores de duda que te montan un auto de fe en cuanto asoma las orejas la duda existencial. Es así, y punto pelota. Y quien se pica ajos come.

    Quizá le esté dando yo una importancia desmedida a una tontería que siempre se hace para congraciarse con los nacionalistas lazis, con los esbirros filoterroristas, con los neorrancios y neorrancias de la izquierda neoestalinista y con los prebostes fachas del movimiento nacional propio, que son todos muy mirados y muy miradas y si alguien osa decirles que son unos mierdas sectarios que ofenden a las personas humanas, catalanas o no, con sus insultos garrulos en una televisión pública pagada por todos como es TV3%.. «Su postura no es simple presentismo o provincianismo histórico, la idea de que nuestra época es terrible y única al mismo tiempo, como ha escrito Santiago Gerchunoff.» que escribe Ricardo Dudda para que no nos quepa la menor duda de que siempre «Algo malo es siempre lo más malo» ¿y quien es la mala oficial de la película a la que los buenos chicos escracheadores califican de «Asesina» Ein?, Pues AYUSO, joer qué no te enteras chaval. Esto que dicen de que en una conversación entre dos sectarios de la política realmente existente tarde o temprano por una de las partes contratantes de las primeras y segundas partes nunca fueron buenas aparecen inevitablemente el nazismo y asoma las orejas Adolfo Hitler, es absolutamente cierto. Pero también lo es que en una conversación informal entre dos izquierdistas o ultraizquierdistas de izquierdas que se atreven a ponerle una peguita por leve que sea a los nacionalistas lazis o a los filoetarras de Bildu, en presencia de algún preboste o prebosta del movimiento nacional propio, enseguida hay que sacar a AYUSO a colación para darle una buena zurra y hacerse perdonar los pecadillos intelectuales por desafecto con los principios del movimiento plurinacional sanchista. Siempre se termina llegando a la conclusión de que a AYUSO habría que aplicarle un 155 por exagerar en las similitudes.

  2. Psilvia

    «Uno de los aspectos más estúpidos y dañinos de la polarización es su incapacidad de ver matices. Cuando algo es malo o injusto, lo es absolutamente»

    Así es como señalan, entienden y desprecian todo lo que huela a español los nacionalismos periféricos de Cataluña y el País Vasco. El antiespañolismo que profesan y del qué reniegan sin dejar por ello de poner el cazo, amén de ser los privilegiados del Estado español, es bien conocido por aquellos ciudadanos catalanes y vascos (autóctonos o de adopción) que habitan en estas comunidades pero que no comulgan con su credo político. Que en Cataluña se «persiga» a los no independentistas en todos los ámbitos de la sociedad civil no es una observación de alguien cegado por su dogmatismo.
    Es una realidad incómoda para los que no se han visto nunca en esa tesitura. Lo único que evita esa persecución en sus más variadas modalidades es guardar un silencio sepulcral y no significarse demasiado. De hacerlo, te aguarda la guadaña independentista con la muerte civil.

  3. Farringdon

    Qué feo queda intentar hacer méritos y meter la pata por ignorancia.

    Jordan Peterson estudió en «Maps of Meaning» la anatomía del mal absoluto inherente al ser humano desde Caín, tomando en consideración las catástrofes del nazismo y el comunismo. Hace un razonamiento que para mi es estremecedor:

    «Desde un punto de vista estrictamente estadístico, no hay ninguna indicación de que usted y yo, de haber vivido en aquellas ciscunstancias, hubiéramos sido uno de los pocos virtuosos que denunciaron la barbarie. Por eso sabemos que se puede repetir».

    Lo cierto es que el holocausto no comienza en 1941 cuando Reinhard Heydrich firma el proyecto de Solución Final. Empieza en 1933 con la ley que les excluye de la finción pública. Empieza con la ley que les excluye a los niños de la educación (Abril 33). Empieza en 1935 cuando se les quita el derecho de voto, ocuando se borran sus nombres en los memoriales por caidos en la IGM.

    Empieza en Nov 1938 con el Kristallnach, destrozando los escapatares de sus tiendas, o con los desfiles de antorchas. En el libro «The III Reich» (Huber & Muller 1967) aparece una foto espeluznante: las SS haciendo a un grupo de judíos limpiar de rodillas las calles de Viena. Los civiles mirando. ¿Recuerdan cuando en BCN echaban lejía por donde habían pasado los de C’s?

    Es imposible no recordar los 875 asesinados por ETA y aquel «Algo habrán hecho» del PNV. O los 200.000 exiliados del Pais Vasco. O de los desfiles de antorchas de ERC en 2017/2018. O de la tienda de la madre de Alber Rivera, mientras que el PSOE le llamaba «Albert Primo de Rivera». O de los funcionarios que tienen que desplazarse por no hablar catalán. O los médicos denunciados por lo mismo.

    El mal no es político. es un instinto humano que se reproduce cuando no ponemos cuidado. La política es solo una forma de reproducirlo de forma industrial. Por eso hay que denunciarlo en su primer brote, en su primer esqueje. Antes de que sea tarde.

    Por eso es oportuna la intervención de Ayuso. Les está comiendo la tostada a los de Vox, que son víctimas de facto.

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