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Esto no es serio

«El jefe de Gobierno pone velas a Santa Rita, abogada de los imposibles, para que no se apruebe una ley promovida por él. España no merece este bochorno»

Opinión

Pedro Sánchez.

  • Periodista, vivió la Transición desde el ruedo, no la barrera, y su escepticismo respecto a la clase política actual –con excepciones- es inconmensurable. Y se le nota.

Está justificado el titular. Gobierno de coalición a tortas prácticamente desde sus inicios, con la minoría ejerciendo cada vez más presión porque el presidente, para no tener problemas, acaba asumiendo prácticamente todo lo que le propone Podemos. La ministra de Igualdad, con nula experiencia de gobierno como la casi totalidad de los restantes ministros, tanto sanchistas como podemitas, propone una ley disparatada, como le advierten todas las instancias judiciales incluido el Ministerio de Justicia.

No hace caso, a ella no le tose nadie. Y como no le tose nadie, el presidente de Gobierno firma el decreto ley, se aprueba con los apoyos habituales… y se produce el desastre. Violadores y abusadores sexuales a la calle o con sus penas reducidas, alarma social y descrédito del Gobierno. Porque se cumple exactamente lo que decían los órganos que decían así no, así no.

Ante el fiasco, el PP presenta una propuesta de ley en el mes de diciembre que palía los efectos de la ley Montero. Sánchez, asustado por lo que se veía encima, catastrófico en tiempo electoral, finalmente decide reformar la ley que él había avalado. Y presenta una propuesta que es prácticamente idéntica a la del PP.

Capítulo segundo: Podemos se indigna y se moviliza para que los socios de Gobierno no apoyen la reforma, y parte de ellos se suman a la posición de Podemos. Sánchez se desespera porque el PP anuncia que si se mantiene el texto del Gobierno registrado en el Congreso, apoyará la reforma de la Ley Montero porque recoge lo que ellos habían propuesto, y entonces Vox dice que podría apoyarla también. Patxi López se vuelve loco y advierte que no piensa negociar nada con el PP, pero con el paso de las horas lo que se produce es que se suman apoyos a la reforma propuesta por Sánchez. Lo peor que le podía pasar, porque saldría adelante gracias al PP y, quizás, a Vox. 

Una tragedia, un desastre, un sinsentido. Montero, Rosell, Belarra y la inefable Pam se frotan las manos, y Pablo Iglesias, tertuliano eficaz pero profesor con déficit de alumnos, acaricia la idea del regreso a la política activa, porque es tan apasionante lo que ocurre, tan novelero, tan esperpéntico, tan surrealista… No lo mejora ni Juego de Tronos, su serie favorita. Falta sangre, pero se adivina en lontananza un buen número de cadáveres políticos. 

«La vara de medir es muy distinta según se juzgue a la izquierda o a la derecha»

A cualquiera que se le cuente que un jefe de Gobierno pone velas a Santa Rita, abogada de los imposibles, para que no se apruebe una ley promovida por él, creerá que su interlocutor le está tomando el pelo. Pero no, es cierto. Y España no merece ese bochorno.

Hay más para avergonzarse, pero como se trata de vergüenzas que se producen en el seno del Gobierno, que es de izquierdas, pues no se produce excesivo escándalo. Es como lo de las alianzas: asociarse con Bildu se asume con naturalidad, pero a quien se alía con Vox se le demoniza como a un criminal. La vara de medir es muy distinta según se juzgue a la izquierda o a la derecha. Y vaya por delante que esta periodista siente muy poca simpatía, por no decir ninguna, por Vox. Y si fuera militante o votante de Vox se daría de baja de inmediato no por proponer a Ramón Tamames candidato a la moción de censura, sino por no ver en Abascal a un político con las agallas suficientes como para defender él mismo la moción de censura que propone.

Pero el asunto que provoca vergüenza no está relacionado con partidos, sino con el Gobierno: los nuevos trenes a Cantabria y Asturias que no caben por los túneles, porque se han hecho mal las mediciones. Han cesado dos personas de Adif y Renfe del segundo escalón y punto en boca. Un asunto de mediciones, dicen, dando a entender que se trata de un asunto menor. Esto ocurre con un Gobierno del PP y arde Troya.

Lo dicho: este país, políticamente hablando, no es serio. 

11 comentarios
  1. farmyardcheek

    Pues opino que esto tenía que salir mal, pues quién está al mando es un fraude, es cumfraude, ni se leyó la tesis doctoral que dice que hizo.

  2. Dispositivo

    Estoy de acuerdo en lo que dices en el artículo. Pero la manera cómo te expresas de Vox o Abascal me dice que tú también estás contaminada por la progrez. ¿Es que nadie se salva? Por qué? Por miedo al que dirán? La verdad es que no os entiendo este odio africano a Vox. No tiene sentido si profundizas un poco. Pero al criticar a Vox nunca profundizáis, por si acaso os salen las contradicciones. Simplemente os limitáis a seguir la ola. Así no vamos a ningún sitio.

  3. Manuteide

    Te has quedado corta Pilar….se podría decir mucho más de este infectó gobierno…y eso..si el gobierno fuese del PP estaría incendiada la calle.

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