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Tamames y los muros de la patria

«Tamames es más grande que Vox y, aunque la posición excéntrica de este partido es la que ha propiciado esa posibilidad, me extrañaría que se ‘ajustase’ a su plan»

Opinión

Ramón Tamames.

No sé qué aguante tendrá Tamames en una moción de censura, pero hace veinte años lo tenía supremo. Coincidí con él en un vuelo de Río de Janeiro a Madrid –lo vi embarcarse en Galeão con un par de amigos– y me vino la típica reflexión: si caemos en el Atlántico, el titular será «Mueren Ramón Tamames y trescientas personas». De madrugada nos pusieron El dilema, aquella película con Russell Crowe sobre la demanda a una compañía de tabacos, y vi a Tamames absorto en la pantalla mientras me tambaleaba por el pasillo camino del baño. Demasiadas horas después, me vi justo a su lado en el autobusito que nos transportaba por la pista de Barajas. Íbamos de pie, agarrados a la barra de arriba, y, desde mis restos fisiológicos tras la paliza del viaje, me admiré de cómo Tamames seguía debatiendo con sus amigos sobre la película, elocuente y fresco. «Esto es un intelectual», me dije.

Pertenecía, no en vano, a la generación de La Clave y siempre tenía muchas cosas que decir después de una película, que había debido ver muy en serio. Los asomos de frivolidad, la ironía, llegarían con las generaciones siguientes. Recuerdo ahora también sesudas reflexiones sobre Indiana Jones en una entrevista del Loco de la Colina; en la que encima recomendó, por cierto (primera vez que yo oía el nombre), la poesía de Jaime Gil de Biedma. Tamames está en mi paisaje inaugural, con las demás figuras de cuando empecé a leer la prensa, que fue justo a raíz del golpe del 23 de febrero de 1981. Los primeros periódicos los compré aquellos días, a mis 14 años, y aún me duran los efectos de la marmita rebosante de elogios a la democracia formal y la Constitución en que me sumergí. Mi configuración política se produjo entonces y de ahí no salgo. 

«Lo que él representa es de otra época; que así, como está él, está la Transición»

Tamames fue fundamental, porque la Constitución la leí de su mano: en su libro Introducción a la Constitución Española, que reproducía el texto íntegro con sus comentarios (lo editó Alianza). Los que afirman que el patriotismo constitucional no levanta pasiones tendrían que haberme visto. Por eso me ha hecho tantísima gracia la perspectiva de que Tamames suba a la tribuna del Congreso a dar un discurso sobre el estado de la nación, que es lo que técnicamente haría. Anuda de algún modo mi experiencia política, de aquellos momentos a los actuales. Y el hecho de que sea un anciano poco vigoroso ya, aunque lúcido, con la edad tan visible en su carne y sus articulaciones, con el pelo naranja (¡inesperado homenaje a Cs en su estertor!) y con detalles coloristas en su ropa, subraya lo que no puede ocultarse: que lo que él representa es de otra época; que así, como está él, está la Transición. Por entonces nos explicaban en el bachillerato que Quevedo hablaba tanto de su decadencia física como de la del país en el soneto «Miré los muros de la patria mía, / si un tiempo fuertes, ya desmoronados, / de la carrera de la edad cansados, / por quien caduca ya su valentía…».

¿Y Vox? Tamames es más grande que Vox y, aunque la posición excéntrica de este partido es la que ha propiciado esta posibilidad excéntrica, me extrañaría que Tamames se ajustase a su programa. Si lo hiciera, resultaría decepcionante, claro. Yo más bien espero, esperaría, una lección de parlamentarismo decimonónico, caduco, inútil, pero terriblemente bello. Un retorno fugaz de la sintaxis y la oratoria, de las citas, del tono intelectual. Todo eso que España ha tenido a veces, pocas veces, hace mucho, pero no se ha merecido nunca.

6 comentarios
  1. Wilbur

    Se ha dicho que Tamames puede ser utilizado por Vox ; también que a quien va a favorecer es a Sanchez; sin embargo podría prestar un servicio impagable a los españoles presentándoles la realidad de un país en el que unos personajes que han pasado de ser delegados de su clase al gobierno de España hacen leyes kafkianas producto de una ideología para adolescentes y con una técnica jurídica propia de escolares infantiles. Producto de esa actividad y de su machacona utilización a través de medios afines los españoles nos dividimos en colectivos más o menos agraviados. Tenemos una política exterior indigna incluso de un país tercermundista en la que el ministro del ramo no se entera de las decisiones de su presidente hasta que ya han salido en el telediario. Sus decisiones son tan extrañas que incluso resulta una hipótesis creíble que le esté chantajeando una potencia extranjera. La inmigración está cerca de convertirse en una invasión y no se percibe actividad en el gobierno para intentar frenarla. El Estado recauda como nunca y la deuda se incrementa como siempre. Todo el poder lo detenta el ejecutivo, que, teniendo pleno dominio sobre el legislativo, se ha hecho con el judicial y ha ido colonizando todas las agencias supuestamente independientes del país……… Si Tamames es capaz de transmitir a los españoles lo delicado de la situación para que sean conscientes de lo que urge echar a esta gente del gobierno, pues habrá hecho algo importante para España.

  2. ToniPino

    Abascal escogió a Tamames porque no tenia candidato y, en principio, podía ajustarse al ideario de Vox, dado su progresivo giro a la derecha. No hay que ser un lince para adivinar que Vox no va a escoger a un verdadero hombre de izquierdas, por muy antisanchista que sea, si no es bastante afín a la ideología voxera.

    De Vox dijo en una ocasión que no le gustaban las formas. Tamames es admirador de José Antonio Primo de Rivera, como otros dirigentes y votantes de Vox, y siempre admiró a los tecnócratas del Opus Dei, impulsados por Carrero Blanco y liderados por López Rodó, y cree que Vox no sabe aprovechar su legado político. Ha dicho también que podría haber sido ministro de Franco. Seguro que con ganas se quedó,

    Tamames fue y es anti-Franco, al que considera un asesino, pero nunca fue un verdadero antifranquista, es decir, un hombre contrario a su régimen. Estuvo un mes en el trullo por organizar un congreso de estudiantes, pero vivió de lujo durante el franquismo. Votó en contra de eliminar el leninismo de la ideología del PCE. Será un gran cinéfilo y hará unos análisis cojonud… de películas, no lo dudo, pero Tamames es un personaje extravagante que se ajusta muy bien a un partido extravagante.

  3. Manuteide

    No sé si Tamames es más grande que VOX o lo que VOX representa en casi 4 M de votos…pero lo cierto es que VOX ha elegido a Tamames y ello parece que no cuenta..el porqué ?? Por algo será. .Creo que lo que más duele y molesta a la opinión publicada políticamente correcta es que haya sido VOX a quien precisamente se le haya ocurrido » tan peregrina idea». Pues vaya ocurrencia de VOX que le ha dado una patada al avispero de la mediocridad correcta. !!! Diría el castizo ….pues eso…

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