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Las dos Españas de Pantomima Full

«El vídeo, titulado ‘Conformista’, ha servido como pretexto para que dos bandos formen filas y conviertan la parodia de dos muermos en una denuncia social»

Opinión

Captura de pantalla del último vídeo de Pantomima Full. | YouTube

  • David Mejía es doctor por la Universidad de Columbia y profesor de Filosofía y Humanidades en IE University.

Las dos Españas afloran en fangos inesperados. Esta semana ha sido a propósito del último sketch de Pantomima Full, el dúo que componen los cómicos Rober Bodegas y Alberto Casado. En el vídeo, un treintañero en chándal cuenta sin emoción que él y su pareja, que llevan ocho años soportándose, han comprado un piso en un barrio -que se adivina periférico- porque «cuadraba el precio y hay metro». Ella dice que se plantean tener un hijo porque es lo que toca y porque la guardería queda cerca. Está harta del trabajo, pero si cambia podría estar peor. Cuando quieren tomar algo van siempre al mismo sitio, salvo algún «viernes tonto» que se atreven con el Telepizza. Por las noches se duermen frente al televisor y este verano volverán a Santa Pola, que tiene playa y paseo, «para qué quieres más».

España (o sea, Twitter) se dividió entre defensores y detractores de la vida corriente: los corrientitos se indignaron con el sketch, los especialitos lo digirieron como la píldora roja de Matrix. Pero el sketch no es una crítica de la vida corriente, sino del conformismo. Y esto no lo sé por ser un lince; no ha hecho falta mayor hermenéutica que fijarse en el título (Conformista), y en ese eslogan que podría firmar Aki Kaurismäki: «La vida no hay por qué vivirla». No es una denuncia de las aspiraciones de las clases medias, sino de la amargura. El humor no deviene de pinchar la burbuja de la vida burguesa, sino en mostrar el rostro resignado de dos personas grises que han decidido compartir una vida de resignación. A diferencia del matrimonio Wheeler de Vía Revolucionaria, la pareja de Pantomima no vive herida por la conformidad, el vacío, la alienación y el deseo de autorrealización. No son pájaros enjaulados, sino personas coñazo.

«Desde el 15-M uno creía que la aspiración de los jóvenes no era hacer la revolución sino incorporarse al sistema»

Quizá sea tercerista por vocación, pero no veo el dardo social por ninguna parte. Ahora, es interesante ver cómo el vídeo ha servido como pretexto para que dos bandos formen filas y conviertan la parodia de dos muermos en una denuncia social. Los corrientitos están siempre dispuestos a reaccionar contra todo lo que parezca satirizar a las clases medias: llamar conformismo a la estabilidad, y burlarse de sus aspiraciones familiares y sus PAUs con piscina. Y los especialitos están siempre dispuestos a aplaudir todo lo que suene a burla de la vida burguesa. Esto es curioso. Desde el 15-M uno creía que la aspiración de los jóvenes no era hacer la revolución sino incorporarse al sistema: casa en propiedad, un colegio cerca, y algo de dinero para salir a cenar y pasar agosto en la playa.

El vídeo de Pantomima contra los muermos ha servido para demostrar que los corrientitos tienen la piel muy fina, y también que los especialitos deben aclararse; da la impresión de que un día quieren ser tu cuñado y otro día quieren ser Bukowski.

6 comentarios
  1. Grossman

    No se cual es el problema, y no entiendo nada.

    Que cada uno viva su vida y no se meta en la de los demás, tan complicado es?

    Vivimos en una sociedad asfixiante, inquisidora, donde todo el mundo le quiere decir a los demás como tiene que vivir, que tiene que odiar, de que se tiene que rebelar, hasta odiar hechos históricos que desconoce o si son aburridos o les gusta los toros, si son burgueses, ricos, pobres, si ahorran o viven al día….y además todos a las redes a poner a parir al gentío.

    Solo me preocupan los que atacan mi libertad, y la de todos, lo demás que cada uno haga lo que quiera.

  2. Psilvia

    «la pareja de Pantomima no vive herida por la conformidad, el vacío, la alienación y el deseo de autorrealización. No son pájaros enjaulados, sino personas coñazo».

    No he visto el debate en Twitter de las dos Españas, David. Sin embargo, en el video de Youtube que deja en el enlace, se contabilizan 27.153 pulgares levantados y cero pulgares hacia abajo. También se registran 2.439 comentarios. Lo que indica que la coña de Pantomima ha gustado al personal bien porque uno se siente identificado con algún aspecto que escenifica la pareja «coñazo» o bien porque a uno le permite distanciarse de la forma en que se retrata a los otros.

    En mi opinión, si se da una denuncia social camuflada en los subtítulos. La mayoría de personas corrientes llevan una vida corriente, anodina, conformista, desidealizada y desganada porque en la vida real ,no se dan los incentivos (maternidad, vivienda, trabajo) para vivirla de otro modo y no tiene más remedio que aceptarlo y ser precavidos con los «experimentos», para no acabar tan solos y desahuciados de los demás que acabemos tirando la toalla de la vida y literalmente nos tiremos por el barranco.

  3. garciadeleon48

    David: seguí siendo «tercerista». Los extremos suelen ser tan poco inteligentes…. Y qué afición en mis queridos antepasado por estar siempre o a favor o en contra: te sigo semanalmente en «Vidas cruzadas»: no te canses de aportar razonabilidad, algo tan dejado de lado.

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