De terremotos y réplicas
«Los efectos de un seísmo como el que ayer se produjo van a ser evaluados tras sus réplicas en comunidades y ayuntamientos en las próximas elecciones»
De terremotos y réplicas.
Cualquier persona que haya vivido un gran terremoto sabe que a pesar de la espectacularidad del primer temblor, que suele ser el que alcanza una mayor gradación en la escala de Richter, no es éste sino sus réplicas posteriores las que poseen mayor capacidad destructiva.
La razón tiene que ver con que incluso los edificios mejor construidos y que se mantienen en pie tras un gran sismo quedan con sus estructuras tan debilitadas que con una pequeña sacudida posterior terminan finalmente colapsando y produciendo terroríficas pérdidas de bienes y vidas.
Exactamente igual sucede en el campo de la política, un lugar en el que los efectos de un seísmo como el que ayer se produjo tras el violento choque entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias -este último por Belarra interpuesta-, solo van a poder ser evaluados tras sus réplicas en comunidades y ayuntamientos en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de Mayo.
Y no es que los daños ya producidos a nivel nacional sean menores, de hecho pueden ser tan profundos que incluso en el caso de que finalmente se logre un acuerdo entre todas las banderías de la izquierda realmente existente para armar listas conjuntas al congreso y al senado, la fatiga de materiales a la que están sometiendo a sus votantes tenga dramáticas consecuencias en forma de deserciones de decenas de miles de votantes hacia la abstención y -menos- hacia el PSOE… Y no digamos ya si se consuma la división en dos o más listas que compitan entre ellas en las próximas elecciones generales en las 52 circunscripciones en juego.
«Donde van a producirse a corto plazo los mayores destrozos es en las réplicas municipales y autonómicas de este enfrentamiento»
Por muy importantes que sean esos daños, que insisto, serán graves, donde van a producirse a corto plazo los mayores destrozos es en las réplicas municipales y autonómicas de este enfrentamiento.
La razón es que hoy, 3 de abril, el BOE va a publicar el decreto de convocatoria de las elecciones municipales, una disposición que además fija como fecha límite las 23 horas y 59 minutos del próximo día 23 de abril para presentar las listas ante la junta electoral.
Esto significa que los representantes locales y autonómicos de Pablo y Yolanda, de Podemos y del aún informe ‘sumar’, disponen de veinte días, ni uno más, para llegar a acuerdos que les permitan confeccionar listas unitarias en miles de municipios y unas cuantas comunidades autónomas.
Unas listas que de ser conjuntas permitirán que, al alimón con el PSOE, la izquierda siga gobernando en una nada despreciable cantidad de ciudades pero que de ir por separado tendrá como resultado la pérdida de incontables gobiernos logrados por los pelos las pasadas elecciones.
Todo ello sin contar con el previsible y escasamente edificante enfrentamiento cainita que como una bomba de racimo se extenderá desde Madrid hasta la última de las pedanías de nuestra geografía y que además, como postre, dejará al resto de partidos vía libre para iniciar sus campañas electorales mientras ellos se destrozan unos a otros con la exquisita crueldad que siempre ha demostrado la izquierda para con los disidentes, sean quienes sean estos.
