MyTO

Gatillazos del PSOE

«Yolanda Díaz mirará a su izquierda y Sánchez a su derecha. Al PSOE le basta con parar la sangría hacia el PP y recuperar a gran parte de sus abstencionistas»

Opinión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press

  • Madrid, 1967. He sido columnista en Libertad Digital, Vozpópuli y El Español. Ahora escribo en La Razón y THE OBJECTIVE y hablo en Herrera en Cope. Soy profesor titular de Historia del Pensamiento en la UCM. Tengo unos cuantos libros de historia y política.

Quien no está a la altura de la situación es el PSOE. El resto está funcionando o cumpliendo su papel según las encuestas. La parte nacionalista de la coalición Frankestein -ERC, Junts, Cup, Bildu, PNV y BNG- no va a bajar de 35 diputados. El proyecto de Yolanda Díaz absorbe a la mayoría de votantes de Podemos y da un buen pellizco al PSOE, hasta 400.000 papeletas, con lo que estaría entre 25 y 28 diputados. La suma de estos grupúsculos daría entre 60 y 63. Para la mayoría absoluta falta un grupo socialista con 116 a 120 diputados. Es aquí donde está el gatillazo del PSOE. 

Sánchez falla. No da la talla para una buena parte del electorado de su partido. La lealtad de sus votantes ha bajado del 75%, lo que es mortal a tenor de por dónde se le escapan los votos. Casi es a partes iguales. Además de los que se lleva Yolanda, pierde 570.000 que van a la abstención y casi 700.000 que se pasan a Feijóo. Lo peor para el sanchismo es lo último. 

Los abstencionistas siempre pueden volver al PSOE, y no los rentabiliza el adversario, pero los otros engordan a quien quiere sacar a Sánchez de La Moncloa. El presidente ha conseguido, como en su día Zapatero, que haya un porcentaje elevado de los socialistas que no le aguante, que prefiera unos años de derecha a seguir soportando el desgobierno de su partido. A estos es muy difícil convencer porque harían falta políticas centristas y españolistas -que en terminología actual de la izquierda son de «ultraderecha»- que, por contra, le granjearían el desprecio de los nacionalistas de izquierdas. Y no se muerde la mano que te da el poder. 

La personalidad de Sánchez no ayuda. No llama al voto un líder débil que no es de fiar. El presidente ha mostrado una enorme debilidad con Podemos y los nacionalistas. No ha impedido pifias como la ley del solo sí es sí y la ley trans, impuestas por las podemitas. 

«La operación para convertir al líder del PSOE en una persona carismática y cercana ha sido un gatillazo descomunal»

Tampoco ha conseguido evitar los chantajes de ERC y Bildu, y las bicocas para los presos etarras son la demostración de una rendición. Esta falta de fortaleza la desprecia el electorado tanto como la ausencia de confianza, y Sánchez no es el rey de la verdad precisamente. En suma, la operación para convertir al líder del PSOE en una persona carismática y cercana, pendiente de las necesidades del pueblo, ha sido un gatillazo descomunal. Los vídeos con jóvenes, trabajadores, jubilados y mujeres se han saldado con chuflas y memes. 

El votante abstencionista es el más bizcochable. Rechaza a Sánchez pero no se va con Feijóo. Las bazas del PSOE para recuperarlos son el españolismo impostado aprovechando la presidencia europea, y una política manirrota en lo social de estilo socialdemócrata. La palabra «España» y la bandera de nuestro país serán los mejores compañeros de Sánchez desde junio. Ahora bien, a estas alturas del PSOE de la «nación de naciones», las mesas bilaterales y los indultos a golpistas estos artificios no cuelan mucho y nos brindaría un buen gatillazo. 

Tampoco es muy eficaz prometer un gasto social sin echar números y usando una descarnada demagogia. No ha funcionado en Finlandia y Suecia, donde los socialdemócratas han bajado porque el electorado de centro desconfía de su capacidad de gestión y responsabilidad con las cuentas. En esta cuestión el PSOE puede dar otro gatillazo: prometer el paraíso a costa de los impuestos a «los ricos», y que no convenza al electorado de centro. 

Ante este panorama lo más probable es que Sánchez y Yolanda se repartan los papeles. La líder de Sumar mirará a su izquierda, y el presidente del Gobierno a su derecha. Al PSOE le basta con parar la sangría hacia el PP y recuperar a gran parte de sus abstencionistas. El objetivo es llegar al 28%, seis puntos más que ahora, y recoger otros 450.000 votos. Si Sánchez da un nuevo gatillazo, la victoria del PP y Vox está muy cerca.  

33 comentarios
  1. AurelioSapio

    Buenos días, señor Vilches.

    Soy de la opinión de que el voto de la izquierda es sólido y, simplemente, está ya repartido entre tres partidos (PSOE, UP y eso que llaman Sumar, y al que yo llamaría Su-Memos, parafraseando a otra persona). El baile de cifras entre unos y otros les hará ganar o perder escaños, según nuestro sistema electoral. La parte que se abstiene o se va al PP será anecdótica. A mí me preocupa más que un partido, el que sea, con una gestión tan desastrosa aún tenga un suelo electoral tan sólido como el PSOE. Existieron UPyD y C’s para reemplazarlo y atraer al votante de izquierdas, pero ya ve usted: desapareció uno y lo hará prontamente el otro.

    Digo esto porque el oficio de politólogo ya habría que tomárselo con ironía y sarcasmo (dicho con todo el respeto y, también, con la ironía que menciono). Al menos, en España. Porque lo de este país y la política es, simplemente, de traca.

    Un saludo.

  2. Grossman

    Queda mucho tiempo para ver lo que sucederá y es posible que haya movimientos que ni intuimos, dentro del electorado.

    Por ejemplo, que pasa con los jóvenes, los nuevos incorporados, eso es una incógnita, esos no tienen tantas ataduras ideológicas y sus planteamientos empiezan a ser más realistas ante el futuro que les estamos dejando en herencia. Leí que la mayoría son de derechas o extrema derecha porque ven un ejército de jubilados con mejores pensiones que ellos y otro ejército de funcionarios que llenan de grasa la administración.

    La izquierda española es la más fanática de Europa, no comparable a los nórdicos, un voto del PSOE trasladado directamente al PP vale doble y queda por ver la contabilidad mental del electorado, corrupción desmadrada, gasto del gobierno con desprecio a los de abajo, insultos a los empresarios, liberación de violadores y pederastas, ofensas y humillaciones a las víctimas del terrorismo, blanqueamiento del golpismo y humillación a España y los españoles todos los días.

    Superar eso a base aguinaldos lo veo complicado.

    Veremos.

  3. el_castor

    ¿Que victoria de PP y VOX, señor Vilches? si no pasa un día sin que algún dirigente del PP no sentencia que es imposible gobernar con VOX. Yo creo lo que me dicen las personas autorizadas, y si no puedo creerlas, las desprecio.

Inicia sesión para comentar