Gerontocracia en campaña
«Que Biden repita como candidato a la presidencia a sus 80 años y Trump lo haga con 76 no augura un buen futuro para la que fue gran superpotencia mundial»
Joe Biden.
Cuando la gerontocracia se mantiene en el poder, las potencias podrían estar en declive. Que Biden repita como candidato a la presidencia de Estados Unidos del Partido Demócrata a sus 80 años y Trump lo haga en el Republicano con 76 no augura un buen futuro para la que fue gran superpotencia mundial. Los ancianos secretarios generales del Partido Comunista Chernienko y Andropov anticiparon, pese a la llegada posterior del revulsivo Gorbachov y su perestroika, la caída de la URSS.
Las encuestas en Estados Unidos reflejan la poca confianza que el pueblo americano tiene en Biden y Trump ya que más del 60% del electorado no desean que vuelvan a postularse como presidentes. El Partido Demócrata no ha encontrado un sustituto para el actual presidente. La vicepresidenta Kamala Harris, pese a que aparece en numerosas ocasiones en el vídeo de presentación de la candidatura a presidente de Biden, ha tenido un perfil muy bajo durante estos años, salvo en los debates sobre el derecho al aborto, y sus índices de aprobación son muy bajos. Ser mujer y perteneciente a dos minorías podría ayudarle a aglutinar a esa coalición que ayudó a Obama a ganar las elecciones.
Sin embargo, su gestión del problema migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos no fue brillante y le alejaría de las minorías hispana o afroamericana y asiática que ella representa. La avanzada edad del presidente coloca a Harris de nuevo como primera en la línea de sucesión en caso de muerte de Biden. Los rivales del presidente en las primarias demócratas serían testimoniales. Ni Marianne Williamson, autora de libros de autoayuda, ni Robert F. Kennedy Jr., que ha apoyado al movimiento antivacunas, pueden hacerle sombra. Otro candidato de veteranía considerable, como Bernie Sanders, apoyará a su compañero de generación.
En el lado republicano, las cosas no andan mucho mejor. El único que, de momento, se presenta a las primarias de su partido vuelve a ser Donald Trump. Un candidato polarizador y asediado por los múltiples juicios que le esperan, siendo ya el primer expresidente que ha sido imputado. Sin embargo, el candidato republicano se crece en las adversidades y su dominio de la escena mediática le propulsa dentro de su partido, donde Ron DeSantis no termina de presentar su candidatura mientras Trump no deja pasar día en el que no le critique.
«Trump sabe cómo polarizar las campañas y no tardará en encontrar algún nuevo mote para Biden»
Si todo sigue como hasta ahora y en las primarias de sus respectivos partidos ganan Biden y Trump, lo único que cambiaría desde los últimos comicios es que esta vez no hay pandemia y la carrera presidencial será más dura para los candidatos, sobre todo, para Biden. Su edad, pese a que los médicos hayan certificado que está bien de salud, le puede pasar factura. Las campañas electorales americanas conllevan múltiples viajes y mítines en los diferentes Estados. El equipo del Partido Demócrata temblará cada vez que Biden baja de un avión o se pone a dar un discurso debido a sus frecuentes errores. En el otro lado, Trump y su Make America Great Again han calado de tal manera en el Partido Republicano que es difícil que cualquiera que fuese el candidato presidencial del partido se distanciara de ese movimiento. El empresario neoyorquino sabe cómo polarizar las campañas, no tardará en encontrar algún nuevo mote para Biden, y esto podría ayudar a movilizar a los demócratas y también a los independientes.
Lo más moderno de estas elecciones que se avecina son los vídeos electorales, nada que ver con la caspa de nuestros políticos patrios. El que lanza la candidatura de Biden plantea la campaña en términos de defensa de la democracia, de más libertad y de protección de los derechos para las minorías y las mujeres frente al Trump de la insurrección en el Capitolio del 6 de enero de 2021. El Comité Nacional Republicano no tardó en responder al anuncio de Biden con un vídeo en el que advierte de las posibles consecuencias de un segundo mandato del actual presidente, en caso de que colapsaran los mercados financieros, hubiera una invasión china de Taiwán o una nueva oleada de inmigrantes ilegales y delincuencia.
En un país cuya economía y empleo crecen pese a la inflación, con un Biden que ha sabido gestionar la pandemia y ha invertido en proyectos de infraestructura y en la lucha contra el cambio climático; que ha conseguido acuerdos políticos para la fabricación interna de microchips o el uso de las armas; con una mala gestión en la salida de Afganistán, pero con un apoyo a Ucrania frente a Putin que ha evitado la derrota de Kiev, es difícil, salvo sorpresa en las primarias republicanas, que Trump le arrebate la presidencia, a no ser que el país entrara en recesión.
