Bolaños-Pegasus busca un 15-M
«Queda por ver si el ministro Bolaños se trasladará a la cabecera de la protesta a presentar su solidaridad con los manifestantes o eso lo deja para sus socios más a la izquierda»
Ocurrió hace solo un año, aunque parezca una eternidad. El 2 de mayo de 2022, a primera hora de la mañana, las radios anunciaron la convocatoria de una excepcional comparecencia de prensa del ministro Félix Bolaños en La Moncloa, que muchos medios retransmitieron en directo. Presentado por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, Bolaños contó que «en los últimos días, en las últimas fechas», el Centro Criptológico Nacional había «verificado» que, un año antes, «los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa habían sido infectados con el software Pegasus». ¿En los últimos días se habían dado cuenta de una infección ocurrida un año antes? Sí. Y decidieron contarlo en el día de la principal fiesta de Madrid. También.
«Cómo es posible que se tardara nada menos que un año en detectar la infección de unos teléfonos móviles que deben estar sometidos a la máxima seguridad»
Bolaños detalló que se produjeron «dos intervenciones en el teléfono del presidente en mayo de 2021 y una intervención en el móvil de la ministra de Defensa en junio de 2021». También contó que habían puesto «en marcha» la verificación «de todos los móviles del Gobierno». Y que esa misma mañana, festivo en Madrid, el Gobierno acudiría a la Audiencia Nacional para interponer una denuncia. No explicó, ni entonces ni después, cómo es posible que se tardara nada menos que un año en detectar la infección de unos teléfonos móviles que deben estar sometidos a la máxima seguridad ni, desde luego, por qué se eligió precisamente la mañana del 2 de mayo para hacerla pública, aunque esto último es fácil de adivinar.
De su sorpresiva rueda de prensa en La Moncloa, Bolaños se trasladó a la Puerta del Sol para participar en los actos institucionales que cada año organiza el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Fue recibido con la frialdad que se regala a los aguafiestas y allí siguió departiendo con los periodistas sobre la noticia-bomba que había desvelado poco antes, aunque sin explicar nada sobre lo realmente relevante: ¿cómo es posible que se tardara un año en detectar la infección del móvil del presidente del Gobierno?; ¿quién lo infectó y por qué?, y ¿qué información sensible extrajo el ignoto espía del teléfono de Pedro Sánchez? Ayer mismo, los medios informaban de que la causa que sigue el juez José Luis Calama, de la Audiencia Nacional, ha llegado a su fin sin que se haya podido identificar a ningún presunto responsable. ¡Pues vaya! Tanta transparencia en la mañana del 2 de mayo de hace un año para nada.
Este año Bolaños no ha sido invitado a Sol y está tan enfadado que ha decidido autoinvitarse. Antes, junto a su compañero Francisco Martín, nuevo Delegado del Gobierno en Madrid, ha organizado su peculiar contra-celebración. La Delegación del Gobierno autorizó una manifestación en la Puerta del Sol contra el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en la mañana de este 2 de mayo. Tras las quejas y protestas, el Delegado sólo accedió a trasladarla unos pocos metros, a la calle Arenal, una de las vías peatonales que desembocan en Sol. Ahí se hará. Queda por ver si el ministro Bolaños se trasladará a la cabecera de la protesta a presentar su solidaridad con los manifestantes o eso lo deja para sus socios más a la izquierda.
Manifestarse en Sol en campaña electoral exuda un inconfundible aroma a 2011. ¿Se acuerdan? Solo siete días antes de las elecciones municipales y autonómicas (que se celebraron el 22 de mayo de aquel año) el movimiento de los indignados acampó en la Puerta del Sol, y allí se quedaron hasta muy pocos días después de que se cerraran las urnas: levantaron el tenderete al empezar junio.
Teóricamente, aquel idealizado 15-M era un movimiento contra el bipartidismo y contra los recortes. Claro que esos recortes los había anunciado, y puesto en práctica, un año antes el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero (es célebre su discurso de mayo de 2010 en el Congreso). Y seguro que fue casualidad elegir Sol para la acampada, sin caer en la cuenta de que en la sede gubernamental de esa céntrica plaza madrileña quien habitaba en esas fechas era la popular Esperanza Aguirre y nadie del Gobierno socialista de la nación. ¡Y a ti qué más te da! Cuando rechazas el bipartidismo puedes manifestarte contra el PP por decisiones adoptadas por el PSOE. Fue casualidad, o premonición, pues ahora hasta los socialistas más conspicuos dicen que en los años de la crisis de 2008 quien gobernaba en España era Mariano Rajoy… que esperó hasta el 20 de noviembre de ese 2011 para ganar las elecciones; eso sí, por mayoría absoluta.
«Los dirigentes de aquella novísima ‘Democracia Real Ya’ están integrados en Podemos y sus satélites, mareas y escisiones»
¿Estará el ministro Bolaños, con su compañero Martín, ideando cómo reinventar el 15-M para esta campaña electoral? Nada es imposible, aunque lo de 2011 salió regular. Esperanza Aguirre, por ejemplo, logró su mejor resultado electoral, no solo en las autonómicas sino en el conjunto de los municipios de Madrid. Y los dirigentes de aquella novísima ‘Democracia Real Ya’ están integrados en Podemos y sus satélites, mareas y escisiones. Si entonces eran antisistema contra el sistema, hoy son los antisistema que mejor viven del sistema.
Lo veremos mañana y en los próximos días. Hay algunos indicadores interesantes de lo que será el futuro. Por ejemplo: ¿qué significará ese rotundo compromiso que el Gobierno de coalición ha asumido con Bruselas para que en 2024 (ni un minuto antes) España vuelva a ser un modelo de austeridad presupuestaria? O, ¿cómo se explica que en el detalle de ese compromiso de déficit disciplinado no entre la barahúnda de promesas con las que está inundando Sánchez la campaña? No aparecen, por ejemplo, ni sus centenares de miles de pisos públicos ni sus millonarias dotaciones para Formación Profesional.
Significará la obvio: hay que ir calentando la calle por si las encuestas aciertan y las urnas no dan.