¿Cambio de tendencia?
«La desaceleración del PP tiene causas objetivas, siendo la principal la pérdida de foco de una campaña incapaz de mantener un relato coherente»
A poco más de cuatro semanas de las elecciones generales del 23 de julio, el ‘Votómetro’ confeccionado por el equipo de Redlines para THE OBJECTIVE y que utiliza la media ponderada de las principales encuestadoras de nuestro país refleja por primera vez una bajada en la intención de voto del Partido Popular (PP).
Una bajada mínima y que prácticamente no afecta al número de diputados que obtendría el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo pero que debería hacer sonar las alarmas de Génova 13 ya que de significar un cambio de tendencia afectaría a las posibilidades de estos. No de alzarse con la victoria electoral, algo que se da por descontado, sino de hacerlo con la suficiente contundencia como para poder articular un gobierno monocolor, una posibilidad que con los datos actuales estaría en cuestión.
El ‘Votómetro’ constata no ya un frenazo en la ascendente carrera comenzada en las elecciones municipales y autonómicas celebradas a finales del mes de mayo, sino, y esto debería ser lo preocupante para el equipo de campaña popular, una pérdida de tracción que le llevaría a perder dos diputados respecto a la primera edición de este instrumento, quedándose en 146.
«Máxima atención a la próxima semana, que puede ser determinante para saber si estamos ante un cambio de tendencia real o ante un mero avatar de campaña»
Una desaceleración para la que además no faltan causas objetivas, siendo desde nuestro punto de vista la principal la pérdida de foco de una campaña incapaz de mantener un relato coherente centrado en los problemas del país y de articular propuestas alternativas de gobierno de forma sostenida y segmentada, mientras caía incomprensiblemente en la trampa urdida por el PSOE de tratar de convertir los pactos autonómicos o la falta de los mismos en noticias nacionales, generando un ruido ensordecedor incompatible con cualquier tipo de estrategia de campaña exitosa.
Unos datos que además coinciden en el tiempo con una ligera mejora de las expectativas del PSOE, un partido que no solo ha dejado de caer a plomo sino que además está consiguiendo recuperar cierto pulso rebasando, siempre según el Votómetro, la cota de los 100 diputados gracias a los impagables servicios de Vox, un partido que bronca a bronca e hipérbole a hipérbole está consiguiendo despertar al menos a una parte del hasta hace pocos días melancólico electorado socialista.
Un partido, Vox, que también se beneficia de esta polarización, situándose casi en el 14%, un porcentaje que aunque lejos del resultado obtenido hace cuatro años, les bastaría para ser decisivos en el próximo parlamento frente a un Sumar que no termina de despegar, ni de hundirse, ni de nada de nada.
En resumen, máxima atención a la próxima semana, que puede ser determinante para saber si estamos ante un cambio de tendencia real o ante un mero avatar de campaña sin trascendencia real alguna.