De cómo Zapatero va a enterrar a Yolanda Díaz
«La autodenominada verdadera izquierda, agrupada en torno al proyecto de Díaz, está encantada de que Zapatero se haya convertido en su sonriente sombra»
Que no les engañen sus exquisitas maneras, su tono amable ni su perenne sonrisa: José Luis Rodríguez Zapatero sigue siendo el político con la pegada más salvaje de nuestra historia democrática, un puño de hierro colado envuelto en fino guante de terciopelo.
Fue Zapatero quien una vez elegido secretario general de los socialistas giró 180 grados la estrategia política y parlamentaria del PSOE transformando los desviados cañonazos ideológicos que poca mella habían hecho hasta el momento al gobierno de José María Aznar en un ballet milimétricamente ensayado que alternaba propuestas de pacto en temas de Estado con aguijonazos en cuestiones sociales, una táctica mediante la que consiguió ganar las elecciones generales de 2004 convirtiéndose en el quinto presidente del gobierno de nuestra reciente historia democrática.
Un plan que desarboló completamente a un Partido Popular incapaz de medir el daño que estaba haciendo a sus expectativas electorales ceder el centro de la cancha a un ZP que fue destrozándoles pacto a pacto, acuerdo a acuerdo, sonrisa a sonrisa y abrazo a abrazo de forma tan eficiente y que incluso hoy muchos de ellos siguen creyendo erróneamente que la culpa de la derrota de las elecciones de 2000 fueron las mentiras de Aznar en la gestión de los atentados del 11M, una dramática confusión de la que podrían salir fácilmente mirando las encuestas de los meses previos a las mismas que muestran que el PSOE ya estaba por delante mucho antes de los atentados.
Pues bien, hoy, de forma similar a aquel PP crepuscular que saludaba con mirada bovina las propuestas de pacto de ZP mientras este les birlaba los nichos de votantes más moderados, la autodenominada verdadera izquierda, ya saben, esa que se agrupa en torno al evanescente proyecto de Yolanda Díaz, está encantada de que Zapatero se haya convertido mágicamente y de un día para otro en su sonriente sombra y de que comparta con ellos actos públicos, cabeceras de manifestaciones y programas televisivos en los que este no se priva de expresar lo muy de acuerdo que estos chicos tan simpáticos están con él y lo bien que le caen todos ellos.
«De igual forma que hizo con el PP hace 19 años, Zapatero ha olido la sangre y se ha puesto manos a la obra de enterrar a Yolanda Díaz a base de besos, abrazos y sonrisas»
No se si de verdad Yolanda, Errejón y compañía le caen bien – incluso es posible que igual que al gato que juega divertido con el ratón antes de asestarle el zarpazo que acabe con su vida esto sea así- de lo que estoy seguro es de que su intuición política le dice que tras una legislatura en la que Sánchez ha agotado los caladeros de votantes moderados gracias a sus pactos con todos los independentismos de la galaxia, la única posibilidad de que el PSOE tenga un resultado mínimamente digno es exprimir hasta el final a los votantes de izquierdas que Yolanda Díaz consideraba suyos ofreciéndoles una salida digna: un PSOE tan izquierdista como la gallega y además más útil que ésta para frenar a la derecha.
Así y de igual forma que hizo con el PP hace 19 años, Zapatero ha olido la sangre y se ha puesto manos a la obra de enterrar a Yolanda Díaz a base de besos, abrazos y sonrisas, una estrategia que como ya comienzan a mostrar todas las encuestas, le está funcionando estupendamente.