MyTO

¿Prensa libre? ¿De qué?

«Parece cada vez más evidente que ese periódico está a las órdenes, caprichos y mentiras de Sánchez, quien no permite voces discrepantes dentro de su partido»

Opinión

Ilustración de Alejandra Svriz.

  • Joaquín Leguina. Villanueva de Villaescusa (1941). Nací en el año del hambre, pero lo hice en la tahona de mi abuela Pilar. Estudié el bachillerato con los curas escolapios en Santander y la licenciatura en CC. Económicas en Bilbao. Después fui becado en la Sorbona, donde obtuve dos master y un doctorado. También me doctoré en la Complutense. Más tarde saqué la oposición a Estadístico Facultativo del INE (hoy Estadístico Superior) y como tal trabajé para la CEPAL en Chile, donde me pilló el golpe de Estado de Pinochet.
    He sido profesor en la Complutense y concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Y diputado nacional. Ah, se me olvidaba (hace ya tanto tiempo), también he sido presidente de la Comunidad de Madrid durante doce años. He escrito novelas, relatos, ensayos y cientos de artículos en variados periódicos y revistas.

El jueves 5 de octubre leí unos titulares en El País que decían: «22 sentencias del Constitucional permiten encajar una amnistía». El artículo lo firmaba Xavier Vidal-Folch y me extrañó que dicho texto fuera tan ramplón en busca de una justificación de lo que vienen cociendo Sánchez y Puigdemont. Al parecer, las múltiples declaraciones de notables juristas que niegan la constitucionalidad de la amnistía no tienen cabida en ese periódico que dice ser «independiente y de la mañana».

Parece cada vez más evidente que ese periódico está a las órdenes, caprichos, mentiras y enjuagues de Sánchez, quien no permite voces discrepantes dentro de un partido que es el suyo, es decir, él es el dueño y señor de gentes sumisas, incapaces de levantar la voz ante una bajada de pantalones tan espectacular como ésta a la que estamos asistiendo.

El citado diario «de la mañana» vuelve a la carga a favor de la amnistía con un reportaje publicado el domingo con la firma de Xosé Hermida y titulado «Amnistía, la eterna discordia. Un recorrido histórico por las amnistías que han jalonado la historia reciente de España y de Europa».

Es ilustrativo lo que allí se recoge, pero es que no viene a cuento respecto a lo que hoy se discute en España, que no es si se quiere producir una reconciliación entre los separatistas catalanes y los catalanes que no son separatistas, ni se trata de la reconciliación entre los que se sienten españoles y quienes solo se sienten catalanes, porque en tales casos en uno y otro lado de la valla tendrían que hacerse concesiones y yo no veo por ningún lado que vaya a haber concesiones del lado separatista. Entonces, ¿cuál es aquí él toma y daca? Parece claro: te doy los votos para la investidura y tú, para empezar, me otorgas la amnistía y luego ya veremos lo que te voy pidiendo cada vez que necesites mis votos para sacar adelante un proyecto de ley. Por ejemplo, la ley de Presupuestos.

Ni Sánchez ni sus cómplices van a pedir a los separatistas ni arrepentimiento ni propósito de la enmienda.

Pero esta vez, el diario al cual me estoy refiriendo no pretende -como ha hecho tantas veces- destruir a un grupo o a una persona sino defender -eso sí, arteramente- a quien al parecer lo alimenta.

«En 2016, ese diario calificaba en su editorial a Sánchez de ‘insensato sin escrúpulos’. Y de inmediato comenzó la limpieza étnica»

Otro periodista, Juan Carlos Girauta, entraba a saco el sábado en Abc contra el periódico que aquí comento recordando el asesinato civil de Camps, perpetrado por ese diario mediante dos centenares de portadas mentirosas. Nadie soporta doscientas portadas de ningún diario. De hecho, pocos soportan una sola portada de un diario nacional.

Años atrás, el 1 de octubre de 2016, ese diario calificaba en su editorial a Pedro Sánchez de «insensato sin escrúpulos». Y de inmediato comenzó la limpieza étnica, empezando por eliminar al director. Así, el mandamás de un fondo extranjero se dirigió a los periodistas del diario para decirles que «un periódico de izquierdas tiene que apoyar a la izquierda».

«Me lo repitió varias veces» -cuenta Girauta-, «por si no había pillado la sutileza de su trascendental reflexión. Y lo hizo con un indisimulado tono de reproche, al formar yo parte de la cúpula del partido (Ciudadanos) al que El País había apoyado antes de llegar Sánchez».

Y Girauta concluye: «Me gustaría decir que son conspiranoicos, pero mentiría, son una banda de manipuladores que hace trabajitos».

Los hoy viejos socialistas del primer Gobierno de González que no habían estudiado –como sí había hecho Cebrián- en el colegio El Pilar sufrieron en su día las embestidas de este hombre, especialmente José Barrionuevo y Enrique Barón. Pero Cebrián (otro chulo de barrio) jamás se hubiera atrevido a perpetrar el sectarismo al que hoy se dedica El País.

12 comentarios
  1. Ricarditus

    Prensa libre de libertad. El que se echa fuera del plato…rián!
    Cancelación!!
    O no Señor Leguina?

  2. Cromwell

    Buen artículo, Sr Leguina.

    Parece ser que hay deficiencia intelectual en el citado periódico:

    1º- Parecen no enterarse de que la amnistía es solicitada por los indepes a Sánchez, sabiendo que si quiere seguir en la Moncloa no tiene más remedio que aceptar.

    2º- Ahora dicen lo contrario que afirmaban hace sólo dos meses.

    Si un periodista o periódico no tiene en cuenta estas realidades evidentes es que el periodista o el periódico tienen una grave deficiencia intelectual o una importante falta de honradez.

  3. Pepet

    El País, panfleto propagandístico de sus negocios, Sr. Leguina, ojo, que es una MAFIA

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