El vía crucis de Pedro Sánchez: primera estación
«Mal día tuvo Sánchez en Bruselas, Puigdemont se burló de él hasta humillarlo. Lo que no hace Patxi López con Junts se atreve a hacerlo Puigdemont con Sánchez»
El término vía crucis hace referencia a una devoción católica que se celebra los viernes de Cuaresma, está dividida en 14 pasos o estaciones que reviven los penosos últimos días de Jesucristo antes de ser crucificado, muerto y sepultado.
Pero esta palabra se utiliza también en el lenguaje habitual y significa el difícil y doloroso camino que debes recorrer en la vida si quieres alcanzar determinados objetivos. Puede decirse, por ejemplo, que preparar unas oposiciones a notarías o a registrador de la propiedad son un auténtico vía crucis. Creo que Pedro Sánchez empezó ayer y anteayer su particular vía crucis. Naturalmente el PSOE también. Veamos.
El lunes Pedro Sánchez presentó su nuevo libro por televisión en tono festivo y entre risotadas. Pero el martes estaba fijada la sesión del Congreso en que se debía resolver la toma en consideración de la proposición de ley de amnistía presentada por el grupo socialista, ya que ningún otro grupo quiso firmarla. Mal síntoma para empezar.
Ante tal panorama, a pesar de tratarse de una sesión parlamentaria políticamente importante dada la materia a tratar-no por la toma en consideración, normalmente un simple trámite- el presidente del Gobierno no compareció y dejó la faena para que la rematara Patxi López.
Sin embargo, ocurrieron cosas, cosas graves, nunca Pablo Iglesias se atrevió a decir tantas barbaridades. La señora Miriam Nogueras, presidenta del grupo de Junts per Catalunya -presunto aliado del PSOE-, atacó con nombres y apellidos, es decir, hizo señalamientos, de conocidos y prestigiosos jueces. En concreto, refiriéndose a Manuel Marchena y Pablo Llarena dijo que eran «personajes oscuros (…) cómplices de la politización de la política y la justicia españolas»; e implicando a Carlos Lesmes, habló de «personajes indecentes que en un país normal serían cesados y juzgados de inmediato». Y se quedó tan pancha.
«Junts interpreta muy bien su papel, un papel que no es otro que dejar en ridículo al PSOE»
Pero ya más en general, la señora Nogueras expuso sus convicciones sobre la tarea de los jueces en un estilo similar a las que defienden Orban en Hungría o Maduro en Venezuela: «En pocos países los jueces pueden decir que lo que vota la gente o lo que se vota en el Congreso no sirve de nada o que los representantes políticos no podemos tomar decisiones que no gusten a los togados franquistas porque si lo hacemos todo el peso de la justicia politizada española caerá sobre nosotros».
Estas palabras son producto de una idea populista de democracia en la que la separación de poderes no existe y menos aún se respeta la independencia judicial. Junts ya sabemos de que pie calza y no podemos sorprendernos: son demagogos nacionalpopulistas e interpretan muy bien su papel, un papel que no es otro que dejar en ridículo al PSOE, especialmente a su portavoz, Patxi López, que ni siquiera replicó a Miriam Nogueras no fuera que se enfadara Puigdemont y el castillo de naipes en que se sostiene el Gobierno empezara a resquebrajarse.
Pero la sesión continuó y la intervención de otro diputado de Junts, el señor Josep Maria Cervera, desveló claramente las intenciones de su partido. Una breve enumeración. Primera, esta ley de Amnistía es la condición previa que puso Puigdemont para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. O sea que de la justificación de la proposición de ley en su exposición de motivos, nada de nada: la verdadera razón es el chantaje de Puigdemont. Por cierto, nada nuevo hemos descubierto, lo sabíamos, pero a Junts le gusta regodearse en ello y humillar a los socialistas, al fin y al cabo son españoles. Segunda, para nada hemos renunciado a la independencia de Cataluña. También lo sabíamos, ninguna sorpresa, faltaría más.
Pero, tercero, y esto es más importante porque enlaza con las palabras de Miriam Nogueras, para Junts el intento de sublevación de 2017 y más tarde los sucesos de 2019, protagonizados por el llamado Tsunami Democràtic tras conocerse la sentencia del procés, sólo delinquieron los policías que apalearon a pacíficos ciudadanos y también los jueces que prevaricaron al procesar algunos de estos dignos y admirables ciudadanos que ejercían sus derechos democráticos. ¡Caramba, caramba! Me queda algo de memoria y creo recordar otras cosas pero seguramente debo estar equivocado, me empieza a fallar la cabeza. En todo caso, el portavoz del PSOE callado como un muerto, no se puede replicar a Puigdemont, es su aliado fundamental.
«El alemán Manfred Weber ha dado donde más podía doler a Sánchez: ‘Es obvio: se trata de usted, de su carrera, y no de España o Europa’»
Por último, en cuarto lugar, una nimiedad: España debe reparar a Cataluña por la opresión que ha ejercido desde 1714, los últimos 300 años. En eso tienen razón los nacionalistas catalanes: aquella guerra de secesión, no de sucesión como dicen todos los historiadores tendenciosos y anticatalanes, por ejemplo Vicens Vives. También Patxi López callado, esta vez quizás por su desconocimiento de la historia.
Fue buen día el martes, dicen que el libro de Sánchez se ha agotado en las librerías, es por el placer de leer la historia de un hombre humillado, título que usó en su momento Félix de Azúa para una de sus novelas. Pero tampoco ha estado mal el miércoles en el Parlamento Europeo, ahí no pudo enviar a Patxi López, ejercía de presidente del Consejo de la Unión y la hoja de servicios presentada no podía ser brillante, toda la presidencia agobiado por los asuntos domésticos.
Y precisamente le han sacado a relucir estos asuntos domésticos, entre otros la ya célebre amnistía. El alemán Manfred Weber ha dado donde más podía doler a Sánchez con estas palabras: «No se puede prometer que no se dará una amnistía hasta tres días antes de las elecciones. Y luego darla. No se puede estar cinco años en el poder diciendo que una amnistía no es constitucional. Y luego darla. Es obvio: se trata de usted, de su carrera, y no de España o Europa».
En pocas palabras, ha descalificado la justificación de la exposición de motivos de la proposición de ley que había sido admitida el día anterior. Podía decirlo Weber con otras palabras: se trata de una arbitrariedad y la arbitrariedad de los poderes públicos -el Congreso es un poder público- está prohibida por nuestra Constitución en su art. 9.3, donde se enumeran los principios fundamentales del Estado de derecho.
Mal día tuvo Sánchez en Bruselas, Puigdemont se burló de él hasta humillarlo. Lo que no hace Patxi López con Miriam Nogueras se atreve a hacerlo Puigdemont con el mismo Sánchez.
Ha empezado el vía crucis, vendrán más estaciones.