THE OBJECTIVE
Román Cendoya

30-M: el golpe de Sánchez

«El autócrata megalómano narcisista robó a los españoles su voto para ejecutar lo contrario a lo prometido. Ni él es España, ni la amnistía es en el interés de España»

Opinión
7 comentarios
30-M: el golpe de Sánchez

Ilustración de Alejandra Svriz.

Cuando el pasado lunes Francina Armengol enseñó los disparos del techo del 23-F en el Congreso de los Diputados a Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, la nación invadida por Vladímir Putin el presidente tirano imperialista de Rusia, no le anunció que hoy, cuatro días después, iba a producirse otro golpe al Estado en forma de ley de amnistía.

El 23-F de 1981 fue el Tejerazo pistola en mano. 43 años después, el 30M se produce el Sanchazo, amnistía inconstitucional en mano. La ley de amnistía es genéticamente inconstitucional y Sánchez y todos sus ministros lo saben. No hay duda al respecto. Sánchez está dando un golpe político en pago por los siete votos que compró para seguir siendo presidente después de su derrota en las elecciones generales.

La autoempoderada Carmen Calvo, doctora en derecho constitucional, afirmaba con toda la vehemencia con la que siempre habla: «… planteemos la amnistía. La única respuesta posible es que eso no es planteable en un estado constitucional democrático, porque eso será suprimir literalmente uno de los tres poderes del Estado que es la justicia». Ni más, ni menos. Una de las definiciones de golpe de Estado es: «La alteración del orden constitucional sin utilizar los mecanismos de reforma establecidos en la misma». Cualquier ley que destruye un pilar del Estado es un golpe de Estado.

No es un bulo. No es fango. Es una realidad que el PSOE sostenía que la amnistía era imposible y que con ellos nunca se daría. Así consiguieron los votos que les otorgaron los escaños. No hay legitimidad democrática en un Gobierno que afirmó categóricamente que no habría amnistía. Que nunca la darían. El Gobierno, al aprobar esta ley, pierde toda su legitimidad democrática. Por vicio en origen. Es una repugnante corrupción política ganar los votos, que les otorgaron los escaños, asegurando que nunca haría una ley de amnistía y aprobarla. En casa Sánchez está claro que lo de la corrupción es vicio en familia.

Las siguientes afirmaciones sobre la inconstitucionalidad de la amnistía son citas rotundas pronunciadas por sus protagonistas en la campaña electoral. Opiniones nítidas, formadas y fundadas. Desde el punto de vista jurídico, el juez Marlaska dijo que «la amnistía no está contemplada en nuestro ordenamiento jurídico». El Gobierno de Sánchez se presentó a las urnas con un mensaje claro. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, afirmó: «El presidente lo dijo claramente. La amnistía no es constitucional, qué decir más, es que no es constitucional. Los indultos son constitucionales, el referéndum no, ni tampoco la amnistía. Como este Gobierno no se va a saltar la constitución…». Luis Planas, ministro de Agricultura, comentó: «La amnistía no está contemplada en la constitución española». El ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, gritó en sede parlamentaria: «Con nosotros en España se cumple la ley en todo el territorio. Con nosotros España no corre peligro. No va a haber amnistía». Illa, el líder del PSC en Cataluña, insistió: «Lo repito para que quede claro, ni amnistía ni nada de eso». Isabel Rodríguez García, ministra de Vivienda, dijo: «El partido socialista, Pedro Sánchez ¿se va a vender a los independentistas y se va a sostener su gobierno sobre los independentistas? No».

«El 23-J el derrotado Sánchez hizo cálculos y para comprar los siete votos imprescindibles decidió dar el golpe institucional»

Pedro Sánchez, días antes de las elecciones generales, afirmó ante García Ferreras en televisión que «la amnistía es inconstitucional, es ilegal. Eso no tiene cabida en nuestro ordenamiento constitucional».

Así consiguieron los votos para quedar segundos. Así recibieron el apoyo de los españoles. Mintiendo. En base a un discurso fake. El 23 de julio por la noche, el derrotado Pedro Sánchez hizo cálculos y para comprar los siete votos imprescindibles decidió dar el golpe institucional que hoy se consuma. Todo el bagaje histórico, democrático e institucional del PSOE a la mierda —que no al fango— por Pedro Sánchez Castejón. Con la misma firmeza y contundencia que dijo que «la amnistía era ilegal e inconstitucional», pasó a afirmar, ante todos los que decían lo mismo que él sobre la inconstitucionalidad: «En el nombre de España, en el interés de España defiendo hoy la amnistía en Cataluña». Y aplausos. Ese es su nivel ético y su indignidad.

El autócrata megalómano narcisista robó a los españoles su voto para ejecutar todo lo contrario a lo prometido. Ni él es España, ni la amnistía es en el interés de España. La amnistía es el pago de su sumisión y vejación ante Puigdemont. Es indecencia pura. Es cobardía total. Es golpismo de cuello blanco. En el techo del Congreso no quedarán huellas como las que dejó Tejero el 23-F. En las actas del Congreso del 30-M quedarán grabados, para la peor historia, los síes de la vergüenza a favor de la ley de amnistía. Los culpables del Sanchazo. Tejero, pistola en mano, acompañado de guardias civiles, protagonizó el 23-F. Pedro Sánchez, voto en mano, acompañado de diputados mercenarios que consiguieron sus escaños engañando y mintiendo a la ciudadanía, protagonizan este golpe de Estado.

La ética, la coherencia, la institucionalidad, la constitución, el pilar de la justicia, la igualdad entre españoles, todas esas palabras bonitas con las que tanto se les llena la boca a los presuntos progres se destruyen por comprar los siete votos a la derecha rural nazionalista catalana.

«Sánchez y Puigdemont son dos cobardes golpistas. Se retroalimentan el uno al otro»

Al final, un presunto progre socialista une su destino a un facha nazionalista catalán. ¿Qué tienen que ver el uno con el otro? Les une que los dos —Sánchez y Puigdemont— son dos cobardes golpistas. Se retroalimentan el uno al otro. No hay ideología. No hay principios ni valores. Solo obsesión por el poder.

Hoy, 30 de mayo, se aprueba la ley de la amnistía golpista de Pedro Sánchez. A su megalomanía narcisista, a su incapacidad manifiesta para la verdad, tiene el honor de sumar el papel de aniquilador constitucional con la complicidad necesaria del PSOE, Sumar, Podemos, Bildu, PNV, ERC… todos aquellos que han apoyado la ley.

El 23-F Tejero esperó un gobierno que nunca llegó. Ganó la democracia. Puigdemont declaró una independencia que nunca fue. El 30-M Sánchez se inventa una amnistía que probablemente no entre en vigor. Al final, todos los golpistas siempre acaban mal.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D