Las elecciones del «pero»
«No creo que esta noche nadie tenga demasiadas cosas que celebrar»
El Partido Popular ha ganado las elecciones, pero a pesar de haber escalado su ventaja a los cuatro puntos, solo ha logrado meterle dos diputados de ventaja al PSOE, lo que permitirá a los socialistas intentar crear el espejismo del casi-empate ante su electorado.
El PSOE sigue vivo y ha logrado movilizar a su electorado más irreductible, a pesar del infierno judicial por el que está pasando, pero ha visto cómo a pesar de ganarle todas las campañas al PP, estos siguen derrotándolos elección tras elección, y cada vez por más diferencia.
Vox crece, pero le ha salido un molesto forúnculo en forma de ‘ardilla trumpista’ a su derecha que puede amenazar su hegemonía en el electorado ultra.
Sumar logra tres diputados, pero se hunde en el abismo de la irrelevancia mientras asiste al renacimiento de sus íntimos enemigos de Podemos.
Podemos, por su parte, logra mantener presencia en el Parlamento europeo, pero no puede evitar seguir siendo la marca más residual de la izquierda.
Los nacionalistas e independentistas vuelven a conseguir actas de diputado en Bruselas, pero siguen cayendo elección tras elección sin lograr ver la luz al final del túnel.
Y sobre todo, Europa ha vuelto a dar la mayoría a conservadores, socialdemócratas y liberales, los tres espacios políticos que más han contribuido a su nacimiento y a su crecimiento como espacio de libertades, pero ha visto como millones de ciudadanos han optado por votar a partidos de la órbita ultraderechista, populista y euroescéptica lo que además de ser un riesgo para el propio proyecto de la unión va a suponer la legislatura más incierta desde la creación del propio parlamento.
Sinceramente, no creo que esta noche nadie tenga demasiadas cosas que celebrar.