Fijos discontinuos o parados discontinuos: 'that's the question'
«Sin un buen diagnóstico de nuestro mercado laboral, no podremos acometer soluciones que lo recuperen y lo mejoren»
La figura del fijo discontinuo está regulada en el artículo 16 del Estatuto de los Trabajadores. En la práctica ha venido a sustituir al contrato por obra o servicio determinado; un cambio más semántico y estadístico y no de la naturaleza del contrato. Un cambio que ha supuesto mejorar estadísticamente la tasa de temporalidad, uno de los requisitos que las instituciones europeas nos venían reclamando. Hemos pasado del 26,3% de 2019 al 17,2 en 2023.
Ahora bien, ¿esta mejora estadística está llevando consigo una mejora de la calidad del empleo y de la estabilidad del mismo? A mi juicio, no, se está confundiendo, por no decir pervirtiendo, una actividad de carácter estacional, con una de carácter temporal, usándose para la segunda una modalidad contractual –fijo discontinuo- que no sería la apropiada. No podemos olvidar que la contratación debe regirse por el principio de causalidad.
La situación actual es que esta modalidad de fijos discontinuos – que no es nueva en nuestro ordenamiento- está generando una gran polémica, debido a cómo se contabilizan estos en los períodos en los que no están activos, es decir no están trabajando y, por tanto, en un lenguaje sencillo se encuentran en paro. Sin embargo, las estadísticas mensuales del Servicio Público de Empleo no los considera como tales, produciendo una gran distorsión en la contabilidad del número de personas inscritas en él y que no están trabajando. Si no se tiene un buen diagnóstico no se aportarán soluciones adecuadas, no olvidemos que detrás de cada número hay una persona, y en el caso de aquellos que no están trabajando y quieren trabajan, ven como la solución de borrar de las estadísticas el problema no resuelve su situación, y se dejan de poner e implementar los medios necesarios para solucionarlo.
Después de la respuesta remitida por el Gobierno en el Senado sobre los fijos discontinuos en su período de inactividad, sabemos que estos cuando están en esta situación están en el grupo de «Trabajadores con relación laboral» (dentro del grupo de ‘No parados’). Ya resulta curioso que una persona que está inactiva, que no está trabajando, se la clasifique así. ¿Es lo mismo estar sin trabajar que estar «no parado»?, algunos creemos que no y esto introduce una clara distorsión en el cálculo real de las personas que están desempleadas.
«Entre 2022 y 2024 no se habría producido una bajada real del número de desempleados»
Las personas que se inscriben en los servicios públicos de empleo como demandantes de empleo lo hacen, bien porque han perdido su empleo y buscan uno nuevo (tengan o no derecho a la percepción de la prestación o subsidio por desempleo), porque buscan un primer empleo, o teniendo empleo (una ocupación) buscan una mejora de su situación laboral (una jornada más amplia o mejor remunerada) o porque se encuentran en situación de inactividad, aunque mantengan su relación laboral, y en su caso percibir la correspondiente prestación por desempleo (fijos discontinuos y ERTES).
Realizando una sencilla operación matemática: del total de personas que se inscriben en el SEPE demandando empleo, restando aquellas que están ocupadas, nos da el total de personas registradas y que no están trabajando (‘No tienen una ocupación, están desempleadas o simplemente paradas’) al finalizar mayo estas ascendieron a 3.753.617, lo que supone 1.145.767 personas más que las que se indican oficialmente como «parados registrados» y comparándolo con 2022 se habrían incrementado en estos años en 97.215 personas. Es decir, en estos dos años no se habría producido una bajada real del número de desempleados.
En su período de inactividad los fijos discontinuos se encuentran en el grupo de «Demandantes de empleo con relación laboral», pero no se indica exactamente cuántos son, pero si conocemos el número de los que están en un ERTE (Seguridad Social) y que se agrupan baja ese epígrafe, ¿por qué no es posible dar este dato correspondiente a los fijos discontinuos registrados en cese de actividad y si el de afectados por un ERTE?
En mayo de 2024, el número de demandantes de empleo con relación laboral se ha incrementado en 351.079 con respecto a 2022, alcanzado los 582.051. Este incremento se corresponde con el pase a la inactividad de fijos discontinuos, aunque es menor que en meses precedentes debido a la estacionalidad propia de las fechas.
Una estimación, que creemos bastante acertada, para conocer el número de fijos discontinuos inactivos (parados) es ver la diferencia entre el total de aquellos que tienen una relación laboral (y están inscritos como demandantes de empleo) y aquellos que están acogidos a un ERTE. En mayo tendríamos 571.088 fijos discontinuos inactivos y vemos que es esta partida crece en términos interanuales al compararla con 2022 en un 180%.
«El número total de fijos discontinuos alcanza los 1,6 millones. Valor que se viene manteniendo prácticamente constante»
Si acudimos a las estadísticas de la Seguridad Social, las altas en mayo de 2024 comparadas con las que se producían en 2022 se han incrementado en un 1.102%, y de la misma manera las bajas mensuales lo hacen en un 1.783%. Esto, una vez más, nos indica la alta rotación en el empleo que se produce en nuestro mercado laboral.
El número total de personas dadas de alta en la Seguridad Social bajo esta modalidad de contratación se sitúa en el entorno de los 1,1 millones, si a estos les adicionamos los que se encuentran en situación de inactividad (parados) el número total de fijos discontinuos alcanza los 1,6 millones. Valor que se viene manteniendo prácticamente constante, variando en función del mes la distribución en activos e inactivos.
Los demandantes de empleo «no parados» (ocupados) al finalizar mayo de 2024 superaban los 1,6 millones, un 21,4% más que en 2022. ¿Qué ocupación tienen? ¿Trabajos a tiempo parcial, segundas ocupaciones -pluriempleo- mal remunerado, o simplemente son inactivos percibiendo la prestación por desempleo?
Sin un buen diagnóstico de nuestro mercado laboral no podremos acometer soluciones que lo recuperen y lo mejoren. La mejora estadística debe venir acompañada de una mejora real y esta no acaba de llegar, todavía no sabemos si tenemos ¿fijos discontinuos o parados discontinuos?