Begoña y los periódicos
«Nunca como ahora las diferencias entre diarios han sido tan notables, pues afectan no sólo a matices sino a los hechos, que unos niegan y otros denuncian»
Soy un empedernido lector de periódicos desde que siendo un crío seguí en el Alerta de Santander la guerra de Corea, y tengo para mí que los periódicos jugaron un relevante papel en la llegada a España de la democracia. Y durante esta ya larga etapa que hemos vivido desde la muerte de Franco han existido diferencias entre periódicos según la ideología que a cada uno influye, pero nunca como ahora las diferencias han sido tan notables, pues afectan no sólo a matices sino a los hechos mismos que unos niegan y otros denuncian. Para demostrarlo ahí están las andanzas de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.
Un juez, tras la correspondiente denuncia, se ha puesto a instruir un procedimiento para aclarar qué hay de delictivo en la acción desarrollada por esta señora. El abogado de Begoña Gómez sostiene que la investigada no sabe por qué está imputada, y debe de ser el único que no se ha enterado porque lo que se investiga es si ella ha utilizado o no sus relaciones personales en beneficio propio o en beneficio de terceros.
Pues bien, a propósito de esto la abogada del Estado Elisa de la Nuez ha escrito en El Mundo (23/07/2024) lo siguiente:
«Más allá de las decisiones del juez de instrucción sería importante empezarnos a plantear si de verdad queremos presenciar este tipo de espectáculos. Y, en este sentido hay que recordar que la responsabilidad jurídica no coincide con la responsabilidad política, sabiendo que una condena penal no es algo fácil de conseguir. Pero una absolución no borra la responsabilidad política».
Algo bastante más contundente se pudo leer en estas páginas escrito por Juan Luis Cebrián:
«Lo que hay que aclarar es si la esposa del jefe de Gobierno ha utilizado o no sus relaciones personales en términos vetados por la ley»
«Pero lo que aquí hay que aclarar, lo denuncie la extrema derecha, Agamenón o su porquero, es si la esposa del jefe de Gobierno, que ha logrado dirigir una cátedra en la primera Universidad pública de España sin acreditar ningún mérito académico, ha utilizado o no sus relaciones personales en términos vetados por la ley. Habrá que esperar la resolución del juez instructor al respecto y el posterior juicio si lo hubiere, pues son los magistrados y no la Guardia Civil ni los portavoces gubernamentales quienes han de decidir al respecto».
«Conviene recordar que el Código Penal establece penas de hasta dos años de cárcel a aquel particular que influyere en un funcionario público o autoridad, prevaliéndose de su relación personal con él a fin de conseguir una resolución que le reporte directa o indirectamente un beneficio económico para sí o para un tercero».
Cuando el juez instructor quiso llamar a declarar al esposo de Begoña subieron los decibelios gubernamentales y en su editorial El País escribió lo siguiente:
«Una extravagancia más en una instrucción llena de decisiones inexplicables. Lo mismo cabría decir sobre las consecuencias que una declaración grabada de esta naturaleza pueda tener».
«Los argumentos del periódico ‘independiente de la mañana’ son idénticos a los expuestos por la defensa de Begoña Gómez»
«La insistencia del juez en abrir investigaciones sobre asuntos que no estaban en la querella de Manos Limpias —como la contratación de Gómez en la Complutense o una supuesta apropiación indebida de un software— ha motivado múltiples recursos de la defensa y de la Fiscalía. La jurisprudencia del Supremo hace mucho tiempo que prohibió este tipo de conductas, las denominadas investigaciones prospectivas».
No hace falta ser ningún lince para comprobar que los argumentos del periódico «independiente de la mañana» son idénticos a los expuestos por la defensa de Begoña Gómez y uno echa de menos las prácticas sostenidas por ese periódico en tiempos pasados, cuando lo dirigían Cebrián o Caño y en el que se podían leer las columnas de Fernando Savater.