Los impuestos bajos impulsan la prosperidad
«Frente al intervencionismo y el espíritu confiscatorio del Gobierno de la nación y de regiones como Cataluña, Madrid lidera el crecimiento de la última década»
No hay una única política económica posible, sino que hay una que apuesta por los impuestos bajos y la estabilidad presupuestaria, de orientación liberal-conservadora, basada en el liberalismo clásico o europeo; y otra que apuesta por subir los impuestos y no cumplir adecuadamente con el rigor presupuestario, que suple a base de endeudamiento exponencial, que es la de orientación socialista o socialdemócrata en su caso más edulcorado.
Pues bien, en España podemos contemplar ambos ejemplos: la Comunidad de Madrid sigue una política liberal-conservadora, de impuestos bajos y rigor presupuestario, y el Gobierno de Sánchez aplica lo contrario: sube los impuestos y se endeuda de manera importante.
Así, la Comunidad de Madrid aplica una política económica, en el margen de sus competencias que, en la parte tributaria, se distingue por ser la región con los impuestos más bajos de toda España, pese a no gozar de ningún sistema privilegiado, como las forales.
Su política económica se basa en una gran libertad, siendo su seña identidad una política continuada en el tiempo de rebaja de impuestos para todos los contribuyentes, que hizo que Madrid sea la región española donde menos impuestos se paga, pese a que las regiones forales tienen más competencias para poder bajar más, si quieren, los impuestos.
Las bajadas de impuestos en Madrid es una historia de éxito, que comenzó tras llegar Esperanza Aguirre a la presidencia de la Comunidad de Madrid y de la que recientemente se han cumplido 20 años: de noviembre de 2003 a noviembre de 2023. Desde entonces, paso a paso, adecuando las rebajas a la coyuntura económica y al cumplimiento de la estabilidad presupuestaria, la Comunidad de Madrid bajó los impuestos de manera continuada.
«Para un madrileño con rentas del trabajo de 20.000 euros, el tipo medio estatal es de un 6,56% frente al 5,51% del autonómico»
Pues bien, ahora que hemos tenido que liquidar, el pasado mes de junio, el IRPF con Hacienda, conviene realizar un análisis que ha podido hacer cada ciudadano, cada contribuyente, en el momento de presentar su declaración.
En ella, en el resumen, aparece claramente tanto el tipo medio estatal como el tipo medio autonómico, que se obtiene del cociente entre el impuesto pagado y la base que constituye dicho impuesto.
Si lo analizamos, podemos comprobar el importante ahorro que los contribuyentes madrileños obtienen frente al tramo estatal, para cualquier renta que generen.
Para un contribuyente madrileño con rentas del trabajo de 20.000 euros, el tipo medio estatal es de un 6,56% frente al 5,51% del tipo medio autonómico. Es decir, gracias a los impuestos más bajos de Madrid, se ahorra 1,05 puntos en el tramo autonómico, que equivale a 2,1 puntos si fuese sobre el total de la tarifa y que, en porcentaje, supone un tipo medio efectivo regional un 16% menor que el nacional.
Para un contribuyente madrileño con rentas del trabajo de 45.000 euros, el tipo medio estatal es de un 11,8% frente al 10,32% del tipo medio autonómico. Es decir, gracias a los impuestos más bajos de Madrid, se ahorra 1,48 puntos en el tramo autonómico, que equivale a 2,96 puntos si fuese sobre el total de la tarifa y que, en porcentaje, supone un tipo medio efectivo regional un 12,5% menor que el nacional. Es decir, además, la medida es progresiva, porque el ahorro porcentual sobre el tipo medio estatal es mayor en las rentas más bajas.
Para un contribuyente madrileño con rentas del trabajo de 60.000 euros, el tipo medio estatal es de un 13,63% frente al 12,25% del tipo medio autonómico. Es decir, gracias a los impuestos más bajos de Madrid, se ahorra 1,38 puntos en el tramo autonómico, que equivale a 2,76 puntos si fuese sobre el total de la tarifa y que, en porcentaje, supone un tipo medio efectivo regional un 10,1% menor que el nacional.
Para un contribuyente madrileño con rentas del trabajo de 100.000 euros, el tipo medio estatal es de un 17,15% frente al 15,65% del tipo medio autonómico. Es decir, gracias a los impuestos más bajos de Madrid, se ahorra 1,5 puntos en el tramo autonómico, que equivale a 3 puntos si fuese sobre el total de la tarifa y que, en porcentaje, supone un tipo medio efectivo regional un 8,8% menor que el nacional.
Para un contribuyente madrileño con rentas del trabajo de 200.000 euros, el tipo medio estatal es de un 19,89% frente al 18,13% del tipo medio autonómico. Es decir, gracias a los impuestos más bajos de Madrid, se ahorra 1,76 puntos en el tramo autonómico, que equivale a 3,52 puntos si fuese sobre el total de la tarifa y que, en porcentaje, supone un tipo medio efectivo regional un 8,8% menor que el nacional.
Para un contribuyente madrileño con rentas del trabajo de 300.000 euros, el tipo medio estatal es de un 20,77% frente al 18,93% del tipo medio autonómico. Es decir, gracias a los impuestos más bajos de Madrid, se ahorra 1,84 puntos en el tramo autonómico, que equivale a 3,68 puntos si fuese sobre el total de la tarifa y que, en porcentaje, supone un tipo medio efectivo regional un 8,8% menor que el nacional.
Es decir, además, la medida es progresiva, porque el ahorro porcentual sobre el tipo medio estatal es mayor en las rentas más bajas.
«Madrid es la primera región en PIB per cápita, cuando en el inicio del Estado de las Autonomías era la quinta»
¿Y cómo casa con la evolución económica? Madrid lidera el crecimiento de la última década, donde aventaja de manera importante al conjunto nacional y al de la otra región económicamente más grande de España, que es Cataluña y que, al igual que el Gobierno de la nación, ha aplicado políticas intervencionistas, y al igual que él, tiene a la economía por detrás de la madrileña. En la serie que publica el INE, que parte de 2010 y llega hasta 2022, se ve de manera clara este resultado. Madrid creció un 83,14% más que el conjunto nacional o que Cataluña, casi el doble. Distintas políticas dan distintos resultados: las de izquierda mantenían a Madrid como una economía sostenida, sin vigor, empujada sólo por su peso institucional, y las liberal-conservadoras la han convertido en una economía sostenible por ella misma, dinámica, una región de oportunidades.
Eso hace que el PIB per cápita para 2022 (últimos publicados) sea muy superior en Madrid frente a Cataluña y el conjunto nacional, de manera que Madrid es la primera región en PIB per cápita, cuando en el inicio del Estado de las Autonomías era la quinta, y Cataluña queda ahora relegada a la cuarta posición, con Aragón pisándole los talones.
O, por poner un último ejemplo, Madrid, gracias a su política económica, también lidera la atracción de inversión extranjera a España en los últimos 25 años.
Fuente: Datainvex
Porcentaje de inversión extranjera recibida que mejora incluso en el último año.
Fuente: Datainvex
Este ahorro de Madrid y el espíritu confiscatorio, en comparación, del Gobierno de la nación o de regiones como Cataluña, basado en el intervencionismo, es algo que los contribuyentes deben recordar muy bien al darse cuenta del ahorro que supone una política de impuestos bajos, como en Madrid, que genera prosperidad y empleo, al dejar más renta disponible para los ciudadanos, que, con ella, generan actividad económica y puestos de trabajo y que contribuye a una mejor financiación, por la mayor actividad, de los servicios esenciales.