THE OBJECTIVE
Joaquín Leguina

A vueltas con la inmigración

«Nadie en su sano juicio negará la necesidad de una nueva ley migratoria que ponga coto a esta auténtica invasión»

Opinión
24 comentarios
A vueltas con la inmigración

Inmigración en España. | Ilustración de Alejandra Svriz

Los viajes africanos de Pedro Sánchez han vuelto en este agosto a llamar la atención sobre la inmigración, que es el asunto político que ha invadido tanto a Europa como a los Estados Unidos. Pero al ser un asunto complejo, las simplificaciones que suelen invadir los discursos políticos tienden a llevarnos hacia el barro.

Unos cuantos datos: en 2023 el 70% de los nuevos activos en España eran extranjeros, mientras que los activos de nacionalidad española disminuyeron (54.000 personas menos respecto a 2022). España llegó a tener casi 20 millones de nacionales activos en el año 2014 y en una década ha perdido medio millón de personas activas nacionales. En el último año, todo el crecimiento de la fuerza laboral ha sido de origen extranjero. Se han incorporado a la actividad 154.000 personas con doble nacionalidad (española y extranjera) y 228.000 extranjeros. Javier Jorrín ha recordado que «la mayor parte de estos migrantes proviene de Latinoamérica. Solo en el último año se han incorporado 174.000 activos procedentes de los países de esa región, frente a los 61.000 activos procedentes de la UE y los 27.000 del resto del mundo. Esto significa que la mayor parte de la nueva fuerza de trabajo es hispanohablante, lo que facilita la integración».

Resulta evidente que sin la llegada de extranjeros la economía española hubiera colapsado. Y es que tenemos una de las más bajas fecundidades (número muy escaso de hijos por mujer a lo largo de su vida fértil), lo cual inexorablemente trae consigo índices de envejecimiento (personas con 65 años y más respecto a la población total) crecientes. Conviene recordar que la mortalidad (muy baja en España) trae consigo más viejos, pero apenas influye en la proporción de viejos respecto a la población total. Esa proporción evoluciona con la fecundidad, y en menor medida con las migraciones.

La inmigración lleva consigo graves problemas de integración social (bajos niveles de cualificación e hijos que apenas llegan a niveles universitarios o de Formación Profesional). Por eso el FMI  ya ha advertido a los países avanzados que diseñen estrategias para atraer migración cualificada. Los países nórdicos han cambiado radicalmente su política migratoria, política que también ha variado en Italia. Y el Gobierno alemán, tras el asesinato de mediados de agosto también anuncia políticas migratorias restrictivas que, como en el norte de Europa, también comienzan por restringir la acogida de asilados y luego continúan con la exigencia de que el inmigrante trabaje si pretende recibir ayudas económicas del Estado.

«Nadie en su sano juicio negará la necesidad de una nueva ley migratoria que ponga coto a esta auténtica invasión»

Hoy no existe en la UE ningún otro país que reciba la cantidad de llegadas de inmigrantes que están entrando en España. Inmigración irregular y en buena parte juvenil sin ninguna formación profesional. Nadie en su sano juicio negará la necesidad de una nueva ley migratoria que ponga coto a esta auténtica invasión.

Sea como sea, la nacionalidad de origen predetermina el destino laboral de los inmigrantes. Así, la mayoría de los marroquíes recalan en la Agricultura y Ganadería, mientras que los rumanos lo hacen en la Construcción y el Transporte. Y los de origen chino en el Comercio y la Hostelería.

En España y en toda la Unión Europea la inmigración resulta imprescindible, pero su integración social y la de sus hijos es tan necesaria como difícil.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D