La Reserva Federal (Fed) en la encrucijada
«A pesar de que la Fed es una institución independiente en sus decisiones, la percepción de independencia y la realidad no siempre coinciden»
La próxima semana, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos parece estar preparada para reducir los tipos de interés en al menos un cuarto de punto, lo que llevaría los tipos del 5.5% actual al 5.25%. Esta acción marcaría el primer recorte de tipos desde julio de 2020 y el inicio del cuarto ciclo completo de reducción de tipos en los últimos 25 años. Este recorte responde a tres factores clave: las próximas elecciones presidenciales del 12 de noviembre, el aumento del desempleo y la estabilidad de los precios.
A pesar de que la Fed es una institución independiente en sus decisiones de política monetaria, es decir, está teóricamente desvinculada de consideraciones políticas, la percepción de independencia y la realidad no siempre coinciden. Especialmente en un año electoral, como es 2024, cuando pueden existir presiones políticas implícitas o explícitas que influyan en sus decisiones. Esto se debe a que las políticas que afecten negativamente a la economía podrían poner en riesgo la reelección del partido en el poder, en este caso al Partido Demócrata.
La Fed en años electorales: una mirada histórica
A lo largo de los años, la política monetaria de la Fed ha estado bajo escrutinio en años electorales. A continuación, se presentan algunos casos históricos que ilustran cómo sus decisiones han tenido un impacto en las elecciones presidenciales:
- 1960 – Nixon frente a Kennedy: Richard Nixon perdió las elecciones frente a John F. Kennedy en parte debido a la política monetaria restrictiva de la Fed en los años anteriores. Aunque la inflación ya estaba bajo control en 1960, la Fed, bajo la dirección de William McChesney Martin, tuvo miedo de apoyar la necesaria expansión de la economía para que no pareciera que estaba interviniendo en el proceso electoral. Esto contribuyó a que la economía no se expandiera lo suficiente, lo que perjudicó las aspiraciones de Nixon.
- 1964 – Reelección de Lyndon B. Johnson: En contraste, Lyndon B. Johnson ganó de manera aplastante contra Barry Goldwater en 1964. Uno de los factores fue la postura monetaria levemente expansiva de la Fed durante ese año, con tipos de interés relativamente bajos que favorecieron el crecimiento económico.
- 1972 – Reelección de Richard Nixon: En la búsqueda de su reelección en 1972, Nixon contó con el apoyo de una Fed presidida por Arthur Burns, que redujo los tipos de interés en 1971 y mantuvo una política monetaria expansiva en 1972. Como resultado, Nixon fue reelegido.
- 1984 – Reelección de Ronald Reagan: Entre 1983 y 1984, la política monetaria bajo la dirección de Paul Volcker cambió de un enfoque extremadamente restrictivo, diseñado para combatir la alta inflación, a una postura más expansiva. Este cambio facilitó la reelección de Reagan en 1984.
- 2012 – Reelección de Barack Obama: En este caso, la Fed, bajo el liderazgo de Ben Bernanke, no bajó los tipos de interés, que ya estaban en un rango del 0%-0.25% debido a la crisis financiera de 2008. Sin embargo, implementó un programa de expansión cuantitativa (QE3) en septiembre de 2012, lo cual favoreció un ambiente económico que ayudó en la reelección de Obama.
Los objetivos de la Fed y la situación actual
A diferencia del Banco Central Europeo, cuyo único mandato es mantener la estabilidad de precios, la Fed tiene un doble objetivo: la estabilidad de precios y la creación de empleo. Por lo tanto, un aumento en la tasa de desempleo puede justificar una bajada de tipos. En lo que va del año, la tasa de paro ha estado en ascenso, pasando del 3.7% en enero al 4.2% en agosto de 2024. Este aumento puede presionar a la Fed a tomar medidas que fomenten la recuperación del empleo.
En cuanto a la inflación, la situación también parece justificar un recorte de tipos. El crecimiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en tasa anual ha disminuido, pasando del 3% en junio al 2.9% en julio y al 2.5% en agosto, su nivel más bajo desde 2021. Estos datos sitúan la inflación cerca del objetivo del 2% que la Fed considera óptimo.
«Si la Fed opta por una bajada de tipos de 0.25% en su próxima reunión, dejando los tipos en el 5.25%, algunos analistas creen que esta medida podría ser insuficiente para provocar un crecimiento económico significativo que favorezca la reelección del Partido Demócrata»
No obstante, la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, no mostró señales de desaceleración en agosto, manteniéndose en el 3.2%, el mismo nivel que en julio. Esto plantea un dilema para la Fed, que debe equilibrar la lucha contra la inflación con el impulso necesario para reactivar el empleo.
Expectativas para la próxima decisión de la Fed
Si la Fed opta por una bajada de tipos de 0.25% en su próxima reunión, dejando los tipos en el 5.25%, algunos analistas creen que esta medida podría ser insuficiente para provocar un crecimiento económico significativo que favorezca la reelección del Partido Demócrata. En este caso, Kamala Harris, la candidata presidencial, podría no beneficiarse lo suficiente de la situación económica para asegurar su victoria.
Además, una reducción tímida en los tipos podría interpretarse como un intento de la Fed por mantener su apariencia de independencia, evitando la percepción de que está apoyando al gobierno de turno en plena campaña electoral. Esta decisión podría ser vista como una medida cautelosa para no poner en duda la credibilidad de la institución.
Sin embargo, algunos inversores esperan que la Fed recorte los tipos en 50 puntos básicos (+0.50%) en lugar de 25, ya que los tipos actuales del 5.5% son muy altos. Una reducción más drástica podría tener un impacto más inmediato en la economía, estimulando el consumo y la inversión.
Impacto de los tipos altos en la economía americana
En momentos de incertidumbre, como los actuales, unos tipos de interés elevados pueden tener efectos negativos en el crecimiento económico. En particular:
- Reducción del crédito al consumo: Los altos tipos de interés encarecen el crédito, lo que frena el consumo, un componente clave de la economía americana.
- Aumento de la tasa de ahorro: Los consumidores tienden a ahorrar más en lugar de gastar, lo que reduce la demanda agregada.
- Encarecimiento de los préstamos a empresas: Con mayores costes de financiación, las empresas invierten menos, lo que impacta negativamente en el crecimiento económico y en la creación de empleo.
- Dificultades en el mercado inmobiliario: Los préstamos para la compra de viviendas también se vuelven más caros, lo que enfría el mercado inmobiliario.
En definitiva, si la Fed no actúa con suficiente contundencia en su próxima reunión, podría enfriar aún más la economía estadounidense, aumentando el riesgo de una desaceleración más prolongada.