THE OBJECTIVE
Cristina Casabón

Ética del engaño

«Cada portada de este periódico nos recuerda que algunos políticos actualísimos prescinden de la verdad para atenerse al beneficio»

Opinión
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Ética del engaño

Pedro Sánchez. | Ilustración de Alejandra Svriz

En la actual legislatura se han producido en España maneras de engañar que en puridad siempre han estado vigentes en la grande y pequeña Historia española. Me refiero a la manera aristocrática de robar, a la manera feudal de mentir y, finalmente, a la manera municipal de engañar. Cada portada de este periódico nos recuerda que algunos políticos actualísimos prescinden de la verdad para atenerse al beneficio

Lo de Cataluña principia a ser un robo democrático, irónicamente repartido como socialización de las grandes cuentas privadas. Esto no funcionaría en una sociedad con moderada autoestima y esto es lo triste del asunto. Bien estudiado como ingeniería social, digamos abreviadamente, que implica la inversión de todos los valores de unidad e igualdad consagrados en la Constitución. Pero hay algo aún más esotérico en todo esto, y es la inversión de la verdad en quienes deciden negarse a ver. 

«El problema de España no es un problema de izquierda o derecha, sino un problema de falta de autoestima. Su vida y su autoestima requieren que el español sea leal a sus valores, a su juicio, a su mente»

La ideología socialista sigue siendo el principal instrumento para desenfocar la mente, suspender la conciencia y esparcir la ignorancia. El problema de España no es un problema de izquierda o derecha, sino un problema de falta de autoestima. Su vida y su autoestima requieren que el español sea leal a sus valores, a su juicio, a su mente. Que cultive valores constantes, firmes, consistentes, sin comprometerlos ni traicionarlos. Lo que se enseña, en cambio, es el sacrificio de la verdad y de los valores a una autoridad superior. 

Están premiando al ala neurótica (y envilecida) de la Casa Blanca. Para esta empresa canalla es sin duda muy útil la tesis del nuevo jefe de Gabinete y sus estudios sobre la ética del engaño, el tacitismo, los florilegios barrocos, los trampantojos y otras nobles artes de las apariencias que el presidente retuerce sin contemplaciones. No queda otra higiene que la de los detergentes. 

Esta dinámica social es antítesis de la autoestima y signo de una mente enferma, desintegradora del pensamiento racional y de los valores. Los higiénicos han ido a tirarle aplausos al predicador evangélico que en El País hoy justificaba, en una editorial pringosa, una televisión plural, poderosa y democrática, eso sí, muy democrática. Es típico que el progresismo se ampare en etiquetas puramente hegemónicas (democracia) para así invertir su significado

El ideal moral del sanchismo es la mente enferma y los neuróticos y los psicópatas son los máximos exponentes de esta moral del engaño, mientras que los que piensan y mantienen su visión de las cosas son los nuevos pecadores. El beneficio del engaño o el engaño como beneficio se manifiesta en todas las sociedades, pero la diferencia es que siempre habíamos guardado las formas, cierto grado de frivolidad. Sería muy elocuente desplegar este pequeño asunto hasta dar con la llave de una nueva realidad social sobre la que se trabaja diariamente: la apología del engaño. La pieza clave de este engaño lícito, diario, es que la ideología siga siendo más importante que los valores

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