A Sánchez se le ve alicaído
«Es un sobreviviente nato, pero está acorralado. Ha aparecido un presidente patético, que no sabe ya qué hacer para conseguir los votos necesarios»
Ilustración de Alejandra Svriz
Pocos políticos se han visto con mayor capacidad de recuperación, de salir adelante cuando se encuentra acorralado, hasta el punto de regresar triunfante a su partido cuando había sido echado a patadas de la misma sede por intentar anular la decisión de la ejecutiva de prescindir de él como secretario general.
Es un sobreviviente nato, pero ahora se le nota alicaído. Solo la política internacional parece interesarle, y no se baja del avión que le lleva de China, a Nueva York, a Bruselas o a Mauritania, por mencionar solo unos pocos destinos. Cuanto más lejos mejor, en España solo le aguardan problemas y desamores. Políticos.
Puigdemont se ha convertido en una china en el zapato, más bien una roca. Como saben los que conocen bien al catalán, cumple lo que dice, y si se trata de amenazas, más todavía. Si exige a Sánchez determinado compromiso para votar una iniciativa parlamentaria, y Sánchez no acepta o no cumple lo prometido, el presidente de Gobierno se queda a ver navíos, acumulando derrotas. Debe ser la razón por la que se le ve sin su habitual gesto despectivo hacia sus adversarios. Está acorralado.
Tanto, que en esta nueva fase de gobernante, ha aparecido un Pedro Sánchez patético: suplicante, mendicante, que manda a Santos Cerdán a Suiza a negociar con Puigdemont y a Felix Bolaños a negociar con Nogueras, Rufián o Aitor Esteban, para que alguien se avenga a apoyar a un presidente que no sabe ya qué hacer para conseguir los votos necesarios que le permitan seguir mirando al futuro con ojos esperanzadores.
Ha adelantado el congreso de su partido, que será un paseo militar, para reforzar su debilitada figura, pero en las próximas semanas se celebran los congresos de ERC y de Junts, y los apoyos o no apoyos de los independentistas catalanes podrían sufrir variación según el resultado de esos congresos.
«Falto de principios, da instrucciones para que sus negociadores pregunten precio a Junts, dispuesto a pagar lo que haga falta»
Todo estaba perdido hace un par de días, pero el Sánchez que no tira la toalla vuelve a acudir a su principal baza: falto de principios, da instrucciones para que sus negociadores habituales pregunten precio a Junts, dispuesto a pagar lo que haga falta. Y Puigdemont, que sabe perfectamente que Sánchez no se encuentra cómodo en su actual estado de ánimo, de bajón persistente, pone un precio superlativo, Tan alto que podría puede poner en peligro la seguridad del Estado si accede a pagar. Permitiría que partidos que no se sienten españoles hurguen en las entrañas de los servicios de inteligencia donde, por cierto, un magistrado del Supremo garantiza que todas las operaciones e iniciativas sean conformes a la ley. Lo que no puede decirse de todas las exigencias de Junts, por cierto.
Las negociaciones con Junts pueden llegar a buen puerto. Pero cosa distinta son los asuntos relacionados con la mujer y el hermano del presidente, porque hay jueces y fiscales empeñados en cumplir con la ley y no ceden ante las presiones para que acepten recusaciones infumables, respaldan las investigaciones que la UCO considera convenientes, y llaman a declarar a personalidades que jamás pensaron que podrían ser convocados para responder ante un juez. Empezando por el propio presidente de Gobierno y su mujer.
Muchos se niegan a declarar y están en su derecho a hacerlo, pero la justicia no se detiene hasta agotar todos los procedimientos. Y las cosas empiezan a complicarse para Begoña Gómez y David Sánchez. Quizá no haya una sola acción cuestionable, quizá la justicia determine finalmente que Gómez no ha incurrido en ningún delito, no ha hecho gestiones ante el Gobierno para que se tuvieran en cuenta las solicitudes de ayuda por parte de empresas que colaboraban financieramente con sus másters de la Complutense, y tampoco sea cierto que se apropió de un software que dos empresas habían donado gratuitamente a la universidad. Quizá. Pero, para que no haya sombra de sospecha sobre el comportamiento profesional de la mujer del presidente, cuanto más rigurosamente se analicen sus movimientos, mejor para todos, fundamentalmente para ella.
Lo mismo puede decirse del hermano del Sánchez. No se sabe si vive en Elvás o en Badajoz, donde trabaja, dónde tiene su domicilio fiscal y si lo ha fijado en Portugal para pagar menos que en España aunque todos sus ingresos proceden de una entidad española, la Diputación de Badajoz.
«Tanto esposa como hermano deberían estar agradecidos a que los jueces trabajen con tanta profesionalidad»
Es decir, que hay mucho que explicar, y tanto esposa como hermano deberían estar agradecidos a que los jueces trabajen con tanta profesionalidad, tanto rigor, y tan minuciosamente, para que nadie dude de la mujer y el hermano del presidente de Gobierno. Son víctimas de habladurías, de fango, fake news e insidias de medios de comunicación próximos al PP que buscan hacer daño al presidente y a su familia.
No se entiende ni la cara de preocupación de Pedro Sánchez, ni los intentos de impedir que se investigue a su gente más querida. Tendría que agradecer que la justicia esté empeñada en aclarar la situación. Porque hay mucho maledicente en esta España tan revuelta.
