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Román Cendoya

Zapatero: 'Su peor cara'

«ZP empezó de observador para terminar claudicando ante lo que le ofrecía el dictador y convertirse así en un importante garante del régimen venezolano»

Opinión
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Zapatero: ‘Su peor cara’

Ilustración de Alejandra Svriz

Julio Borges, expresidente del Parlamento venezolano, ha hecho públicas las amenazas vertidas contra él por José Luis Rodríguez Zapatero como representante del dictador Maduro. Zapatero se ha mostrado como un amenazador profesional. Un matón barriobajero. Un peligro para la oposición democrática venezolana. El relato de Julio Borges es demoledor. «Zapatero pasó de mediador a un gestor de los intereses de Maduro». Los suyos. José Luis Rodríguez Zapatero es parte activa de la dictadura venezolana. Empezó de observador para terminar claudicando ante lo que le ofrecía el dictador y convertirse así en un importante garante del régimen. Es tanto su beneficio —de lo que sea— que decidió ser la dictadura. 

La dictadura bolivariana de Venezuela es un régimen totalitario y autoritario, que para mantener su poder practica el terrorismo, la tortura y el asesinato a través de la persecución a los opositores democráticos. Un régimen de terror que ha provocado el exilio de más de ocho millones de venezolanos. 

Venezuela es dictadura. Es totalitarismo y autoritarismo. Las tres palabras figuran en la RAE como sinónimos de fascismo. Los que ejecutan y defienden las prácticas políticas propias de esos atributos son unos fascistas. Me sorprende, para muy mal, la cantidad de fascistas que tenemos en España. José Luis Rodríguez Zapatero es un fascista. Monedero es otro, pero con rango de bufón de menor cuantía. Cada dato que sale sobre las prácticas de Rodríguez Zapatero, de sus comportamientos y actuaciones en pro de la dictadura de Nicolás Maduro, lo convierten en un personaje abyecto que debería acabar ante los tribunales internacionales, de Venezuela y probablemente de España.

Un instrumento fundamental del mantenimiento de la dictadura de Maduro es el comando Rodríguez. Está formado por los tres Rodríguez: Jorge, el psiquiatra, Delcy, la abogada, y José Luis, el tonto cursi activo. El comando Rodríguez es el más temido entre los líderes de la oposición y cualquier crítico del régimen. Jorge y Delcy son hermanos por parte de padre y madre. Auténticos psicópatas hijos del líder terrorista de extrema izquierda Jorge Antonio Rodríguez. Criminal famoso por sus múltiples delitos y por su participación en el secuestro de William Niehous, presidente local de Owens-Illinois, que duró tres años y cuatro meses, lo que lo convirtió en uno de los más largos de la historia americana. El padre de los Rodríguez fue detenido por su implicación en el secuestro y murió durante su detención en la DISIP -Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención-.

Los responsables de aquella detención fueron destituidos y juzgados por homicidio y tortura. Los hijos del terrorista tuvieron el doble peor aprendizaje. Desde niños convivieron con la violencia y el dolor, en todas sus formas, por la personalidad y forma actuar de su cruel padre terrorista y a esa experiencia sumaron la peor práctica del poder político que es la tortura y el homicidio o asesinato. Aquellos niños hoy lideran esas prácticas. José Luis Rodríguez tiene, como nombre de activista, Zapatero. Es el hermano político de Jorge y Delcy. No es el cuñao. Es el hermano cursi tonto activo que tiene tantos escrúpulos políticos y éticos como los otros dos. Ninguno. Como su abuelo el capitán Rodríguez Lozano.                            

«Relata Julio Borges que Zapatero le dijo : ‘Tú no has visto mi peor cara, si ustedes no firman tú vas a ver lo que te va a pasar’»

No puede minimizarse la conducta del comando Rodríguez en el sostenimiento de la dictadura. Si alguna dictadura pudiera tener luz ellos representan el lado más oscuro del régimen. Relata Julio Borges que Zapatero le dijo: «Tú no has visto mi peor cara, si ustedes no firman tú vas a ver lo que te va a pasar». Las amenazas que vertía eran las de la peor cara de Zapatero: «Vas a ir preso, vamos a ir contra tu familia». Lo peor de todas esas amenazas es que se convirtieron en realidad. A Borges le impusieron cinco órdenes de prisión. Le expropiaron su residencia familiar en Caracas y asesinaron y metieron en la cárcel a la gente de su entorno. Julio Borges tuvo la suerte de poder exiliarse en Madrid desde 2021.

Lo peor de Zapatero es que a eso le llama ser «facilitador» y afirma, como si él fuera neutral, «yo siempre ayudaré a ese país para que tenga futuro a través del diálogo y los consensos para una solución pacífica». ¿Es pacífico «tu no has visto mi peor cara»?

El comando Rodríguez es uno de los pilares del régimen. Han llegado tan lejos que Zapatero debe de ser plenamente consciente de que, como el régimen termine mal, su situación puede complicarse mucho. Por eso, empieza a utilizar, en algunos casos, a esbirros de confianza como Eudoro González. Otro cómplice del régimen cuyos movimientos habrá que judicializar.

El Helicoide es el centro de tortura y terror que amedrenta a la población y oposición política venezolanas. Está considerado el centro de tortura más grande de América. El comando Rodríguez, con su presencia y amenazas, extiende extramuros el terror que representa el Helicoide. Sus intervenciones se caracterizan porque la pareja hace de poli malo y Zapatero de poli bueno. Pero cuando sus víctimas no ceden a sus demandas, las que les pide Maduro, surge «su peor cara» y lo que eso supone. A víctimas y familiares. No hay atenuante ético, político ni moral para ninguno de los miembros del comando Rodríguez. Ni para sus colaboradores.

«Zapatero ha arrastrado a Sánchez, a parte del Gobierno de España y al PSOE a convertirse en cómplices del régimen de Maduro»

José Luis Rodríguez Zapatero ha arrastrado a Sánchez, a parte del Gobierno de España y al PSOE a convertirse en colaboradores cómplices del régimen de Maduro. Se justifican como el atrezzo democrático. Intentan aparentar que quieren resolver de forma democrática la dictadura de Maduro y lo único que hacen es consolidar y fortalecer el régimen

Como español, siento repugnancia de que la Embajada de España haya hecho funciones de Helicoide contra el ganador de las elecciones Edmundo González. El embajador de España, un cobarde Poncio Pilatos, en ridículo uniforme de progre, intenta lavarse las manos sobre lo ocurrido. Ramón Santos tiene una trazabilidad en favor de los peores regímenes siempre vinculado a Zapatero. Fue enviado por el Gobierno de Zapatero a la muy cocalera Bolivia.

Ahora, en la Venezuela del dictador Maduro, está pringado desempeñando el rol que le asignó Zapatero. Es un eslabón del régimen desde el momento en que autorizó el paso a los miembros del comando Rodríguez a la Embajada de España. Incumplió la prohibición de la UE, no por un acto humanitario sino por un servicio político a la dictadura. Así, Ramón Santos pasó de embajador a alcaide del Helicoidito. Hay grabación y documento gráfico de la actuación del comando Rodríguez en la que Zapatero juega un importante papel para el reconocimiento de Maduro. A diferencia de 2018, esta vez lo han conseguido. ¿Por qué firmó Edmundo González? Para evitar la tortura, la cárcel y expropiaciones a su hija y la familia. Firmó para evitar «la peor cara» de Zapatero. 

Zapatero reconoce su papel de mediador en nombre del Gobierno de España: «En este proceso he facilitado la solución que ha habido». Si Pedro Sánchez no le desmiente, asume como propio que el PSOE votara en contra del reconocimiento de la victoria de Edmundo González en el congreso. Así, el PSOE está al servicio de la dictadura de Maduro. El PSOE de Sánchez es cómplice de las violaciones de los derechos humanos que suceden en el Helicoide. El único hecho válido democrático en favor de la libertad y la legalidad en Venezuela habría sido traer a España a Nicolás Maduro y que Venezuela hubiera comenzado su transición democrática con Edmundo González allí. Todo lo contrario de lo que han hecho Rodríguez Zapatero y Sánchez. Centrifugar la oposición y apuntalar la dictadura.

Se puede ser cretino, mal nacido, mala persona, sinvergüenza, desalmado, traidor, cobarde y algo mucho peor que todo eso. Se puede ser José Luis Rodríguez Zapatero. Miembro del comando Rodríguez, un cómplice blanqueador de la dictadura de Nicolás Maduro. Que en ningún rincón encuentre paz.

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