THE OBJECTIVE
Román Cendoya

El ente podrido

«RTVE ha degenerado en un canal de manipulación pseudoinformativa donde han sido colocados los que prefirieron dejar de ser periodistas para ser comisarios»

Opinión
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El ente podrido

Torrespaña, conocida como 'El Piruli´. | Diego Radamés (Europa Press)

El pasado domingo 5.000 opositores se quedaron compuestos y sin oposición. Toda una frustración personal y mucho más que una vergüenza pública. Entre las víctimas hubo, según los rumores, alrededor de 200 candidatos que tuvieron en sus whatsapps o emails la exclusiva de sus vidas. Dicen que son «profesionales» en activo. Pudieron destapar todo un escandaloso entramado de fraude y corrupción del ente público RTVE. Pero no lo hicieron. De los miles que se presentaron, los que recibieron las preguntas son los que actuaron de la forma más contraria a su presunta profesión de periodistas. No tienen ética y decencia.

Cada uno de ellos se sintió elegido y privilegiado. Fueron privilegiados porque los filtradores les evitaron el esfuerzo y la zozobra del opositor. Fueron elegidos porque son basura profesional. Los que recibieron las preguntas son parte de la repugnante corrupción y partícipes del fraude. Ellos, con su silencio, forman parte del entramado corrupto de la ocupación por sindicatos y gobierno del ente podrido TVE. Corruptos que han vendido su dignidad y su presunta profesionalidad por la seguridad de una nómina pública.

Lo sucedido en las oposiciones es un escándalo que no puede quedar en una investigación interna, una sanción al filtrador y aquí no ha pasado nada. Pasa y mucho. El ente público de Radio Televisión Española debería ser una institución de servicio público al margen de corrientes políticas y gobiernos mandantes. O sea, todo lo contrario a lo que es hoy, porque tiene por presidenta a Concepción Cascajosa, cuyo mérito profesional es ser militante del PSOE y ejecutar órdenes. 

Si no nos costara la ruina que cuesta, sobre los 1.200 millones de euros al año, hasta podría tener gracia ver cómo la televisión pública del PSOE es la antítesis de lo que definen y exigen que tiene que ser una televisión de servicio público cuando están en la oposición. RTVE es uno de los grandes ejemplos de degeneración democrática de la etapa de Pedro Sánchez. Su índice de credibilidad y objetividad es ninguno con tendencia a menos. TVE ya no es un medio de comunicación, a pesar de contar con muy buenos profesionales.

Con Sánchez ha degenerado en un canal de propaganda política y manipulación pseudoinformativa donde han sido colocados los que prefirieron dejar de ser periodistas, para mutar en comisarias y comisarios políticos, sobrepagados con dinero de todos, para mantener el sanchismo. Un ente podrido donde colocar a los afines opinadores dependientes, que tienen la opinión perfectamente orientada por la paguita que les da el ente con el dinero de todos los españoles. Semejante esperpento adjudica arbitrariamente millones de euros, así financia el sanchismo a sus productoras amigas, intentando ganar audiencia con el fin de conseguir más masa crítica que pueda ser víctima de la degeneración y manipulación informativa y de opinión. 

«¿Dónde están los sindicatos de TVE y el Comité de Redacción en esta bochornosa etapa?»

Yo creía que el ente público no podía caer más bajo y llegar a una mayor degeneración. Me equivocaba. Podía y mucho. El escándalo de las oposiciones es mayúsculo y son muchos los que tienen que ser investigados y sancionados. Todos los filtradores. Los que filtraron algunas preguntas relativas a bloques específicos —también pasó—, el o los filtradores de la prueba y por supuesto todos los filtrados. La filtración de las preguntas a compañeros para que consiguieran su plaza no es un hecho propio de la picaresca nacional del Lazarillo de Tormes o Rinconete y Cortadillo. No es ninguna broma. Es un repugnante acto de fraude y corrupción política. Es una estafa a todos.

¿Qué ilusión pueden tener todos los engañados? ¿Qué credibilidad tiene ahora cualquier proceso de oposiciones en el ente podrido? Esta vez, probablemente gracias a que alguien decente del tribunal se enteró de la filtración la víspera, se ha destapado la maniobra del sanchismo para okupar y fagocitar los entes públicos. No dejan nada sin emponzoñar. Compran afines que deben pleitesía y servicio a los que los colocaron. Pero su inmerecida nómina se les paga con el dinero de todos los ciudadanos. El objetivo de la maniobra era burdo. Mantener y apoyar a Sánchez. Y que, cuando se produzca el cambio de gobierno, TVE esté llena de mercenarios —«periodistas objetivos»— que no dejen un día de denunciar, desde dentro, la manipulación y tendenciosidad que el nuevo gobierno impone. ¿Dónde están los sindicatos de TVE y el Comité de Redacción en esta bochornosa etapa? Así funciona esa casa. Así funcionó y así funcionará.

No puede hacerse una nueva convocatoria hasta que no se diriman todas las responsabilidades de la filtración y se conozca la identidad de los filtrados. Obviamente están tardando para que a los implicados les dé tiempo a borrar móviles y ordenadores intentando evitar que pueda saberse quiénes eran los corruptos pseudoperiodistas elegidos por la dirección y los sindicatos para hacer todavía más tóxica la RTVE de hoy.

No se puede jugar con la vida de tantos candidatos y candidatas. Los miles de víctimas de esta estafa deben perseguir al ente, al tribunal y a los filtrados. De forma individual y colectiva. Los candidatos y candidatas tienen que ser conscientes de que todo el esfuerzo de su preparación: tiempo, sacrificios, renuncias y dinero era la cobertura con la que encubrir el fraude perpetrado por esta gentuza que organizó la convocatoria filtrada. 

«Todos los responsables, filtradores y filtrados, deben ser juzgados y por supuesto inhabilitados para la función pública»

Todos los responsables, filtradores y filtrados, deben ser juzgados y por supuesto inhabilitados para la función pública. Deberían hacerse públicos los nombres de los que recibieron la filtración y no deberían poder presentarse a ninguna nueva oposición presente y futura. 

Dada la situación del ente y su inutilidad para el servicio público lo que debería hacerse es cerrarlo. No hay cosa que más me duela que la desaparición de un medio de comunicación. Pero en este caso no duele porque TVE no lo es. TVE es un medio de manipulación y fraude.

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