¿Injurias y calumnias al PSOE?
«Según el criterio de su propio partido, el mismísimo Pedro Sánchez habría cometido los delitos de injurias y calumnias contra el juez Peinado»
Ilustración de Alejandra Svriz.
En cuanto se ha conocido que el juez Pedraz ha inadmitido la querella que por posible financiación ilegal interpuso el PP contra el PSOE, una portavoz de éste -Emma García- ha anunciado que el partido de Sánchez va a querellarse por injurias y calumnias contra el de los populares. ¿Va en serio? ¿De verdad que va en serio? Pues sí, aunque parezca mentira, así lo ha anunciado la reseñada vocera de los socialistas.
Convengamos que cualquier inadmisión judicial de una querella supone una suerte de reprimenda judicial para el querellante toda vez que al inadmitirla se viene a manifestar la falta, o cuando menos la insuficiencia, de fundamento en la interposición. Así hay que verlo y no hay otra. Quiere decirse que la inadmisión decretada por el juez Pedraz representa un cierto baldón para los juristas del PP. Ellos debieran saber si había o no base suficiente para acudir ya a la vía penal y, a los hechos me remito, solo cabe considerar que se equivocaron. Cuestión diferente es que el conocimiento posterior de nuevos hechos y/o la aparición de nuevas pruebas modifique el actual escenario y surja, entonces sí, materia realmente querellable. El tiempo lo dirá pero hoy por hoy, y no hay que darle más vueltas, la Justicia ha determinado que de momento no es así.
Por ello es criticable por precipitada la decisión del PP y desde luego nada puede oponerse a que sea criticada. Ahora bien, pretender que por interponer una querella que haya resultado inadmitida el querellante haya podido cometer los delitos de injurias y calumnias contra el querellado es un trecho que el PSOE ha recorrido a lo loco, con una inusitada torpeza y que su vocera ha querido justificar, también alocadamente, con una sonora ignorancia. Ha manifestado Emma García que el contenido de la querella fallida del PP es de una enorme gravedad pues se acusaba al PSOE de algo tan grave como la comisión de un delito. Querida vocera, no hay querella sin acusación de delito pues si no se presume la posible existencia de éste no cabe interponer aquélla. Querella y posible delito van de la mano, estimada Emma.
De comprar el argumento de la reseñada vocera, serían no pocos los españoles irresponsables que cometieran semejante gravedad pues no son pocas las querellas que se presentan y resultan inadmitidas. Y según el rasero que ella ha explicado, cada uno de estos querellantes estaría cometiendo injurias y/o calumnias contra el querellado. Menudo desatino. Es evidente que tampoco han estado afortunados los juristas del PSOE que hayan sido los responsables de proponer o promover la querella de su partido que ha sido anunciada. Y han tenido aún menos fortuna al aportarle a su vocera los argumentos empleados al anunciarla.
«No hace ni 48 horas que el propio presidente del Gobierno ha visto inadmitida la querella que él mismo le presentó al juez Peinado»
Pero lo peor de todo para el PSOE, para sus juristas y para su vocera es que no han caído en la cuenta de que no hace ni 48 horas que el propio presidente del Gobierno, su jefe, ha visto como resultaba inadmitida la querella que él mismo le presentó al juez Peinado acusándole de prevaricación. Eso sí que es auténticamente grave porque prevaricar es probablemente el delito más lacerante que pueda cometer una autoridad judicial. Y aunque sea preciso pellizcarse para creérselo de eso es de lo que ha acusado, de modo fallido, Pedro Sánchez al juez que investiga a su mujer por la posible comisión de varios y graves delitos.
Así es que ya lo sabe el presidente del Gobierno: según el criterio de su propio partido manifestado públicamente por la vocera interviniente, él, el mismísimo Sánchez habría cometido los delitos de injurias y calumnias contra el juez Peinado. Un presidente del Gobierno que habría delinquido gravemente según el criterio jurídico que manifiesta públicamente su partido. Esto es el acabose, el no va más, la quiebra de la banca en el casino.
Ahora que tienen tantos amigos catalanes, los del PSOE –estos chicos, en expresión que gustó en emplear en su momento Tierno Galván– se lo han de mirar. Que por querer descalificar tan rápidamente al PP hayan utilizado un recurso que se vuelve como un bumerán cruel contra su propio «puto amo» es de una torpeza rayana en la estulticia.
