No se pueden cometer errores
«No está el país como para cometer errores en la lucha de oposición a un presidente que ha hecho de la mentira y de la falta de principios su bandera»
Ilustración de Alejandra Svriz.
En las filas sanchistas no preocupa el presente, sino el futuro. Muchos de los altos cargos socialistas no pondrían la mano en el fuego por defender la inocencia de Pedro Sánchez, y tampoco la de su mujer y su hermano, aunque en público cierran filas. No creen que estén limpios de polvo y paja; hay asuntos que si no es corrupción se le parece mucho. Más aún desde que se han conocido algunas conversaciones que maneja la UCO , la Unidad de la Guardia Civil que investiga los muchos casos abiertos por los jueces Peinado y Moreno, así como conversaciones de ‘wasap’. Así y todo creen que Sánchez aguantará. Pero les preocupa el futuro.
Es importante que el Supremo se ponga a analizar la exposición razonada del juez Moreno en la que pide la imputación de Ábalos. Veremos qué decide el Alto Tribunal, pero probablemente se equivocan los que piensan que Pedro Sánchez tirará la toalla ante el cerco judicial. El presidente no es de esa especie. No solo lucha hasta el final porque su soberbia le impide asumir que nadie, ni siquiera los jueces, pueden actuar contra él, sino que además da la impresión de que ha tomado esto como una batalla personal. Por no mencionar que no tiene ninguna gana de dejar el cargo; le es igual el descrédito al que está llevando a su partido, a su gobierno, y a su propia persona. Por no mencionar a su propia familia, que va a salir mal parada de esta peripecia.
Le pierde la ya mencionada soberbia, que le lleva a colocarse permanentemente encima de los demás, hasta el punto de no admitir que ha sido pillado en falta. Está por encima del bien y del mal. Ningún periodista, ningún juez que haya puesto en marcha procedimientos basados en indicios aportados por periodista, y mucho menos los guardia civiles que investigan a su entorno actuando como policía judicial, le va a apartar de su destino, gobernar a los españoles.
Incluso alardea de que sin haber ganado las elecciones ha sido capaz de lo que no han sido capaces de hacer algunos presidentes que le precedieron: formar mayorías para llevar a la oposición a quien le ganó en las urnas. Olvida Sánchez que Felipe González, a quienes algunos partidos le ofrecieron apoyo para mantenerse en Moncloa aunque Aznar había ganado las elecciones, se negó a aceptar la propuesta porque pensaba que debía gobernar el ganador; y olvida Sánchez que es fácil lograr componendas de gobierno cuando se carece de principios, porque no le causa ningún problema de conciencia llegar a acuerdos con partidos y personas a los que decía aborrecer.
«Nadie en su sano juicio apostaría todo su patrimonio defendiendo que Sánchez jamás traspasaría un límite: el de Vox»
Es tanta la falta de principios, que nadie en su sano juicio apostaría todo su patrimonio defendiendo que Pedro Sánchez jamás traspasaría un límite: el de Vox. O el de Alvise. Esto no va de los valores que defiende uno desde que nació, sino de poder.
Los suyos, por tanto, creen que aguantará, son pocos los que confiesan dudas. Es decir, confían en el presente. Pero el futuro… eso es ya otra cosa.
La dinámica de querellas es demencial. Con la ayuda de jueces, fiscales y abogados que echan una mano a quienes no sabemos de leyes, podemos llegar a comprender las consecuencias de algunas decisiones y qué leyes se pueden aplicar para determinadas situaciones. Además de esa ayuda indispensable de profesionales de la Justicia, hay casos en los que el simple sentido común es suficiente para entenderlos.
Por ejemplo, algunas de las denuncias que se cruzan entre Gobierno y PP. Que hay cerco del PSOE a Ayuso es innegable, y de hecho la presidenta madrileña se ha apuntado algunos éxitos cuando la justicia ha archivado denuncias contra familiares o contra su amigo Nacho Cano. También el sentido común hacía pensar que no prosperarían las querellas de Sánchez y Begoña Gómez contra el juez que investiga a la mujer del presidente. O el abogado y exministro Antonio Camacho no acaba de acertar en su estrategia de defensa de la esposa presidencial, o el matrimonio monclovita se equivoca al no aceptar las indicaciones de Camacho.
«El PP comete errores de principiante en asuntos de importantes consecuencias políticas»
Hay asuntos que provocan debate, como la decisión de Ayuso de no acudir a la cita presidencial. Esta periodista iría a Moncloa, pero no para pedir nada, jamás Sánchez dará un duro a los madrileños mientras los gobierne Ayuso. Pero conociendo a la presidenta, con seguridad sacaría los colores a Pedro Sánchez diciéndole cuatro cosas bien dichas.
El PP tendría que hilar más fino. Presentar una denuncia al PSOE por financiación ilegal solo porque se publica una información sobre alguien, no identificado, que dice que entregó no sé cuantos miles de euros en una bolsa de papel en Ferraz… es de no creer. Antes de que fuera rechazada la denuncia por la Audiencia Nacional, unos cuantos absolutamente ignorantes de leyes, ya escribimos que aquello era una locura. Y el PP no puede permitirse locuras. Ninguna. Porque es un partido de orden y de palabra, que cuenta con profesionales en el mundo de las leyes, y que comete errores de principiante en asuntos de importantes consecuencias políticas.
No está el país como para cometer errores en la lucha de oposición a un presidente que ha hecho de la mentira y de la falta de principios su bandera. No se pueden cometer errores, porque la prioridad para un partido de oposición es luchar de manera inteligente contra un Gobierno que nos aboca directamente al desastre. A más desastre todavía.
