La que se avecina
«Desde Europa, la victoria de Trump se ve como una amenaza, y más cuando estamos soportando la invasión de Ucrania por parte de su aliado Putin»
El 5 de noviembre, es decir, dentro de pocos días, los estadounidenses acudirán a las urnas para elegir presidente. La demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump se disputan esa presidencia y las encuestas electorales –cuando esto escribo- no tienen nada claro quién va a ganar esas elecciones.
Tras su nominación, Harris pegó un tirón hacia arriba en las encuestas, pero en las últimas semanas Trump no ha hecho sino subir. Según la media calculada por el especialista español Kiko Llaneras. Trump tendría, cuando escribo esto (23 de octubre), un 52% de opciones de ganar, pero según Llaneras las elecciones están abiertas e igualadas.
Antes de seguir adelante, conviene dejar claro que las presidenciales norteamericanas mantienen un sistema electoral más viejo que la tana. De hecho, Estados Unidos es la única democracia presidencial en el mundo en la que presidente no es elegido directamente por los votantes sino por un Colegio Electoral. Esto hace posible que el presidente pueda ser elegido sin una mayoría de votos, como ocurrió con George W. Bush y el propio Donald Trump, que llegaron a la Casa Blanca con menos votos de los que obtuvieron sus rivales de entonces, Al Gore y Hillary Clinton.
Un dato más: dentro del voto demócrata existe una pretendida izquierda que parece dispuesta a votar a Trump. El analista David Frum opina acerca de esa izquierda del Partido Demócrata lo siguiente:
«Tienen sus peculiares razones ideológicas. No es que amen a Trump, sino que odian al centro más de lo que temen a la derecha. Pero también es importante recordar que la izquierda no es una fuerza muy poderosa en la política. Puede ser poderosa en áreas pequeñas, dominar la política en ciertas ciudades, como Nueva York o Los Ángeles. Es poderosa en el mundo académico y en el ámbito de las artes, la literatura y las ciencias, pero no puede elegir presidentes».
«Trump sería en primer grado un riesgo para el sistema del comercio mundial»
Desde Europa, la victoria de Trump se ve como una amenaza, y más cuando estamos soportando la invasión de Ucrania por parte de Putin y sabemos que Trump ve en el tal Putin un aliado. Pero además, Trump sería en primer grado un riesgo para el sistema del comercio mundial. Intentaría poner en práctica nuevos aranceles, que no funcionarían porque al final los que resultan afectados son los estadounidenses menos recursos tienen y que terminarían pagando esos aranceles.
La opinión de Frum sobre Trump no es precisamente positiva: «Trump es un ladrón. Esa es la verdad. Era un ladrón como hombre de negocios y ha sido un ladrón como presidente. Una anécdota: cuando dignatarios extranjeros venían a verlo, la primera pregunta que les hacía era si se habían alojado en su hotel. Si no te alojabas en su hotel no te iba a escuchar. Si lo hiciste, sí. Buscó y recibió sobornos e incitó a que extranjeros intervinieran en nuestras elecciones».
Trump es un peligro para los Estados Unidos y una bendición para Putin y para Maduro, pues su pensamiento es aislacionista, como si los Estados Unidos no tuvieran intereses fuera de su territorio. Así que mejor será que pierda… pero a los europeos sólo toca ahora poner el televisor o la radio y así enterarnos de los resultados electorales.