Los vices, ¿la diferencia?
«En cuanto a la fambloyante Kamala Harris, su campaña está siendo muy mejorable. Su entrevista en la Fox se convirtió en un fallido debate con Trump»
Toda la campaña de Donald Trump se basa únicamente (al igual que se basó cuando el candidato era Biden hace cuatro años y en la primavera pasada volvió a serlo) en la más burda descalificación personal de su rival. ¡Qué mala es Kamala! (Perdón, pero era irresistible). O qué loca, o qué perezosa, o qué incompetente. Muchos lo achacan a la falta de ideas y a la tosquedad congénita del millonario expresidente. Nada más lejos de la realidad. Esta brutalidad es oro para la taquilla. A Trump lo asesora un equipo que ha sido capaz, sin ir más lejos (y contra todo pronóstico, teniendo a tanto gobernador republicano con pedigrí a mano) de elegir como compañero de candidatura a un joven senador de Ohio, J.D. Vance, quien, amén de ser lo opuesto a Trump en edad, origen y recorrido vital, encarna como nadie el tan manido como fundacional e indestructible «sueño americano»: nacido en un ambiente rural depauperado, hijo sin padre, madre drogadicta, criado por una abuela-coraje (impagable Glenn Close en la película autobiográfica), haciendo frente a todas dificultades materiales y morales imaginables, y que, a pesar de todo, logra abrirse camino en la vida, estudia, va a la guerra de Irak, y llega a convertirse en abogado y hasta se casa con una brillantísima y guapísima hija de inmigrantes indios, madre de sus tres adorables hijos, etc… (¡Adiós acusaciones de racismo!). Ah, y la madre logró rehabilitarse por completo y lo acompaña incluso en algunos mítines de campaña…
De todo ello dan fe un best-seller de 2016 y la posterior película de 2020, lo cual no hace sino aumentar la popularidad del vicepresidente in pectore: Hillbilly Elegy: A Memoir of a Family and Culture in Crisis (en español, Hillbilly, una elegía rural: memoria de una familia y una cultura en crisis), y su homónima película.
Vance tiene sólo 40 años (los mismos que Errejón, que acaba de dar por acabada su vida política estos días), y podría ser hijo de Trump, y por ello complementa perfectamente a éste también en el arco biológico intergeneracional.
La elección de Vance contrasta, de modo sangrante, y quizá sea un elemento decisivo en el resultado final de los comicios, con la del compañero de ticket de Kamala Harris, un tal Tim Walz, cuasi sexagenario como su jefa, tan educated y tan sofisticated como ella, y, por consiguiente, un candidato por completo invisible que, a lo máximo a lo que puede aspirar, es a no restarle votos a la actual vicepresidenta. El error de casting es tan grosero (habiendo muchos gobernadores demócratas con glamour) que diríase provocado por un fuego amigo.
Si Harris pierde, nadie de acordará de quién era Walz al día siguiente.
En cuanto a la flamboyante Kamala Harris, a la que los sondeos le dan sendos empates técnicos en los Estados clave, su campaña está siendo muy mejorable. Botón de muestra: su entrevista en la trumpiana cadena de noticias Fox se convirtió en un fallido debate con Trump in absentia. En los mítines ha de recurrir a teloneros del showbiz a falta de poder exponer contenidos de enjundia: es mujer inteligente y sabe que para poder ganar necesita evitar posicionarse sobre ciertas cuestiones polarizantes; mejor hacer guiños al electorado más primario: «Yo también tengo un arma en casa» y tirar de tópicos consensuales. El problema es que está incómoda en el papel de feriante. Sería probablemente una buena presidenta gestora, pero como candidata está siempre como en falso.
El problema de Harris, en el fondo, es doble: por un lado, no puede hacer valer su balance como vicepresidenta, porque sencillamente éste no existe. Nunca nadie pensó en su partido que podría ser la candidata. Por el otro, su condición de mujer de color (en un sociedad estructuralmente racista como la americana, en que todo el que no es blanco 100% es de color) le puede aportar votos femeninos y de las minorías, pero también se los puede quitar por las mismas razones.
Agitar el fantasma de un Trump dictador en potencia no parece que pueda ser suficiente para lograr la victoria: el pueblo americano ya conoce a Trump, para lo malo pero también para lo menos malo. Sus bravuconadas pero también su decente balance económico entre 2016 y 2020. Y que sus locuras más locas nunca se llevan a la prácticas.
Además, que Elon Musk vaya a formar parte del gobierno, tal como han anunciado Trump, es una baza inesperada contra la que Harris poco puede hacer. Musk encarna otro sueño americano, el del éxito millonario, y con él el eslogan de hacer grande a América de nuevo cobras visos de verosimilitud.
Al final ni siquiera habrá sido decisivo para Trump el haber sido víctima de un atentado: Trump es el favorito simplemente porque es el mejor candidato cuando de lo que se trata es de hacer de la política un espectáculo descarnado. Los demócratas ya pueden ir buscando a una bestia de escena para de aquí cuatro años.
Coda única) Autoinmolado. Al yerno ideal de la izquierda, al cofundador de Podemos (¡fundador, fundador, está como nunca, es fundador!) , la vida política y, probablemente, civil, tout court, se le hayan acabado. Ante un serie de descoyuntadas denuncias anónimas de acoso sexual, volcadas donde Fallarás Más que una Escopeta de Feria, y otra de la comedianta Elisa Mouliaá, que asemeja una parodia de El Mundo Today (¡debería salir ya un La Paisa Today!), Errejón ha decidido no plantar cara sino dejar que le hagan la autocrítica los suyos. Así, incurre en una confesión tipo estalinista (la culpa de la traición la tiene el capitalismo), y sacude de tal manera el tablero político de la izquierda que pronto sabremos si no será el punto de inflexión para una reconfiguración en toda esa parte del espectro político. El más atento, naturalmente, es Pedro Sánchez, con sus cuentas de apoticario, para intentar llegar al final de la legislatura con algo que pueda pasar por un balance.
Sólo Mónica Oltra (!) ha pedido que no se lleve a cabo su linchamiento (conoce bien el paño): todos los demás están ello, desde Podemos y el propio Sumar y sus componentes, hasta el socialismo más oficialista, y, naturalmente en la derecha y derecha gamberra, que no iba a dejar pasar una ocasión tan golosa de denigrar al rival político. El linchamiento de Errejón es la única manera de blanquearse para la izquierda populista, y seguir corriendo como pollo sin cabeza, pero en el poder.
«Produce cierta hilaridad ver al hasta ayer inquisidor Errejón probando de su propia medicina feminoide»
Es cierto que produce cierta hilaridad ver al hasta ayer inquisidor Errejón probando de su propia medicina feminoide, pero hay que estar a lo importante: Errejón no es culpable más de que su propia estupidez y sectarismo y, salvo que al calor del escándalo aparezcan casos reales de real acoso sexual (dos veces reales) sus conductas groseras o impropias no deberían haber salido nunca del ámbito de lo privado. O quedarse fermentando en el muladar de Fallarás.
Todas las groupies, ¿aspirantes a Irenes Monteros?, que veían en él a un fundador de Podemos, a un portavoz de Sumar, a un político faro y referente, ¿confundían sexo con amor o sexo con poder?
Veremos lo que opinan los jueces.
Carta de confesión de Íñigo Errejón (fisking EN MAYÚSCULAS)
En los últimos meses, y de forma más insistente en las últimas semanas, he ido pensando en que tenía que tomar algunas decisiones importantes. Hoy ha llegado el día de hacerlo.
MÁS BIEN EN LOS ÚLTIMOS DÍAS Y ÚLTIMAS HORAS, ¿NO? ¿DESDE QUE TE DIJO YOLANDA QUE TE IBAN A CESAR ANTEAYER?
Llevo prácticamente desde que tengo uso de razón comprometido y militando políticamente. ERES UN GENIO DE PRECOCIDAD, AL ESTAR CONSIDERADO EL USO DE RAZÓN EN TORNO A LOS 7 AÑOS. NI LAS JUVENTUDES NACIONALSOCIALISTAS ACEPTABAN A NENES CHICOS EN LOS AÑOS 30.
Esa es mi forma de estar en el mundo. Pero desde hace diez años ocupo posiciones de representación pública en la política institucional y de altísima visibilidad y exposición mediática.
Y NUNCA TE HABÍA QUEJADO. DE ALGO HAY QUE VIVIR…
He tenido el privilegio de defender las ideas que considero más hermosas y justas, y de hacerlo durante una de las décadas más intensas, pero también más duras, de la política española.
NO, SO CURSI: TODAS LAS DÉCADAS DE LA POLÍTICA ESPAÑOLA SON INTENSAS Y DURAS, SALVO PARA QUE LOS QUE NACISTEIS AYER.
Eso conlleva muchas experiencias, aprendizajes y motivos de orgullo. Pero también genera un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el ámbito público, con la fama y con los demás que pasan factura.
LA SUBJETIVIDAD LA TIENES COMO TODO QUISQUE, MAJO. LA FACTURA BIEN TE HA PARECIDO HASTA HOY, NADIE TE HA FORZADO A TAL TORTURA. UN POCO DE OBJETIVIDAD DON SUBJETIVO.
El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional.
QUÉ MALA ES LA POLÍTICA, LEÑE. HAY QUE AVISAR AL PERSONAL Y ACEPTAR MANDATOS SOLO DE 4 AÑOS, O 2, O UNO.
Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado.
TÚ LO HAS DICHO: EN MAYOR O MENOR MEDIDA. HAY QUIEN NO DRAMATIZA, VÉASE RAJOY, UN GRAN EJEMPLO DE POLÍTICO JUBILADO CON DÉCADAS DE SERVICIO.
En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros.
¿EMANCIPARSE DE LOS CUIDADOS? LÉASE: ¿QUE TE HAS CONVERTIDO EN UN CERDO EGOISTA? ¿ESO QUIERES DECIR? PROBABLEMENTE YA LO ERAS ANTES DE TENER USO DE RAZÓN… NO SE PUEDE HACER UN DOBLE CIEGO. HE DICHO DOBLE CIEGO, NO SUMA CERO, EH.
Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo.
¿LA SUBJETIVIDAD Y EL PATRIARCADO GENERA MONSTRUOS MACHISTAS? ESTO NO SALÍA EN EL PROGRAMA FUNDACIONAL DE PODEMOS. CUÁNTO DAÑO HACEN LOS PATRIARCAS, QUE TE OBLIGAN A SACARTE EL PITO A LA QUE PUEDES.
Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona.
¿YO? ¿YO Y MI MISMIDAD? ¿TU PERSONAJE ES MACHISTA Y TU PERSONA ES FEMINISTA?
Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano.
¿POR QUÉ HAS QUERIDO VIVIR COMO UN CERDO NEOLIBERAL, TIRANDO DE TAXIS Y DE ROPA CARA? ¿QUIÉN TE HA OBLIGADO? SI TE VIERAN ERNESTO LACLAU Y CHANTAL MOUFFE… (CHANTAL TOTADAVÍ VIVE, LE PUEDES PEDIR HORA).
La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana.
ENTONCES HAY QUE ACEPTAR QUE VOTEN LO QUE LES DÉ LA GANA.
Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos.
CUIDATE, PERO CUIDATE MUCHO.
Anuncio así, como ya he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas. Siempre seguiré militando y comprometido, pero para mí se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan.
ESO, QUE VENGAN LOS JÓVENES Y SE VAYAN LOS VIEJOS DE 40 AÑOS COMO TÚ.
Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión.
NO HOMBRE, LA PARTE MÁS IMPORTANTE DE TU VIDA ESTÁ POR VENIR, LO MEJOR SIEMPRE ESTÁ POR VENIR, SACERDOTISO.
Cuestionario maldito a Íñigo Errejón
P: Pablo Iglesias dice que no le sorprende, que lo veía venir desde hace un año…
–Pues lo mismo digo.
P: ¿Es decir?
– Que no me sorprende.
P: ¿Lo de Iglesias o lo suyo?
–La toxicidad de mi subjetividad neoliberal.
P: ¿De qué se declara culpable?
–En el fondo, de no haber sido como le hubiera gustado a Iñigo Errejón, la persona.
P: De no haberse conocido las acusaciones, ¿qué habría hecho usted?
–Seguir creciendo, en la más pura lógica patológica neoliberal.
P: Es decir…
– Habría acabado como Echeminga.
P: ¿ Y eso?
– Es una metáfora. Él no pagaba a la seguridad social de sus cuidadores.
P: ¿Piensa pedir perdón a sus (supuestas) víctimas?
– Sí, ya lo he hecho por carta abierta, pero lo seguiré haciendo cada vez que pueda… por pliego privado.
P: ¿Cree que irá a juicio y acabará en la cárcel?
–No lo sé, pero colaboraré con la justicia en la medida de mis posibilidades y haré todo lo posible para que me condenen.
P: ¿Qué siente cuando AE lo llama Suma Cero?
–Un gran vacío.
P: ¿Piensa comentar su situación con su examigo Pablo Iglesias?
– No, él sigue en su propia terapia «montero».
P: ¿Montero? ¿Irene, Mariló?
– Entenderá que lo deje ahí.
P: Usted fue el yerno ideal del espacio de la izquierda española, ¿cómo le verán ahora sus suegros y sus suegras?
– Espero que entiendan que, como Pascual Duarte, yo no soy malo, aunque no me faltarían motivos para serlo.
P: ¿Se siente decepcionado por sus compañeros de Más Madrid y de Sumar?
–No, hacen lo que deben con un elemento tóxico, me han perdonado la vida durante un año. Les estoy agradecido.
P: ¿Algo que lamentar, algún mensaje a alguien en especial?
–Sí, a Carmela Carmena: siento haberla defraudado, porque de mayor quería ser como ella.
P: ¿Le habría gustado ser mujer?
–Bueno, habría sido una toxicidad diferente al menos.
P: ¿Pero no hemos quedado en que es usted un machista irredento?
–No, me he comportado como un neoliberal, que es distinto, los hombres de izquierdas no podemos ser ni somos machistas, eso se lo dejamos a los de derechas. Mi vida entera ha sido un desdoblamiento. Pero hoy por fin he dejado al personaje y espero encontrar a la persona.
P: Ha visto por casualidad la película Soy Nevenka?
– Sí, sí. me identifico mucho con ella.
P: ¿No con él?
– No, me he comportado como él, pero gracias al tratamiento, poco a poco, me iré curando. Igual me voy a Irlanda y todo.
P: ¿Puede recomendar un libro para los hombres que quiera cursarse de su masculinidad enfermiza?
– Claro, este de la autora checa Petra Hulova, el método que se emplea en el libro parece muy eficaz. Se ve en él cómo las mujeres algún día dominarán el mundo.