¿Ganará Harris o Trump? Una mirada desde los impuestos
«El resultado dependerá de cómo los votantes interpreten las promesas fiscales de cada candidato en relación con su bienestar económico y la prosperidad del país»
Desde 1960, las promesas fiscales han jugado un papel determinante en varias elecciones presidenciales de los Estados Unidos. A lo largo de la historia reciente, los candidatos que han prometido reducir los impuestos o criticar a sus oponentes por aumentarlos han logrado victorias clave. Con las elecciones de 2024 a la vuelta de la esquina, el tema fiscal vuelve a ser crucial en la contienda entre Kamala Harris y Donald Trump. Analicemos el contexto histórico y cómo las propuestas fiscales actuales pueden influir en el resultado.
Casos históricos clave de promesas fiscales
1960: John F. Kennedy contra Richard Nixon
John F. Kennedy ganó las elecciones de 1960 proponiendo una política fiscal expansiva que incluía recortes de impuestos para estimular el crecimiento económico. Esta promesa resonó en un contexto de estancamiento económico, lo que ayudó a diferenciar a Kennedy de Richard Nixon, quien defendía una postura más conservadora. Posteriormente, Kennedy implementaría estos recortes durante su mandato.
1980: Ronald Reagan contra Jimmy Carter
Ronald Reagan basó su campaña de 1980 en una agenda de recortes fiscales conocida como Reaganomics. Prometió reducir los impuestos sobre la renta y las empresas para reactivar una economía que sufría de alta inflación y desempleo. Reagan ganó prometiendo devolver el control económico a los ciudadanos y las empresas, una promesa que resonó fuertemente entre los votantes.
1988: George H.W. Bush contra Michael Dukakis
En 1988, George H.W. Bush hizo una promesa memorable: «Lean mis labios: no habrá nuevos impuestos». Este compromiso le aseguró la victoria, al seguir la senda de las políticas fiscales de Ronald Reagan. Sin embargo, tras romper esa promesa en 1990 al subir los impuestos para reducir el déficit publico, perdió gran parte de su apoyo, contribuyendo a su derrota en 1992 frente a Bill Clinton.
2000: George W. Bush contra Al Gore
George W. Bush ganó las elecciones de 2000 en parte debido a su promesa de recortes de impuestos. En un contexto de estabilidad económica, esta promesa de recortes fiscales lo ayudó a consolidar su imagen como el candidato que abogaba por dejar que los estadounidenses controlaran más su propio dinero.
Promesas fiscales en 2024: Trump contra Harris
En la contienda de 2024, tanto Trump como Harris presentan propuestas fiscales que continúan esta tradición de utilizar las promesas de ambos candidatos sobre los impuestos como un eje central en sus campañas. Sin embargo, las propuestas de ambos difieren considerablemente en cuanto a su enfoque y el grupo de votantes al que buscan atraer.
Donald Trump: la continuidad de los recortes de 2017
Trump ha hecho promesas fiscales agresivas y detalladas para 2025, continuando con la línea de su Tax Cuts and Jobs Act de 2017, que redujo impuestos principalmente para las empresas y las rentas más altas, aunque también incluyó beneficios para la clase media. De cara a las próximas elecciones, Trump propone prorrogar esos recortes indefinidamente, con medidas adicionales que buscan atraer a una base diversa de votantes:
- Exenciones fiscales para trabajadores de sectores clave: Promete eliminar los impuestos sobre las propinas de los trabajadores de la restauración y la hostelería, así como sobre las horas extraordinarias y las prestaciones a la Seguridad Social. Esta medida busca captar el voto de la clase media y trabajadora.
- Reducción de impuestos corporativos: Trump propone reducir el impuesto de sociedades del 21% al 15% para empresas que fabriquen en Estados Unidos, con el objetivo de fomentar la «deslocalización inversa» y crear empleos en suelo estadounidense.
- Incentivos fiscales para expatriados: También promete eliminar la tributación sobre los estadounidenses que viven en el extranjero, buscando atraer el voto de esta comunidad influyente, aunque pequeña.
- Mantener la reducción de los impuestos a las rentas altas: Sostiene que los altos tipos impositivos desincentivan tanto el trabajo como la inversión, lo que frena la innovación y limita el dinamismo económico. En cambio, una política fiscal más favorable a las rentas altas fomenta la creación de empleo, incentiva el emprendimiento y aumenta la inversión productiva.
Con todas estas medidas Trump busca posicionarse como el candidato que aliviará la carga fiscal y fomentará la inversión empresarial, lo que podría sonar bien en un electorado que aún siente los efectos de la inflación y teme un mayor incremento de los impuestos bajo una administración demócrata.
Kamala Harris: justicia fiscal y apoyo a las clases medias
Por su parte, Kamala Harris presenta un enfoque fiscal más orientado a la redistribución y la equidad. Su propuesta implica mantener los recortes fiscales de 2017 solo para los hogares que ganen menos de 400.000 dólares al año, lo que implicaría un aumento de impuestos para las rentas más altas. Además, ha propuesto varias medidas diseñadas para ampliar el apoyo a las familias de clase media y baja:
- Ampliación de la desgravación fiscal por hijos: Harris quiere aumentar esta desgravación hasta 6.000 dólares por hijo para las familias de bajos ingresos, especialmente durante el primer año de vida del niño, en un intento de aliviar la carga económica sobre estas familias.
- Mayores impuestos a las grandes fortunas: Propone un impuesto sobre las plusvalías no realizadas de los multimillonarios y aumentar el tipo sobre las ganancias de capital para quienes ganen más de un millón de dólares al año.
- Aumento del impuesto de sociedades: Harris también busca elevar el impuesto de sociedades del 21% al 28%, con el objetivo de financiar programas sociales y reducir el déficit fiscal, lo que podría atraer a votantes progresistas que priorizan la equidad y la justicia fiscal.
Si bien estas medidas han sido bien recibidas por ciertos sectores, el aumento de impuestos que propone Harris podría ser percibido como una amenaza para el crecimiento económico por algunos votantes.
Conclusión: el peso de las promesas fiscales en las elecciones de 2024
La historia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos muestra que las promesas fiscales tienen un peso significativo en los resultados electorales. Trump está apostando por una fórmula que ha funcionado muy bien en el pasado (con Ronald Reagan y George W. Bush), presentando recortes fiscales que podrían atraer a votantes interesados en estimular la actividad económica y el crecimiento a largo plazo. Sin embargo, Harris también está haciendo promesas clave para las clases medias y bajas, pero centrando su mensaje en la justicia social.
El resultado de las elecciones de este 5 de noviembre dependerá en gran medida de cómo los votantes interpreten las promesas fiscales de cada candidato en relación con su bienestar económico pero también con la prosperidad del país.