THE OBJECTIVE
Román Cendoya

Todos los corruptos del presidente

«Mientras que a la España que trabaja o estudia le cuesta cada vez más llegar a fin de mes, Sánchez lidera y mantiene todo un entorno de corrupción política»

Opinión
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Todos los corruptos del presidente

Políticos sobre los que habló Aldama en su declaración. | Alejandra Svriz

La declaración voluntaria de Víctor de Aldama no deja de ser la verbalización de que el gobierno de Pedro Sánchez, desde que conquistó el poder a través de la moción de censura, es una máquina de corrupción personal, política e institucional. La situación política provocada por la declaración de Víctor de Aldama ha llevado a Pedro Sánchez a abusar del recurso político que más le caracteriza: la mentira. Todo en Sánchez es mentira y manipulación. Con la mentira pretende parar el escándalo de corrupción política y personal que arrastra. Son mentiras y fango lo que expande el gobierno junto a sus acríticos palmeros mediáticos para minimizar daños.

Sánchez empieza a resultar vulgar en su discurso. Igual que Rajoy convertía a todo aquel que le estorbaba en «esa persona de la que usted me habla», Pedro Sánchez se distancia usando la  fórmula de «este personaje». Las declaraciones de Sánchez hacen evidente la indecencia de origen de su gobierno: «mi gobierno es un gobierno limpio que nació de una moción de censura para acabar con la corrupción sistémica». Mentira. No asaltaron el poder para extirpar la corrupción. Es obvio que lo hicieron para perfeccionarla. El gobierno de Sánchez es el que «con su particular uso del poder» ha creado «un verdadero círculo de corrupción, encubriendo con tretas y artimañas, obstaculizando a la justicia para intentar engañar a la gente». De lo que hizo el PP aprendieron la necesidad de okupar las instituciones para blindarse. Así han corrompido el Tribunal Constitucional, la Fiscalía, RTVE y todos los organismos que han podido para evitar fisuras en el uso y disfrute del poder. Eso es Sánchez y el sanchismo. Puede decir lo que quiera pero la corrupción afecta a su gobierno, a su organización y a  su familia. De su gobierno y de su organización son personajes como Ábalos, Koldo, Santos Cerdán, Ángel Domingo Torres … No hace falta recordar quiénes y por qué son los investigados de su familia. Todos los corruptos del presidente.

Pedro Sánchez es burdo cuando afirma que «las declaraciones de un presunto delincuente que está en prisión preventiva, que ha salido para testificar ante la Audiencia Nacional, me merece el crédito que tiene, ninguno». Es evidente que para contar cómo es la corrupción sistémica de una organización el declarante suele ser parte de ella. Pedro Sánchez niega un mecanismo reconocido por la justicia. La delación premiada. Se la niega a Víctor de Aldama pero hace tres semanas su gobierno ha concedido un indulto parcial a José Luis Peñas, un corrupto condenado con cinco sentencias, porque colaboró con la justicia siendo el delator del caso Gürtel. Eso mismo, que ha merecido el indulto, es lo que ha empezado a hacer Víctor de Aldama con el caso Sánchez. Bolaños con el indulto parcial al corrupto de la Gürtel dijo: «Este gobierno premia a quien colabora con la justicia». Mentira. Hay que ver cómo reaccionan contra quien sorpresivamente ha decidido «tirar de la manta» y colaborar con la justicia en el caso Sánchez.

El gran problema que tiene Pedro Sánchez es que, mientras él afirma categóricamente que la -declaración le merece «el crédito que tiene, ninguno», al fiscal y al juez del caso la declaración de Aldama les merece tanto crédito por su verosimilitud que lo han dejado en libertad.

Sánchez considera a Víctor de Aldama un personaje que no es nada y todo es mentira. Los miembros de su gobierno han recibido la instrucción de desprestigiarlo definiéndolo como «un pequeño Nicolás». Ellos sabrán qué dicen de Aldama, pero en los actos políticos lo sentaban en las sillas reservadas para los amigos del presidente. Sánchez se fotografiaba con él. El personaje organizó la visita a España de Delcy Rodríguez, con la autorización del presidente y una agenda vinculada a demasiados ministros. En Barajas resolvió el problema diplomático con Venezuela haciendo que Marlaska declarara un espacio como suelo no español. ¿Se puede?  Aldama no es nadie pero acompañó a la mujer del presidente en algún encuentro con Hidalgo para el rescate de Air Europa. El gobierno de Sánchez otorgó en 2022 a Aldama la Medalla al Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco. La distinción se concede por el éxito en el servicio, una  conducta ejemplar o trabajos sobresalientes. ¿Prevaricó el gobierno de Pedro Sánchez otorgando esa distinción a un personaje que, según Oscar López, «se cree James Bond y se parece más a un ‘pequeño Nicolás’», o como dice Bolaños es «un personaje de la TIA»? Para ser un «personaje cuya estrategia de defensa es la mentira» hay demasiadas certezas que afectan a todos los corruptos del presidente.

Lo que no es mentira es que Pedro Sánchez construyó su gobierno con los protagonistas de la declaración de Aldama. Pedro Sánchez no puede separar su realidad política de Abalos, Koldo y Santos Cerdán. En su biografía contó cómo con ellos llegó a conquistar el partido y de ahí el poder. Son la Brigada del Peugeot. Su núcleo duro es el protagonista de comisiones, mordidas, sobres, casas de lujo, putas y viajes. Su distorsión de la realidad le lleva a «estar tranquilo y limpio» cuando desde Moncloa su mujer, por ser la esposa del presidente, monta chiringuitos, patrocinios forzados y negocios que la han llevado a ser investigada por la justicia.

«Sánchez lo recuperó y blanqueó volviendo a ponerlo en las listas para diputado. ¿Por qué? Es obvio que Ábalos tenía mucho que contar. ¿Pactó con Sánchez su silencio a cambio del sueldo de diputado y el aforamiento?»

Pedro Sánchez eligió a José Luis Ábalos para pronunciar en el Congreso de los Diputados el discurso sobre la ética y la acción política contra la corrupción en la justificación de la moción de censura. Ese personaje que siendo ministro pagaba con billetes de 500 euros y llevaba a su escort en su comitiva oficial del autoproclamado gobierno «más feminista de la historia». Es verdad que fue cesado. Pero Pedro Sánchez lo recuperó y blanqueó volviendo a ponerlo en las listas para diputado. ¿Por qué? Es obvio que Ábalos tenía mucho que contar. ¿Pactó con Sánchez su silencio a cambio del sueldo de diputado y el aforamiento? Después de eso, sólo Óscar López, pelota distribuidor de bulos y fango, puede afirmar que «hoy España tiene un gobierno limpio y la oposición más corrupta de la historia», sabiendo que Santos Cerdán, número tres de su partido, es un «sobre cogedor» de, por lo menos, quince mil euros. Es sorprendente ver con qué énfasis aseguran los sanchistas que el gobierno y el PSOE han actuado con contundencia contra la corrupción. No han hecho nada que no sea decir que todo es mentira y que quedará en nada. 

Es repugnante saber que, mientras Pedro Sánchez nos encerró inconstitucionalmente en nuestras casas por la pandemia —con la mentira del inexistente comité científico—, miembros de su gobierno, dirigentes de su partido, junto con algunos de sus líderes territoriales, se enriquecían ilícitamente repartiéndose comisiones mediante prácticas corruptas con material sanitario.

Y pasada la pandemia, mientras que a la España que trabaja o estudia le cuesta cada vez más llegar a fin de mes, cuando España después de los años de gobierno socialista tiene el mayor porcentaje de familias en riesgo de pobreza y el mayor índice de paro juvenil … Y pasada la pandemia, mientras que a la España que trabaja o estudia le cuesta cada vez más llegar a fin de mes, cuando España después de los años de gobierno socialista tiene el mayor porcentaje de familias en riesgo de pobreza y el mayor índice de paro juvenil … Sánchez lidera y mantiene todo un entorno de corrupción política, institucional y económica que se reparte unas repugnantes comisiones.

Cada día que pasa la corrupción abarca más y va más lejos. Todos los que mantienen el apoyo al gobierno: partidos, políticos, medios de comunicación y periodistas, se convierten en cómplices de la corrupción. Nada de lo que dijeron en la moción de censura respecto al Partido Popular será cierto mientras sigan prestando su respaldo político a Sánchez y su gobierno. La actitud que asuman les llevará a formar parte de todos los corruptos del presidente.

La acción de la justicia necesita de las pruebas que dice poder aportar Víctor de Aldama. Para dirimir las responsabilidades políticas es suficiente con los indicios. Y son claros. Por eso, el PNV, Junts, ERC, Bildu, Sumar, Podemos… todos, hoy por hoy, son cómplices políticos de la corrupción. Porque además Sánchez asegura que «puedo garantizar que estamos tranquilos porque en lo que respecta a mi persona, en lo que respecta a mi gobierno actual, en lo que respecta a mi organización el partido socialista obrero español, todo lo que ha dicho este señor es categóricamente falso». Y todos sabemos que esta afirmación es falsa porque Pedro Sánchez  siempre miente con toda sinceridad. La única forma que le queda para salir de Moncloa con algo de dignidad es disolver y convocar elecciones.

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