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Carlos Padilla

PSOE, agencia de colocación

«El verdadero ascensor social en España ya no es tener una carrera o ser hijo de rico, es caer bien en el PSOE, caerle bien a Sánchez»

Opinión
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PSOE, agencia de colocación

Alejandra Svriz

Lo último ha sido Antolín. Ion Antolín, jefe de prensa del PSOE, pasará a ser el secretario de Estado de Comunicación. Del partido al gobierno, nombrado a su vez por el partido mayoritario del gobierno. Una historia de superación, duro trabajo y grandes conocimientos que, bueno, da lo mismo, es que Antolín lo vale y ya da igual que hubiera otros hombres preparados para el cargo, justamente Antolín, capataz mediático del PSOE, era el ciudadano ideal para ejemplificar el poder de Sánchez.

La clave no es otra que demostrar dominio, y si se deben ocupar todos los huecos posibles de la administración con la gente afín, se hace. Porque el verdadero ascensor social en España ya no es tener una carrera, ser hijo de rico, heredar un piso en Madrid o tener el curso de Llados, lo que te garantiza la subida laboral, la bicoca, el curro soñado es caer bien en el PSOE, esto es, caerle bien a Sánchez. Que los partidos políticos son en mayor o menor medida agencias de colocación, no es ninguna sorpresa, aunque sea en estos años sanchistas que vivimos, cuando el descaro, casi digno de aplauso, se eleve al cubo.

Y digno de aplauso porque hay días donde no cabe otro gesto que bajarse el sombrero, la gorra, o directamente quitarse el cráneo ante el presidente del Gobierno. Qué capacidad casi natural para el dedazo del antiguo compañero. Bien podríamos tirar de clásicos, cuando Sánchez nombró a Magdalena Valerio, exministra de Trabajo, presidenta del Consejo de Estado y al tiempo el Tribunal Supremo la echó para atrás por no cumplir el requisito de ser «jurista de reconocido prestigio». Entonces llega Sánchez, «el puto amo», y nombra a Carmen Calvo, su antigua vicepresidenta, como nueva presidenta del Consejo de Estado. Oh, qué talento.

Uno de los intocables de Pedro Sánchez es José Félix Tezanos, cuyo CIS sigue sin preguntar claramente por la amnistía, entre otros muchos asuntos que se sortean con el ingenio del Nostradamus santanderino. Tezanos pasó, por méritos socialistas, de la Ejecutiva Federal de Sánchez a dirigir el Centro de Investigaciones Sociológicas, y a la larga acabar destruyendo la credibilidad de la institución. Por hablar de credibilidad, pasadas sus semanas erráticas, en la Agencia EFE fue donde Sánchez colocó a Miguel Ángel Oliver, otrora secretario de Estado de Comunicación.

Si quieren más deben saber que el letrado mayor de las Cortes Generales, Fernando Galindo, que dio el okey a que siguiera adelante la tramitación de la amnistía, venía de ser subsecretario del Ministerio de Política Territorial que lideraba Isabel Rodríguez. De cargo en ministerio socialista a puesto clave del Congreso de los Diputados, ¿Por qué? Puro mérito, no piensen mal, puritito mérito al que ayudó venir de ministerio socialista. Y aunque haya más casos, en mi corazón siempre habrá hueco para Ernesto Gasco.

Gasco era comisionado contra la pobreza infantil y pasó a ser recolocado como —vayan poniéndose de pie—¡presidente del Hipódromo de la Zarzuela! Insuperable, nunca se ha visto cosa parecida, pasamos del drama de los niños a los días de jockeys y césped. No deben dejar esas manos enrojecidas por el roce de las palmas porque, ¿saben a quién sucedió Gasco al mando del Hipódromo de la Zarzuela? A Maritcha Ruiz, la que había sido jefa de prensa del PSOE. Esto es en el arte de la colocación lo que Maradona contra Inglaterra, «barrilete cósmico, ¿de qué ala del PSOE viniste para dejar en el camino a tanta gente capacitada?».

¿Más? La presidenta de Red Eléctrica es la socialista Beatriz Corredor, exministra de Vivienda con Zapatero. Maurici Lucena, antiguo diputado y portavoz del grupo parlamentario socialista en el Parlamento de Cataluña, dirige AENA. Pedro Duque, que llegó a la Luna y al Consejo de Ministros de Sánchez, lidera desde 2023 Hispasat, sustituyendo a Jordi Hereu, que hoy es ministro de Industria. Y este finde conocimos que Pilar Sánchez Acera, jefa de gabinete del jefe de gabinete del presidente, cesó —un día después del registro al fiscal general— como consejera de la empresa pública Paradores, precioso cargo, que compatibilizaba con su otro trabajo porque hay gente a la que el día le cunde muchísimo.

Sánchez Acera deja Paradores en una pérdida de la que, esperemos, la empresa pública se pueda recuperar. Paradores, la cadena hotelera estatal, de la que fue presidente Óscar López, antes jefe de gabinete presidencial, hoy ministro y pasado mañana rival de Ayuso. Ahora Paradores lo dirige —sé que el efecto sorpresa ya está dilapidado— la socialista Raquel Sánchez, anteriormente conocida como ministra en el Gobierno de Sánchez en Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Todo esto es de una imagen tan obscena, tan de país de tercera categoría, prietas las filas socialistas váyase a ser que no tengan donde volver a trabajar. Así claro que hay Sánchez en el PSOE para rato, si es el que pone y quita. Aunque el que paga seamos todos nosotros.

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