THE OBJECTIVE
José Antonio Montano

La deriva reaccionaria del antisavaterismo

«En la crítica a Pedro Sánchez y lo que representa (esa izquierda reaccionaria en su deriva) cifra prácticamente Justo Serna en su libro la crítica a Savater»

Opinión
16 comentarios
La deriva reaccionaria del antisavaterismo

El filósofo, escritor y columnista de THE OBJECTIVE Fernando Savater. | Víctor Ubiña

El libro de Justo Serna sobre Fernando Savater podría haber sido un buen homenaje, aun a la contra, de haber tenido algo más de rigor intelectual y calidad literaria y mucho menos de sectarismo. Es lo suficientemente inane como para que el suplemento Babelia de El País lo seleccionara hace un mes entre Los 25 libros más esperados de noviembre de 2024. Su único valor es, pues, el referente: Savater. A él se rinden Serna y El País. En este sentido, sí es un homenaje muy logrado.

Serna nos habla más del estado (tirando a indigente) del antisavaterismo actual que del propio Savater. Es un exultante emisor de síntomas, que incurre en la autodelación con una alegría inconsciente. Para empezar, en el título: Fernando Savater. La deriva de un intelectual. El suplemento de El País lo completó en su anuncio: La deriva conservadora. Lo precioso es que utiliza la formulación de Félix Ovejero, La deriva reaccionaria de la izquierda, y justo desde esa deriva. Una prueba psicoanalítica sería que Serna lo omite culpablemente: ni siquiera cuando le dedique un capitulito a Ovejero citará esa obra suya, sino solo La razón en marcha.

Al parecer, la única deriva es la de Savater. Ni el PSOE ni El País han derivado. Ni siquiera Pedro Sánchez, y eso que para medir las derivas del presidente (estas no pueden nombrarse en singular) habría que recurrir a un sismógrafo. A Savater se le aplica toda la crítica y a Sánchez ninguna. Con este se comulga acríticamente. Es más, en la crítica a Sánchez y lo que representa (esa izquierda reaccionaria en su deriva) se cifra prácticamente la crítica a Savater. La deriva, para Serna, es no estar en la obediencia en la que está Serna.

El momento más maravilloso del libro es este: «He consultado con especialistas y corroboran lo que muchos sospechamos desde hace tiempo [sobre Savater]: una caracterología narcisista fuertamente dañada». Ya podría haber aprovechado la consulta para preguntarles a esos mismos especialistas por su Sánchez: le daba un patatús.

Serna se reconoce lector de Savater de toda la vida, y verbaliza las muchas cosas que le debe, en literatura y en filosofía, desde que lo leía en Triunfo y otras publicaciones anteriores a El País, y en sus primeros libros, sobre todo La infancia recuperada. Pero incluso en estas páginas de reconocimiento (tras las que se insinúa un cierto afán de nobleza, o quizá sea apenas mala conciencia) la mediocridad falsea el propósito. No ilumina nada, ciertamente: solo un trazado biográfico de Serna sin ningún interés.

«El repaso a la trayectoria de Savater es más o menos cronológico, con un aborrecimiento creciente»

El repaso a la trayectoria de Savater es más o menos cronológico, con un aborrecimiento creciente hasta su culminación, que es cuando Savater declara que va a votar a Isabel Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de 2021. «Lo estamos perdiendo», concluye Serna. No mucho más tarde lo ha terminado de perder del todo.

Dedica también párrafos, e incluso capítulos, a la cohorte refractaria: Félix de Azúa, Andrés Trapiello, Arcadi Espada, el mencionado Ovejero, Cayetana Álvarez de Toledo… Serna es muy buena persona (morigerado, comprensivo, progresista: así se presenta) y lo pasa muy mal con todos ellos. Pero con ninguno tan mal como con Savater.

En el Nickjournal del blog de Espada se lo hicimos pasar chungo a Serna. Nos reímos quizá demasiado de él. También nos dedica unas palabras, que reproduzco con deportividad: «El tono frecuentemente grosero, tosquísimo, de sus comparecientes más ruidosos y alborotadores, tan dados al insulto y al escarnio…». No nos portamos bien, pero el cachondeo predominaba: nos dejábamos arrastrar por el cachondeo. Él se exhibía bondadoso, pero era un inquisidor.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D