MJ Montero y su 'chef de cabinet'
«Para llegar al ovillo de lo que haya podido pasar entre Carlos Moreno y Pilot Royal State hay que analizar el expediente tributario del aplazamiento de la deuda»
Ya dijimos hace 15 días en estas mismas páginas que nuestra muy peculiar ministra de Hacienda corría el peligro de perder su mano a causa de haberla puesto en el fuego por su jefe de Gabinete, Carlos Moreno. El origen de la machada de MJ Montero, de la que puede estar ya arrepintiéndose, estriba en lo declarado por Aldama asegurando que el colaborador de la ministra había intervenido para que la Agencia Tributaria concediese un aplazamiento sin aportación de garantía alguna a la deuda tributaria que tenía la mercantil Pilot Royal State.
El elevado importe de lo debido -parece ser que cercano a dos millones de euros- y el hecho de que estuviera ya en periodo ejecutivo -y, por tanto, en fase de embargo- determinan que de ser cierta la concesión de un aplazamiento en esas condiciones, estaríamos ante una actuación absolutamente anómala de la AEAT, completamente ajena a su práctica administrativa. Cualquier empresa española puede confirmar esta afirmación.
En una reciente entrevista con un diario digital, MJ Montero parecía reconocer la existencia de varios encuentros, reuniones o contactos de su jefe de Gabinete con los mandatarios, legales o no, de la deudora con la AEAT al intentar justificar, si bien que torpemente -no se le puede pedir más-, esta posible relación. Decía la ministra que los ministerios están para ayudar a las empresas y no cabe duda: así debiera ser pero otra cosa es que así sea. Vuelvo a referirme a nuestras empresas como testigos al respecto, a ver cuántas de ellas han podido acceder al jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda para solicitar que la AEAT les aplace una deuda. Con todo, lo relevante es cuál fue la ayuda concreta que solicitaba Pilot Royal State, cuál fue la que en su caso se le concedió y cómo se fraguó la concesión si es que ésta se produjo.
Lo primero que llama la atención es que si Pilot Royal State pretendía que se le concediera un aplazamiento se dirigiera al jefe de Gabinete de la ministra en vez de hacerlo a la Agencia Tributaria que, por ser quien decide concederlo o no, es ante quien debe cursarse la solicitud. Lo segundo es que por haberse acudido inicialmente a un cauce indebido, lo razonable y lo estadísticamente normal es que el receptor de la petición de la ayuda, Carlos Moreno, le hubiera remitido a los órganos de la AEAT para que allí se tratase la cuestión. En vez de actuar así, parece ser que el citado prolongó su relación con la peticionaria, así se deduce de la entrevista de MJ Montero, cuestión que resulta inexplicable.
Y luego está el final de la película, porque si es verdad que el aplazamiento se concedió en las condiciones antes expuestas -hecho que en los pasillos de la AEAT se da como cierto-, alguien ha matado a alguien que diría el inolvidable Gila. Resultaría que a petición o por consejo del jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda, algún funcionario o autoridad de la AEAT habría hecho lo que no debería hacer dando a una empresa un trato de favor al concederle un aplazamiento de su deuda en las condiciones en las que se le niegan al resto de las empresas españolas. Reitero mi invocación a los empresarios para que confirmen que no miento.
«A muchos directivos de segundo nivel de la Agencia Tributaria les puede convenir hacerle un favor al jefe de Gabinete de su ministra»
Y la pregunta obligada, siempre de ser cierta la existencia del trato de favor dado a Pilot Royal State, es ¿quién o quiénes dentro de la Agencia Tributaria lo han dado u ordenado que se diera? Una primera hipótesis es que Carlos Moreno contactara con las altas instancias de la AEAT, su presidente y/o su directora general, para que pusieran en marcha la concesión del peculiar y extraño aplazamiento. Conozco bien y desde hace mucho tiempo tanto a Jesús Gascón como a Soledad Fernández y me cuesta lo infinito pensar que ellos se avinieran a transmitir una orden tan atípica, anómala e irregular. Aunque siguiendo a James Bond «no digas nunca jamás» sinceramente no lo creo, son dos profesionales como la copa de un pino y la honestidad caracteriza su trayectoria administrativa.
Por ello me inclino a pensar como alternativa, siempre en el supuesto de que se confirme lo declarado por Aldama, que el jefe Gabinete de MJ Montero puenteara a ambos y se dirigiera a los órganos directamente responsables de la gestión de la deuda. Por ejemplo, si la deudora estaba asignada a la Delegación Especial de la AEAT en Madrid, Carlos Moreno podría haberse dirigido al responsable de la Delegación o al de su Dependencia Regional de Recaudación para lograr lo que pretendía y que finalmente logró, si es que tuvo lugar la concesión en los términos antes reseñados. A fin de cuentas, a muchos directivos de segundo nivel de la Agencia Tributaria les puede satisfacer y convenir hacerle personalmente un favor al jefe de Gabinete de su ministra ¿o no?, la naturaleza humana es así.
En definitiva, el hilo del que debe tirarse para llegar al ovillo de lo que haya podido acaecer entre Carlos Moreno y Pilot Royal State es el expediente tributario del aplazamiento de la deuda de ésta. Analizar su interior y detectar las firmas que en él constan para su concesión si es que ésta se produjo, ése es el camino para comprobar si MJ Montero debe comprarse la pomada que le aconseja Aldama o si, por el contrario, en la AEAT se actuó correctamente y el aplazamiento no fue concedido o no lo fue en los términos que hemos señalado, estando ya en periodo ejecutivo y con dispensa absoluta de aportación de garantías.