THE OBJECTIVE
Juan E. Iranzo

¡Se acabó el año 2024!

«El crecimiento de la economía española no es sostenible por deberse al incremento del gasto público, al aumento de la población residente y al turismo»

Opinión
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¡Se acabó el año 2024!

Ilustración de Alejandra Svriz.

La economía mundial ha crecido alrededor del 3% a lo largo del año 2024 que hoy finaliza, unas cifras similares al ejercicio anterior; sin embargo, el crecimiento es muy asimétrico según las regiones.

El aumento del PIB ha sido liderado por la India, con un 6,5%, debido fundamentalmente al dinamismo de las exportaciones de servicios, empleando las tecnologías de información y comunicación TIC.

Como consecuencia de la desaceleración de la economía china en la última mitad del presente año, su crecimiento medio se situará ligeramente por debajo del 5%, es decir intenso a pesar de su profunda crisis inmobiliaria, del sobreendeudamiento tanto público como privado y de la atonía del consumo privado.

La gran sorpresa es la aceleración del crecimiento que ha registrado Estados Unidos desde el verano con un impulso del empleo y del consumo de las familias; por eso es posible que su PIB haya crecido un 2,8% en 2024.

Sin embargo, el crecimiento en la zona euro, aunque sea positivo, será muy moderado del orden del 0,7%, lastrado fundamentalmente por la recesión en Alemania, que sigue penalizada por el cierre de las centrales nucleares y las crisis del sector del automóvil, generando en gran medida por las restricciones impuestas por la Agenda 2030.

«Las materias primas alimentarias y energéticas ha reducido significativamente sus precios»

Asimismo, la situación política, y social de Francia, también están incidiendo negativamente en las decisiones económicas de inversión y de consumo, lo que está penalizando claramente su crecimiento.

Sin embargo, a pesar de los conflictos en Ucrania, Gaza y Siria, las materias primas alimentarias y energéticas ha reducido significativamente sus precios como consecuencia de la moderación de las exportaciones de aumento de la demanda y el incremento de la oferta en algunas de estas.

Esta es la razón fundamental que ha provocado una importante moderación de la inflación que en EEUU que se situará alrededor del 2,5% y en la zona euro, algo por debajo, lo que ha permitido que tanto la FED como el BCE hayan modificado el signo de sus políticas monetarias, y hayan reducido sus tipos de interés; con mayor intensidad por parte del BCE, debido también a la atonía de la economía de los países del euro. La mayor caída se ha registrado en el euríbor que cierra el año por debajo del 2,5%.

Aunque se ha producido un proceso de consolidación fiscal en algunos países de la OCDE, este no es suficiente, después del gran aumento del gasto público y de la duda que se ha registrado en los últimos años. El necesario ajuste debe producirse mediante la reducción del gasto y no a través de la subida de impuestos que penalizaría la competitividad de la zona en la que se aplicase.

«La supuesta reforma fiscal ha reducido la competitividad de nuestra economía, al provocar un aumento de la presión fiscal»

A pesar del cierto dinamismo de la economía mundial, el comercio internacional se ha visto perjudicado por las posturas neoproteccionistas en diferentes lugares del planeta.

En cualquier caso, la economía mundial en el año 2024 se ha comportado, en términos generales, mejor de lo previsto al inicio del ejercicio.

Respecto a la economía española, según las cifras del INE, ha crecido del orden del 3% en el conjunto del año; lo que en principio nos sitúa como uno de los países más dinámicos de la UEM. Sin embargo, este crecimiento no es sostenible, por deberse fundamentalmente al incremento del gasto público, al aumento de la población residente en nuestro país; y al turismo.

Además, la inseguridad jurídica y regulatoria que se está manifestando tanto por el Gobierno central, como en algunas Comunidades Autónomas, está perjudicando enormemente a la inversión tanto extranjera como nacional, por lo que el potencial de crecimiento de la economía española se está reduciendo significativamente. La reciente y supuesta reforma fiscal ha profundizado claramente en la incertidumbre ya existente y ha reducido la competitividad de nuestra economía, al provocar un aumento de la presión fiscal, en un escenario con altos impuestos, renta por debajo de la media de la UEM y una economía sumergida muy extendida; por lo que el esfuerzo fiscal que soportamos esta unos seis puntos por encima de la media de la OCDE.

«Los desincentivos que generan las subvenciones provocan que una parte de la oferta de empleo quede sin cubrir»

España siguen siendo un país muy dependiente del consumo de hidrocarburos, por lo que la caída de sus precios en los mercados internacionales ha beneficiado mucho la reducción de nuestra inflación, si bien en estos últimos meses el IPC ha repuntado y la inflación subyacente, el núcleo duro de los precios, sigue siendo excesivamente alta; en noviembre ambas se han situado en el 2,4% interanual.

El mercado de trabajo se ha desacelerado desde el pasado verano y nuestra tasa oficial de paro, un 11,6% es la más alta de la Unión Europea; además existe falta de información respecto a los trabajadores fijos discontinuos que se encuentran sin actividad y que no computan como parados, que pueden superar las 700.000 personas. Sin embargo, los desincentivos que generan las subvenciones provocan que, a pesar del altísimo paro, una parte de la oferta de empleo quede sin cubrir.

La deuda pública en términos absolutos ha seguido creciendo a lo largo del año hasta situarse en los 1,7 billones de euros el 107% del PIB y la reducción del déficit público es insuficiente, este puede situarse en el 3,6% del PIB, a pesar del dinamismo de la economía española y del aumento de la recaudación fiscal.

Afortunadamente, el auténtico motor de la economía española sigue siendo el turismo, que este año ha podido superar los 90 millones de visitantes extranjeros, que han aportado a la balanza de pagos por cuenta corriente más de 130.000 millones de euros en 2024. Por eso resulta muy preocupante la «turismofobia» que se está promoviendo en algunas zonas turísticas de nuestro país y que podría deteriorar la gallina de los huevos de oro.

Les deseo un próspero año 2025 que llega cargado de incertidumbres.

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