Vivienda y juguetes
«El precio de la vivienda y el alquiler retrasan la edad de independencia de los jóvenes, influyendo así en la caída de los indicadores de fecundidad»
Ilustración de Alejandra Svriz.
La escasez de vivienda se ha convertido en un grave problema que afecta con especial virulencia a los jóvenes. Ya existe una alta preocupación dentro de la política nacional, aunque nadie se tomó en serio los avisos que desde la sociedad se estuvieron dando desde hace ya años.
«Llevamos diez años de precios de vivienda subiendo. Estamos ante un momento histórico. Nunca se había dado la falta de oferta que se da ahora».
Son palabras del analista financiero de Bankinter Juan Moreno Martínez de Lecea, quien prevé que en 2025 el precio de la vivienda subirá por encima de la inflación. Subida de precios que será mayor en las zonas demográficamente potentes y atractivas para el turismo: grandes ciudades, costa mediterránea e islas.
La rebaja de tipos de interés paliará vía hipotecas esta inflación inmobiliaria pero sólo en parte.
El citado analista nos recuerda que en España el coste de vivienda ha sido históricamente en torno a siete veces la renta bruta anual de los hogares y ahora estamos por debajo de esa media, pues se ha ajustado sin la necesidad de que los precios bajen.
«Esa falta de niños ataca también a la industria del juguete, cuyas ventas durante la campaña de Navidad y Reyes representan el 60% de sus ventas anuales»
Respecto a la adquisición de vivienda en propiedad, los posibles compradores –como son las familias que viven de sus salarios– han visto caer su capacidad de ahorro, lo cual dificulta la adquisición una vivienda sobre todo en las grandes ciudades y en las costas receptoras de turismo, ya que allí los precios han alcanzado niveles imposibles de abordar para quienes cuentan para ello sólo con rentas salariales.
El alquiler tiene hoy, según Moreno Martínez de Lecea, un futuro complicado. «A día de hoy, la vivienda en alquiler está a unos niveles muy exigentes. Mucha gente joven se está viendo obligada a comprar porque no puede asumir el alquiler».
El precio de la vivienda y el alto nivel del alquiler retrasan la edad de independencia de los jóvenes, influyendo así en la caída de los indicadores de fecundidad, que en España es hoy la más baja de Europa. Aparte de los problemas demográficos (índice de envejecimiento, tasa de reposición laboral…) esa falta de niños ataca también a la industria del juguete, cuyas ventas durante la campaña de Navidad y Reyes representan el 60% de sus ventas anuales.
Xavier Vilaltella nos ha recordado algunos datos al respecto:
«En 2023 el número de empresas jugueteras descendió en un 7% respecto al año anterior, pasando de 276 a 257, el mercado interno mejoró apenas un 0,13% y las importaciones cayeron un 9,87%. Lo único que creció sustancialmente fueron las exportaciones, que se incrementaron un 5,88%, hasta alcanzar los 757 millones de euros. Las exportaciones han sido el salvavidas del sector en los últimos años».
La carencia de niños ha traído consigo que se orienten las ventas hacia el extranjero y que los jugueteros hayan dirigido sus productos hacia los juguetes para mayores de 13 años, los llamados ‘kidults‘. Este mercado ya representa el 29% de las ventas y dentro del mismo, lo que más mejoría ha experimentado son los juegos para mayores de 18 años. Así se explica que el perfil del usuario del juguete en España esté cambiando: las muñecas de goma, los fuertes del Oeste y los barcos pirata ceden terreno a los juegos de mesa.
